| 30 diciembre, 2021
Y por alguien que sabe y del que me fío.
https://germinansgerminabit.blogspot.com/2021/12/todos-con-el-obispo-vadell.html
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Y por alguien que sabe y del que me fío.
https://germinansgerminabit.blogspot.com/2021/12/todos-con-el-obispo-vadell.html
Acabo de leer los suaves sarcasmos de un Sr. cura de profesión. Temo por él que no le vayan dar una colleja, dado el escaso sentido del humor de sus jefes.
Don Antoni: Lo que dicen de usted como sacerdote y obispo me movería a darle las gracias y desearle todas las gracias de Dios en su vida y acción apostólica. Pero además, por edad podría usted ser mi hijo. Por eso, los mejores deseos como un gesto de amor paternal. Que se mejore y pueda seguir mucho tiempo con su ejemplar apostolado.
Por cierto, ¿acaso porque las normas de la Iglesia se hayan cargado al advocatus diaboli -eso de promotor de la fe ya indica por dónde van los tiros desde 1983 en materia de canonización- el pueblo fiel tiene que dejar de ejercerlo, todo lo equivocado que se quiera? Los santos de veras se prueban con la contradicción, no con el silencio de las opiniones en contra o de hechos de dudosa virtud. Y ahora parece que, a falta de santos y de aspiraciones de santidad, queremos santificar a los que conocemos tal cual nos vienen, barriendo bajo la alfombra sus defectillos.
Empiezo a estar harto de estas campañas de santificación, que creo que no harán tampoco ninguna gracia al obispo Vadell tal y como se expresa últimamente. Hace no mucho se esperaba a morir para que nuestros protestantizados sacerdotes elevaran a los altares al muerto de turno diciendo que ya está en el cielo. Ahora en vida (no sé si con mal fario).
Desde la isla nos alegra tener un obispo salido de aquí, por cuya salud rezamos (incluso aunque fuera un canalla, que no parece). Pero de ahí a santificarlo y que no quepa opinión en contra… Aquí algunos recordamos alguna actuación que ofendió nuestros sentimientos religiosos, porque se ofendió a la Iglesia y él miró para otro lado, e incluso se podría decir que mantuvo el ambiente caldeado dentro de la iglesia a juego con el aquelarre nacionalista de fuera (me refiero a unas vergonzosas fiestas de san Agustín en Felanitx). Su afición por la Iglesia en salida a algunos nos parecía humo en conserva. ¿Y majete? Pues como todos, según con quién. También sabía mirar por encima del hombro.
Este tipo de noticias son tremendamente consoladores y agradezco que se busquen entre tantas otras que nos producen estupor, pero que no llevan a ningún sitio.