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Más sobre la muerte de la vida religiosa en España

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DivinasVocaciones Religiosas publica una lista de los conventos cerrados en los últimos años en España y acongoja leerla. Muchísimos pueblos han perdido el que no pocas veces era el único testimonio de oración permanente en la localidad.
En las congregaciones femeninas se relacionan solamente las de vida contemplativa. Si figuraran también las de vida activa la lista sería interminable.

http://divinavocacion.blogspot.com.es/2018/02/monasterios-y-conventos-clausurados-en.html

La CONFER debe tener esos datos pero debe ser el secreto mejor guardado del mundo. Tal vez para que no se les caiga la cara de vergüenza.

Tal vez la fotografía de la cúpula de la CONFER explique algo de la pasión y muerte de la vida religiosa. Es posible, aunque haya más causas, que para ser como eso no haya joven que se apunte.

 

Comentarios
18 comentarios en “Más sobre la muerte de la vida religiosa en España
  1. Carlos: Me cita Vd. a Monseñor Lefèbvre por el que tengo gran devoción. Pero tengo muy claro lo que dice el Padre Bouyer: Que los problemas no se resuelven con una ortodoxia reforzada, sino con la ortodoxia sin más, generadora de la ortopraxis.

  2. Carlos: Dice Vd. «… ¿es la Iglesia la culpable? » Y digo: Y que decir de Marx, del Obispo de Osnabrüch o el de Amberes? Han sido presa de alguna enajenación transitoria?

  3. Señor Canali. Creo que no me he explicado bien. Lo que quería decir es que aunque se hubiese elegido Papa a monseñor Lefèvre me temo que la Iglesia habría seguido teniendo una enorme crisis. No dudo de que haya enemigos en la propia Iglesia, pero la hostilidad es exterior: separación de Iglesia y Estado, abandono de la moral católica en las leyes , legalidad de divorcio, aborto, transexualidad… ¿es la Iglesia la culpable? En sociedades así es difícil que la semilla dé el mismo fruto que daba cuando Dios existía para los estados y gobiernos. Me llena de gozo que en la diócesis de Lincoln haya muchas vocaciones y que sean de hombres de buena doctrina para estos tiempos recios, pero como usted dice, la realidad es tozuda, y el hecho es que cada vez hay menos sacerdotes en Europa. Y no me llame progresista, por favor se lo pido, que soy devoto del vetus ordo y de la tradición.

  4. Las vocaciones asiáticas suelen ser muy probadas y de espiritualidad profunda. Los africanos, salvo excepciones, que se ven en egregios Cardenales, dejan mucho que desear por falta de formación y dejadez. Los sudamericanos otro tanto, amén de inconstancia e intereses materiales. En Norteamérica -habrá sus excepciones- pero la formación es muy buena, muy eclesiástica, incluso en un seminario como Nueva York donde el Cardenal es extremadamente liberal. Hasta los jesuitas -quitando casos como el de Martin etc- tienen un esquema más eclesiástico. En la Diócesis de Lincoln hay muchas ordenaciones en una proporción elevada, dado el escaso número de católicos. Comprendo que a la progresía los datos constructivos les estropean su discurso pero la realidad es tozuda.

  5. Señor Canali, Anuario Pontificio 2017: «Evaluando la intensidad de las vocaciones sacerdotales con el número de seminaristas por un millón de católicos, se nota que las vocaciones son más comunes en Asia (245,7 seminaristas por un millón de católicos) y en África (130,6). Europa y América con 65.0 y 53.6 seminaristas por millón de católicos, respectivamente, ocupan los últimos puestos». El secularismo de la Iglesia existe en todo el mundo. Y si la salvación de la Iglesia ha de venir de Estados Unidos apañados estamos.

  6. Carlos: Si lee mi comentario anterior, verá que los hechos refutan lo que Vd. dice. Le remito a la ultramoderna sociedad norteamericana en la que las vocaciones crecen como hongos, y no a una vida religiosa desvirtuada como aquí en España.
    Igualmente las Parroquias suelen tener Sacerdotes y feligreses muy conscientes y comprometidos. Las razones del declive de la vida religiosa en nuestro entorno es el secularismo interno de la Iglesia del que en su día hablaba el Cardenal Rouco, asícomo la mixtificación de la doctrina con fábulas y utopías mundanas.

