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Los trinitarios se van de Villanueva del Arzobispo

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Lo anunciado ha llegado:

http://www.diariojaen.es/provincia/villanueva-del-arzobispo/la-orden-trinitaria-abandona-el-santuario-de-la-fuensanta-YA2310199

Los trinitarios dejan ya el santuario de la Virgen de la Fuensanta. Después de 132 años de presencia.

Un episodio más de esta enorme tragedia religiosa que está dejando a España sin religiosos y religiosas.

Quedaban tres frailes mayores de 70 años. Se van.

Poco refuerzo van a suponer en otras comunidades trinitarias. Más bien en la casa de retiro de ancianos que tengan. Y no como refuerzo sino como carga.

Qué el Señor vuelva sus ojos misericordiosos sobre esta España que tiene tan abandonada. O la han abandonado ellos. A España y al Señor.

Sigo pensando que no es normal que la crónica de este desastre inmenso sólo se lea en la página de esta pobre cigüeña. Los demás, a ocultarlo. Pero ahí está. Las órdenes y congregaciones masculinas y femeninas se mueren en España. Y aquí todos en días de vino y rosas. Penoso

 

 

Comentarios
7 comentarios en “Los trinitarios se van de Villanueva del Arzobispo
  1. Como nacido en Villanueva, aunque vivimos mi mujer y yo desde hace muchos años en Sevilla; hemos sentido mucho la noticia de la salida espontánea del Santuario de Fuensanta. Agradecemos muchísimo su trabajo y si apoyo al Samtuario y a la ciudad de Viñlanueva. Estoy seguro que nuestra Virgen de la Fuensanta nunca se sentirá sola?, siempre habrá personas de la cuatros Villas, como Patroma que esacompañándola y sobretodo pidiéndole su ayuda ayuda para todos y todo lo que necesitemos y es seguro que nos ayudará. ! VIVA LA VIRGEN DE LA FUENSANTA! Tus hijos Pedro Maruja!

  2. tampoco es que Cristo hubiera proclamado la perennidad de la vida religiosa… Tampoco es que Cristo hubiera dicho que cada vez va a tener más seguidores. Y desde luego nunca dijo que a sus discípulos se les distinguiría por su cerrilismo y fanatismo como los islamistas…

  3. Menos mal que la Iglesia en España está cojonunca, al decir de un obispillo de cuarta, cuyas carencias son manifiestas y que, seguramente, no debió siquiera ordenarse.

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