Tras ciento veinticinco años de permanencia.
Nunca falta algún troll que arremete contra mí por poner de manifiesto ese estado terminal de la vida religiosa en España como si yo fuera el culpable del mismo o si estuviera diciendo alguna mentira,
Los hechos sin embargo son tozudos y la situación empeora cada día que pasa. Y no hay efecto Francisco que valga. Los cinco años del pontificado de Bergoglio no han mejorado nada sino empeorado todo.
Aunque evidentemente no es el actual Papa el único responsable de esta auténtica catástrofe. Esta inmensa crisis procede del Concilio Vaticano II que para las órdenes y congregaciones religiosas ha sido letal. La tan anunciada primavera eclesial ya no hay nadie que se atreva a mencionarla hoy.
Novus Ordo, quiero decir.
Funesta idea de Juan XXIII, fiel demostración de que se puede ser santo y muy poco espabilado.
Y Pablo VI, introduciendo el Novus Ordóñez, otro genio de la Iglesia.
Totalmente de acuerdo, Pelagio.
Totalmente de acuerdo, Pelagio.
Una pena. pero tal como están los redentoristas, no sé qué es mejor…
Los redentoristas son otra vergüenza.Tanta paz lleven como dejan.
Creo que más bien el problema vino con el Pontificado de Juan Pablo II, que ha sido el período de la historia en que más salidas, más relajo y más desastre ha habido en la Iglesia. Todas las estadísticas coinciden. Durante su pontificado fue un desastre la caída en picado de curas, religiosos, etc. Sobre todo, secularizaciones de sacerdotes.
Asidonense, entonces para usted el problema no es el Concilio sino el «espíritu del Concilio».
Si no hubiera habido el primero, los exégetas iluminados impulsadores del segundo no habrían tenido a qué asirse para su labor destructora.
El CVII no ha servido para nada bueno y sí para mucho malo. No era necesario ni ha traído nada positivo. De eso no hay duda.
Pelagio, yo simplemente me sitúo en lo dicho por Benedicto XVI poco antes de renunciar. El documento «Perfectae Caritatis», que yo sepa no dice nada de abandonar hábitos, dejar arrinconados breviarios, cambiar el tiempo de oración personal en ratos de yoga… Estamos de acuerdo que el CVII pudo dejar la puerta abierta para tales cosas, a nivel de la manera de interpretar, pero también hay los que han interpretado los documentos desde el magisterio y la tradición ininterrumpida de la Iglesia.
Como religioso que soy, tengo que decir que, el Concilio como tal no fue la causa de la crisis bestial que vive la vida religiosa desde los últimos cuarenta años, sino la manera de entender los documentos y la confusión de las diferentes formas de vida religiosa, además de la infestación de ideologías nocivas y destructivas. Las Órdenes mendicantes, por ejemplo, se han visto influenciadas por la forma de vida de los institutos seculares, y han abandonado y destruido siglos de tradición de dichas órdenes.
A la diferencia de otros países, en España vivimos de manera particular un invierno en la vida religiosa, debido al poco espíritu de fe, de oración y de vida regular de los mismos superiores.