  7. Pero vamos a ver, a estas alturas ¿alguien cree de verdad que si el CVII no hubiese existido los conventos y los seminarios estarían llenos? La vida religiosa y eclesiástica se ha terminado porque la sociedad actual la ha destruido, y el Concilio habrá hecho más o menos pero es una gota en medio del océano. La vida religiosa se muere, la gente no va a misa, y muchos de los que van no siguen los preceptos de la Iglesia porque prefieren vivir cómodamente. Los niños no saben nada de religión católica porque ya no es importante. Lo de la crisis de la vida religiosa es un síntoma más. Veremos cuántos párrocos españoles hay de aquí a 20 años, porque el número de sacerdotes en España no deja de bajar, los que se ordenan cada año son una mínima parte de los que se mueren anualmente.

  8. Lo de Ángel, como dice un comentarista, no cuela. Es la síntesis de cualquier posibilidad de autocrítica. Habla de las familias y de la sociedad secularizada: Norteamérica es también una sociedad secularizada y las vocaciones a los seminarios y a la vida religiosa crecen como hongos. Algo falla en su razonamiento.

    Por cierto: Hace un rato escuché una entrevista que hicieron al Provincial de los Dominicos de la única provincia que tienen en España, fruto de sus bondades renovadoras. Me enteré que es el vicepresidente de la Confer. No retuve el nombre pues me parece irrelevante después de lo que escuché. Dice el Provincial que la escasez de personal y la falta de vocaciones es señal de buena salud y una oportunidad…(no entendí de qué, o preferí no entenderlo)…Pues a ese ritmo se van a quedar sin la única y flamante provincia poco ha estrenada, resultado de la fusión de otras tres. Y…es que no quieren aprender. Como decía un día el bloger: Antes muertos que observantes.

  9. Ángel (el de abajo), acepte un consejo: no desperdicie sus energías. Hace tiempo que rollos como el suyo ya no cuelan.
    Suyo afectísimo etc., etc.

  10. Por supuesto, a los religiosos devotos y tradis ortodoxos seguidores de San José de Calasanz, como el Padre Atanasio, que llevaron hábito hasta su muerte, se les trató cruelmente, se les alejó de la enseñanza y se les arrinconó a un tercer o cuarto plano por parte de los deshabitados marxistoides partidarios de la escuela de Milani, el rojo-sodo.

  11. En el colegio religioso donde estudié hasta COU, destacaba en los deshabitados escolapios el progresismo, el marxismo y el socialismo como única opción, la falta absoluta de devoción, las feroces críticas a la moral y devoción católicas. Casi todos los alumnos perdieron la fe. Absolutamente ninguno quiso hacerse religioso. Los culpables de todo han sido ellos y la espantosa desacralización del postconcilio. Son los artesanos de la demolición.

  12. Buenos días.

    Seguro que estas personas no son de su agrado, y usted parece que desea la extinción de la Vida Religiosa en España. Parece que celebra con gozo cada vez que salen las cifras y vemos que desciende el número de los consagrados en nuestra tierra.
    Quería hacer dos consideraciones.
    1. La gratitud: estas personas han consagrado sus vidas a Dios, pueden haber acertado menos o más, pero cada día de sus vidas ha sido una ofrenda a Dios, nuestro Señor. Seguro que no han tiempo, en sus años de juventud, ni en los años de madurez, para escribir en un blog las causas por las que en nuestra sociedad faltan vocaciones. Es posible que ellos tengan parte de responsabilidad; pero puede influir en algo ¿la secularización de las familias? ¿el deseo que nuestros hijos tengan una buena carrera, un futuro económico labrado? ¿las televisiones que nos han presentado un modelo de vida en el que Dios no existe? ¿El escaso índice de natalidad? ¿el desprecio de ‘buenos católicos’ hacia las personas que están consagradas a Dios?
    ¡Gracias por su amor a la vida consagrada y por el aliento que cada día les da desde su católico blog!

    2. Sería difícil resumir la obra realizada por muchas religiosas y religiosos durante sus muchos años de consagración; algunos de ellos con más de 80 años se pasan los días en sus confesonarios, en las habitaciones de los hospitales llevando el amor de Dios a quienes lo necesitan, atendiendo en las porterías de sus casas con la sencillez de un niño a todo el que llama a la puerta. Casi siempre me he encontrado a estas personas, hombres y mujeres consagrados, leyendo la biblia, algún libro que les ayudará a crecer personalmente, desgranando la cuentas de sus viejos rosarios. Y, sobre todo, se van consumiendo como la luz al lado del sagrario, sin otro deseo que servir al Señor hasta morir.
    Imagino que ese es el motivo por el que le produce tanta alegría y gozo al hablarnos de las comunidades de vida consagrada
    Gracias, siga usted sembrando desde aquí comunión y amor a la Iglesia.

  13. Mi buen amigo

    Fray Maximilian Maria Jaskowak OP
    05 de Febrero de 2018
     

    «Mirad de no despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que en el cielo sus ángeles siempre contemplan el rostro de mi Padre que está en los cielos.» (Mt 18,10).

