Mas sobre el cura del que os hablaba ayer

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Muerte de un gran sacerdote Era de la Santa Cruz. ¡Qué olfato el mío! Pienso que es lo mejor, lo muchísimo mejor, por poner superlativo a lo que no lo necesita, que ha hecho el Opus Dei y con una generosidad que quizá no sea lo habitual en ellos. Porque no son los suyos, los pata negra, los numerarios, los supernumerarios. Son sacerdotes diocesanos a quienes les dan espiritualidad, eclesialidad, diocesanidad y sentimiento de familia tan necesario hoy en días desenraizados. Quien le conocía bien y siente la desgarradura de su marcha al cielo, desde la fe y la esperanza, me envía un testimonio sobre su persona que quiero compartir con vosotros. No conozco al remitente que tuvo que hacer un largo periplo para hacerme llegar sus palabras. Que os transcribo. Benditos los sacerdotes que dejan un recuerdo así. Justo enfrente de Vigo, muy cerca del Aldán natal de nuestro sacerdote de hoy, hubo otro parecidísimo, en Moaña, Don Donato. Curiosamente también de la Santa Cruz. Muerto en olor de multitudes. Pidamos a Dios que siga enviándonos sacerdotes como ellos. Sean o no de la Santa Cruz. Pero parece que ella, salvo escasas excepciones, gordas o flacas, no es mala escuela.

¡Buenos días!
Le saludo muy cordialmente, no sin posponer para más tarde mi felicitación por su permanente labor, día a día, ahora desde Infovaticana.
Día, días (dos o tres veces como mínimo) le leo.
Está empapado de noticias. A veces disiento de algunas formas, pero siempre valorando lo que de positivo se deriva de todas.
Varias veces pensé en cómo entrar (soy demasiado lego en estas técnicas) con mi opinión, pero no sé cómo.
Ayer sí que sentí deseos de poder hacerlo, de poder agradecerle que haya traído a su página (por cuanto un sacerdote amigo le facilitó los datos, (no me los facilitó un sacerdote sino un seglar) el fallecimiento, en Vigo, del más benemérito de los sacerdotes. Rvdº D. José Cordeiro Martínez. Siempre -(considerado por) a  compañeros, a feligreses, a superiores (mitrados…), como un «mirlo blanco».
Era un caso aparte este queridísimo don Pepe Cordeiro.
Un día sí y otro también (mientras le tuve cerca, pues hace poco más de un año lo ingresaron en una residencia sacerdotal, en donde…) recibí de él los mejores consejos: su decir, su saber, su saber ser y saber estar eran únicos. Cariño y caridad son palabras con la misma raíz. De él todo recibidos todo.
Déjeme, don Paco Pepe, que le envíe estas líneas, a titulo particular, ya sin cabida en el blog. Estoy (¿quién no de cuantos que le conocieron?)  ante una figura paradigmática en el campo sacerdotal. Sí, era de la «Santa Cruz». DIgo como noticiaban ayer: «era y no parecía», si bien tenemos que decir todos los que son, parecen de distinto (mejor) estilo que otros.
Sé que Vd. es vigués. Yo vivo cerca; en la idílica tierra del Val Miñor, concretamente en este impar Nigrán.
Por estos lares pasó don Pepe Cordeiro (el consejero, el amigo, el sabio, ¡el santo! cura que nos dejó.  DIOS SABE MAS, pero bien que nos gustaría nos lo dejara mas tiempo, aunque fuese en esa residencia..
A él podemos encomendarnos. Llevo haciéndolo 40 ininterrumpidas horas. Ni de noche puedo dejar de pensar en este singular sacerdote, prototipo de humildad y servicio.
roYo le decía siempre: «Don Pepe, Vd. quedará aquí muchos años después que yo (a pesar de él ser mucho mayor, por mis dolencias…) pero, si se diera el no deseable caso, de que se fuera antes, ¡cuánto me gustaría que alguien me diera una agenda de las suyas, en las que, apiñando mil servicios, mil actos de entrega, mil momentos de su fecundísima vida sacerdotal, pueda tener algo de lo que utilizaba todos los días, si bien mi despacho está nutrido de muchos recuerdos suyos. A cada convivencia, a cada viaje, de cada cosa que veía interesante, había algo para mí. Y aún (¡humilde-humilde!) se le ocurría pedirme consejo. ¿A mi?.
Queridísimo don Pepe Cordeiro del alma: le supongo en estancia singular, Ahí, junto al Señor. Háblele de mi. Medie por mi; siga acordárdose de niños y jóvenes, de la familias que despueblan los templos; del Papa, aunque, a veces nos cueste…
A Vd., Sr. de la Cigoña, si llega a leerme hasta aquí (soy un pesado) le digo que siga adelante. ¡Nos hace bien!. Campo tiene suficiente. Pongamos, por ejemplo, que se le ocurre, hablar un día sí y otro también de mons. Reig Pla, o mons. Munilla, o… Ya está haciendo un gran bien a la Santa Iglesia pues hace aflorar la valentía, el rigor, la seguridad doctrinal, etc. Posiblemente este nuestro sacerdote no trataba a esos prelados, pero pensé mucha veces que ellos debían saber de él, conocerle, pues, en sus pronunciamientos parecían copiarle.
¡Bendita gracia divina sacerdotes así!..
Hoy, dentro de dos horas, acompañaremos su cadáver (Iremos rezando continuos rosarios en nuestro coche) hasta su Aldán, en tierras-mares del Morrazo.- De allí era monseñor Cerviño, con el que me unía una enorme amistad. Y yo le decía siempre «para meterme con tan ilustre y querido prelado»: «Don Xoxé, vostede é o bispo, pero quen sabe de verdade é o outro don Xoxé». Y lo admitía de buen grado. Sabía que en tareas (patronatos) en los que estaban los dos, mons. Cerviño me decía: «También en ésto, si no fuera él, no seriamos nada».
Desde su Galicia y la mía (yo nací en el mismo lugar en donde vivo, que es su casa) un saludo por dejarme decirle cosas, aunque no sepa enviarlas al blog.
Suyo affmº «
Pues, qué dicha que se despida así a un sacerdote. Cuando tantos se van por una simple decisión administrativa o porque se haya agotado su vida, ante la indiferencia general. Fui muchas veces a la iglesia de Moaña y vi el busto en bronce que una feligresía agradecida dedicó a Don Donato tras su marcha al cielo. Benditos sacerdotes que dejan esa huella entre sus fieles. Don José Cordeiro fue uno de esos. Y bendita sociedad sacerdotal de la Santa Cruz que nos da curas así. Aunque en ella haya también, es natural, alguna oveja negra.
En mi maravillosa parroquia hay también curas de la Santa Cruz. Tal vez por eso sea maravillosa. Aunque conozco a otros curas excelentes que no son de eso.
Ya dije, en el artículo anterior, que una vez había saludado, en el verano de 2013, a Don José Cordeiro. Como en otra ocasión también saludé a Fray Valentín de San José. Ambas fueron de breves minutos. Y ambas me dejaron el buen olor de Cristo. Que hasta en olores hay clases.

