Más truchadas

Con este llegó el escándalo, consecuencia de la deriva del pontificado de Bergoglio. Una persona astuta, ladina pero inteligente jamás habría nombrado a este sujeto como Prefecto de nada y menos de Doctrina de la Fe que es el dicasterio más serio, donde mejor preparados deben estar y porque en él descansa la ortodoxia y la pureza de la Fe; es decir en qué creemos que es verdad y en que errores no debemos creer.
Esto no está reñido en absoluto con la libertad de pensamiento o de cátedra pero si alguien religioso o con el orden sacerdotal o episcopal se dedica a enseñar cosas en contra de la doctrina que sostiene la Iglesia desde siglos y que es el sustrato de la Fe de modo que sin esa doctrina no habría FE, sería todo relativismo y por lógica y obviamente no podría dar clases en una universidad con el título de católica. Esto es pura lógica pero hoy día lo lógico no parece entenderse y eso es lo que le pasó al Tucho con sus escritos no ya heréticos si no ridículos y sin ningún trasfondo intelectual. Claro que comparar a un tipo como este con un Kung en pensamiento, entendimiento y cultura teológica es imposible siendo Kung inifinitamente más peligroso. Es tanta la mediocridad que sólo puede producir cosas groseras y si fuera listo pasaría desapercibido como el que más y se dedicaría a no hacer nada de nada en vez de realizar declaraciones como su mentor.
Si fuera honesto consigo mismo y humilde habría desistido y renunciado con firmeza a ese nombramiento para el que no está preparado ni de lejos. Cuando tenga problemas que los va a tener es muy llamativo que cualquier funcionario u oficial de ese dicasterio tan importante pueda aportar más conocimientos que él y eso da muchos problemas.