    Aunque no podía ver el rostro de mi Buen Amigo, sabía que miraba mi suerte con amabilidad.
    Mi cuerpo fue primero golpeado, luego lacerado y chamuscado con rojas llamas. Me invadió la tristeza, no por mí, sino por mis verdugos.
    Había sufrido un desmembramiento doloroso y humillante a manos de hombres paganos.
    Acabaron al caer la noche, no fuese que concluyesen la tortura prematuramente con mi muerte.
    Se me concedió un respiro, pero no por misericordia.

    Llegamos a las celdas de las mazmorras, donde dejaron mi cuerpo demacrado en medio de un charco de sangre.
    No tenía fuerza para levantarme, ni para moverme. No obstante, mi Buen Amigo me tomó de la mano y suavemente me levantó del suelo.
    Me enderecé, mirando hacia él. Lo sentí a mi lado, sin ver nada. Sabía que estaba presente con la misma seguridad, que notaba la presencia del guardia que, ebrio de vino, se había quedado dormido en su puesto.
    Sabía que estaba presente con la misma seguridad que conocía la presencia del prefecto romano en el tribunal.
    Fue ese prefecto el que intentó casarse conmigo, movido por la lujuria y la codicia insaciable, quien, después que rechacé su propuesta me hizo torturar como si fuera una enemiga del Imperio.

    Mi buen amigo vino por primera vez durante mi breve estancia con Afrodisia, una mujer impía e instrumento obediente de las órdenes del prefecto. Ese hombre malvado me envió a vivir con ella, una estratagema malévola, destinada a corromper mi inocencia y mi devoción a la fe.
    La perversión era el objetivo inmediato y la apostasía, la meta final. Mi buen amigo desde entonces permaneció a mi lado, guiándome día y noche.
    Creo que mi Padre Celestial envió a este ángel para protegerme en mis últimos días.

    Después de levantarme del suelo, mi Buen Amigo colocó una mano invisible, por así decirlo, sobre mi hombro, estabilizando mi cuerpo enfermo con un toque que no era menos real que el de una persona visible.
    De repente, la mazmorra se llenó de una luz brillante y se dejaron oír miríadas y miríadas de ángeles cantando el magnífico himno: Sanctus, Sanctus, Sanctus. Y el glorioso Apóstol San Pedro, a quien reconocí por las imponentes llaves que sostenía en su mano izquierda, apareció ante mí.
    Su rostro tenía tal luminosidad y belleza, que me acerqué más y más a él, que estaba de pie ante la luz, de la que no era su fuente, sino que participaba de su esplendor.
    Cuando estuve al alcance de la mano del santo, él extendió su mano derecha y la puso sobre mis heridas. Luego me bendijo y regresó a la luz, que gradualmente disminuyó y me dejó sola nuevamente con mi Buen Amigo.

    Solo por invitación de mi Buen Amigo me atreví a mirar mis heridas. Lo que antes sangraba, ahora no tenía ningún defecto. Mis heridas habían sido curadas.

    Inmediatamente, me arrodillé e hice la Señal de la Cruz.
    Mi amado Jesús: Te juro, Mi Señor, que voy a soportar aún más el sufrimiento, por Tu bien y la gloria de Tu Nombre. Ante esto, mi Buen Amigo extendió sus alas y desapareció.

    En el año 254 d. C., bajo la persecución de Decio, Santa Águeda, de quince años, murió después de cuatro comparecencias sucesivas ante el tribunal. Según los relatos hagiográficos del Occidente y el Oriente cristianos, permaneció firme en el tormento, muriendo en prisión como virgen y mártir.
    En la iconografía y en el arte, a menudo se la representa con su Ángel Custodio, quien, como lo atestigua la tradición, la visitó en la mazmorra.

  14. Demoledora lista, D. Fco. José. Entre ellos, el que más me llega, es el de los carmelitas de la sede episcopal oxomense soriana de Burgo de Osma, el pueblo de mis antepasados, que suelo frecuentar y más ahora. En este caso, el fervor del pueblo, siempre con la cabeza visible y el esfuerzo de unos pocos que tiran del carro (pero con ese sentimiento popular sin el que es imposible hacer ciertas cosas) y el buen hacer de la diócesis tanto con D. Gerardo como ahora con D. Abilio, de los párrocos (uno de ellos recién fallecido, D. Juan Carlos) han hecho posible la continuidad del culto en el santuario mariano, siempre (según me dicen) con el buen hacer del vicario episcopal de los obispos citados y administrador en sede vacante, D. Gabriel.

  15. Que Dios me perdone pero en cuestión de apariencia hay varios casos de androginia. ¡En más de algún caso cuesta trabajo saber si son él o ella!

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