 

Comentarios
0 comentarios en “Mas sobre el cura del que os hablaba ayer
  1. Un sacerdote paisano y amigo del fallecido Cordeiro informaba así, textualmente, tras el funeral por su eterno descanso. Apología y a la vez epitafio certero que remite en un e-mail:
    «La iglesia repleta: una manifestación de cariño, de agradecimiento;

    sacerdocio ejemplar: director de espíritu excepcional, trabajador incansable,

    catequeta profundo en todos los niveles.»

    Uno tiene la impresión de que esta apología-epitafio querrían que les fuera aplicable los obispos, cardenales y papas católicos.
    El Rvd. Cordeiro, por lo dicho y se trasluce, fue un sacerdote-liturgo de Jesucristo nuestro Dios y Señor. Y siendo así la consecuencia es la promesa de Cristo: «Entra en el gozo de tu Señor. Porque fuiste fiel en lo poco…» Que para quienes fueron próximos al Rvdo Cordeiro se nota que fue mucho y para él mismo lo fue todo.
    Estad seguros, sacerdotes nuestros, que sabemos apreciaros y veneraros en vuestra ordenación de liturgos del Señor. Gracias por todo,muy queridos nuestros. Y bendito sea Dios que nos conforta con vuestro sacerdocio trascendental.

