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Más de Almería

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Con motivo de mis entradas sobre la diócesis almeriense un lector me dice que el nuevo obispo es bastante puñetero e incluso más. Y que lo de calabacín circula por la diócesis. Soy ajeno a las circulaciones aunque no lo haya sido del calificativo.

Se dio por hecho que el motivo de la coadjutitoría fue la mala administración diocesana y ahora me dicen que los únicos supervivientes de la anterior administración son los económicos. Pues algo no encaja,  Salvo la estabilidad canónica del ecónomo.

A ver si en Almería también la peles es la pela.

Comentarios
9 comentarios en “Más de Almería
  1. Los numeritos vienen de antes. Acuérdate de la estrambótica sustitución de Amigo en Sevilla. Y todo por celos de Rouco. El resultado fue que Asenjo fue muy mal recibido en Sevilla y su pontificado siempre estuvo lastrado por el mal pie con el que entró.

  2. No he hablado con mi contacto, por tanto no puedo opinar y cuando hable con él, en el fondo, no será mi opinión sino la suya.

    Entre tanto se aclaran las cosas, ya saben, no hay nada tan oculto que no se publique desde las azoteas, yo recomiendo prudencia y me reafirmo en lo que ya dije, ni el uno es tan bueno ni el otro tan malo y que cada cual ponga nombre al uno y al otro.

    Lo que debemos desear y rezar para ello, que D. Antonio desempeñe bien su función, por el bien de la Iglesia.

    Y recuerden que hace unos días le di un punto a d. Antonio. Punto negativo, se entiende.

  3. Confieso que no entiendo nada. Vayamos a la lógica, disciplina cada vez menos existente en Roma. Si González Montes era malo, se le destituye y sanseacabó. Si era bueno, se le deja en su puesto, sin nombrar un coadjutor menos de un año antes de acabar su mandato. Si se hacen las dos cosas, se genera el desconcierto. Veo bien los coadjutores si el titular está mayor, delicado de salud o con problemas de tipo cognitivo; en caso contrario, destitución o fin normal de mandato: numeritos bonaerenses no, por favor, que ya vamos sobrados.

    1. A lo mejor han engañado al Nuncio. Ya sabemos a quién mandaron a que investigara la diócesis ( Algora, QEPD).
      “A partir de ese momento, también se añadió en RC un apunte ensalzando la labor del obispo emérito de Ciudad Real, monseñor Antonio Algora, que en paz descanse, obispo que fue designado para hacer una visita canónica a la diócesis. Visita destinada a analizar las cuentas y a entrevistarse con algunas personas significativas.

      Fuentes de la diócesis hablaban entonces de algunos problemas con un grupo de sacerdotes que estaban inundando de cartas la Nunciatura Apostólica en España.

      A partir de la visita canónica, el caso Almería comenzó a preocupar en Roma. Es cierto que monseñor Adolfo González Montes contó con fieles defensores. El primero de ellos fue su arzobispo metropolitano, monseñor Javier Martínez, que llegó incluso a viajar a Roma para defender las tesis del obispo de Almería”.

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