| 03 diciembre, 2022
¿Han tomado medidas contra la profesora? ¿Han retirado el nombre de La Salle del colegio? En el caso de que no, se merecen cuantas críticas les caigan.
“No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.” (Lucas 8, 17)
Sigue la penosa, gradual e inexorable disolución de la Iglesia en España. Ya queda poco para su final. En cinco o diez años se acabó… El Predicador de la Casa Pontificia, que, recordemos, Francisco heredó de sus antecesores -el proceso de disolución eclesial viene de largo- dice que no hace falta la fe en Cristo para salvarse, una comunista y un cura renegado presentan el libro del Papa en España -hacen el harakiri a la Iglesia en el estómago de los católicos- y esto del colegio saliano… y muchas otras que vendrán.
Una pobre parroquia de cerca de mi casa está apunto de cerrar. La lleva un cura venezolano al que han puesto también en el hospital y en el tanatorio. Le pusieron un compañero jubilado, pero ha perdido la cabeza y han tenido que retirarlo. Antes la llevaba una congregación religiosa decadente y liberacionista. Está agobiado, sin dinero en la parroquia, está vendiendo de todo y no sabe qué hacer. De terror. Las profecías de Lefebvre se están cumpliendo con creces. La Iglesia se hunde en un mar de herejías y descontrol.
No se hundirá: el Señor va en ella.
Pero vaya que le abren agujeros por todos lados los mismos pescadores