  2. Hermenegildo plantea un atinado interrogante acerca de la Sociedad de la Santa Cruz como plataforma logística de sacerdotes católicos a los que sirve de ámbito impulsor, solidario y y de reagrupamiento recuperador espiritual y psicológico..
    Es muy llamativo que se hayan perdido los canales de intercambio directo humano que había entre clero diocesano y regular de órdenes religiosas que acudían a las parroquias en tiempos de misión o de celebraciones especiales como predicadores y confesores o los exámenes periódicos de actualización teológica y de oposiciones antes del Concilio. Aunque se han credo organismos de consulta e interacción parroquiales y arciprestales resulta que se queda en planificaciones de un activismo que no funciona con hondura y los sacerdotes pierden compresión y profundidad dejados a su suerte arreglandoselas cada uno como pueda dentro de determinados parámetros.
    ¿Pero no sería hora de un agrupamiento de convivencia comunitaria precisamente ahora que hay medios de desplazamiento rápido y que las casas o complejos parroquiales apenas son utilizados para vivienda permanente de los sacerdotes responsables?
    Parece que no se han reajustado adecuadamente estos aspectos de funcionalidad y entonces se comprendería que asociaciociones como esta de la Santa Cruz se hayan constituido en lugar comunitario de referencia y apoyo sacerdotal e intercambio de experiencias . Aspectos humanos que con frecuencia se dejan de tener en cuenta a pesar de su necesidad de ayuda y confortación humana.

  3. Qué estirpe de sacerdotes tuvo España. Verdaderos portentos. España se perfilaba para mantener esa estirpe. Pero una combinación de factores se conjugaron. La entronización de Montini, el debilitamiento de Franco, que mientras más se debilitaba , Paulo VI le clavó a Tarancón, que realizó una obra maestra de zapa y trastocó todo. La transición también se aplicó a la Iglesia. Y el sacerdote limpio, recto y ortodoxo comenzó a perseguirse, a descorazonarse, o a pervertirse por el mismo ambiente. No había lugar a conservar la sana doctrina. Y al mismo tiempo ocurría la hecatombe del 68. Lo rojo era in, lo ortodoxo era out. A varios seminaristas del seminario francés de Roma, los sorprendió la revoliución, al ver que sus compañeros más exaltados ponían la bandera roja de la hoz y el martillo de los balcones del seminario, ante la complacencia de los superiores. Eso era insoportable, así que salieron de allí ése mismo día para no volver jamás. Buscaron a algún monseñor que les fundara un seminario sin contaminación modernista. Y el único que los escuchó fué monseñor Marcel Lefebvre. Lo demás es historia.
    .
    Por éso a los buenos sacerdotes que deseen emular al buen padre don José Cordeiro, no les espera una vida nada fácil. Son esclavos del obispo. Son manumisos ideológicos de su ordinario. Y el progresismo se impone, hoy más que nunca. Los tienen del cuello. Pero se necesita ser valientes.
    El catolicismo japonés duró 200 años sin sacerdotes y sobrevivió. Sólo para que llegara alguien como Masiá y echara todo a perder. Por éso ya no se puede confiar uno ni de los sacerdotes . Laicos y sacerdotes , debemos cerrar filas ante lo que se viene. Descanse en paz el padre Cordeiro.

  4. Siento tener que corregirle. Don Donato NO pertenecía a la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. Solo era cooperador.
    Dicho lo cual hay que decir que es un Santo. Que estando todavía encamado y con pocos meses de vida por delante confesaba a todo aquel que iba a visitarlo en su enfermedad. Un sacerdote entregado las 24 horas del día, que visitaba incansablemente a pobres y enfermos (a pie, pues no conducía ni tenía coche), en una zona como es Moaña (pueblo, pero no precisamente pequeño y con numerosos promontorios y cuestas)… Un sacerdote que si hacia falta ir a administrar la extrema unción a las tantas de la madrugada no dudaba ni un momento en hacerlo… Un sacerdote que sacó adelante numerosas vocaciones sacerdotales, religiosas, consagradas de institutos religiosos, matrimonios cristianos, especial agención a la juventud (POR SUS FRUTOS LOS CONOCEREIS…) . Hombre incansable de confesionario, preocupado por el bien espiritual de sus feligreses. Me consuela saber que lo tenemos velando y rezando desde el cielo por la Parroquia, porque…

  5. ¿Es el Opus Dei quien hace que los sacerdotes de la Sociedad de la Santa Cruz sean mayoritariamente buenos, o es que los buenos sacerdotes diocesanos no encuentran en la Iglesia otro refugio que la Obra y por eso casi todos se concentran allí?

    Igual se podría preguntar de los laicos, al menos, en España.

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