Germinans hace un interesante análisis sobre la posición tomada este año por los obispos al frente de diócesis de aquella región en sus cartas dominicales sobre La Diada.
http://germinansgerminabit.blogspot.com.es/2016/09/las-cartas-dominicales-de-los-diez.html
Sólo tres se han expresado sobre ella: Pardo, Vives y Novell. Y los dos primeros cautamente. Sólo el de Solsona se ha esforzado por terminar de convencer a no pocos de que es un gran error episcopal. Algún tiempo pensé que a ese chico le faltaba un hervor, hoy creo que es pura y simplemente un zascandil.
Me parece una sensatísima opción del episcopado esa actitud prudente y desconectada en la mayoría. Que no tiene nada que ver con el amor a Cataluña normalísimo tanto en los nacidos allí como en los procedentes de otros lugares de España a quienes la Iglesia ha encomendado una diócesis en Cataluña.
El obispo no puede ser un elemento de división entre sus hijos en cuestiones que no son religiosas. Bienvenida pues la prudencia episcopal de este año. Y el mentecato que se lama las heridas que él mismo se buscó.
Me parece curioso que en un post donde se pretende argüir con la unidad católica, un comentarista se permita poner de vuelta y media a todos los obispos catalanes. ¿Con qué criterios juzga? ¿Quién le ha dado autoridad para juzgar? Veo que hay gente que como son muy católicos, parece que hasta a Dios le tendrían que decir cómo se deben hacer las cosas.
Sobre este tema, me parece que Aro ha dejado claro el problema y la cuestión. Tengo constancia de que Mons. Novell tiene estudios, conocimiento y buena doctrina, pero también que se pensaba que sus fervores nacionalistas los había templado. Y, efectivamente, son inadmisibles porque son causa de división. Si se critican las intervenciones políticas del clero hasta el siglo XX, que en muchos casos estaban relacionadas con la defensa de materias de fe o costumbres, más aún hay que hacerlo con las posiciones de este obispo no tienen justificación alguna.
Anda mira, así que un buen Obispo lo es de todos sus feligreses pero un bisbe o un obispo etarra según cuántos de cada feligrés haya.
Vaya pedazo de sofisma y te habrás quedado tan pichi. en serio que eres madrileño?
Háztelo mirar machote porque te falta un hervor.
En otro orden de cosas el bisbe Novell cuando no se envuelve en la estelada o se embucha en la camiseta del barça, se viste de bufón.
Es que no solamente es un payaso sino que tiene que demostrarlo permanentemente?
Tiene jugosa subvención de los políticos indepes chupasangres españolas?
Un Obispo no puede hacer como un Coronel francés, que tras la derrota de Waterloo corría detrás de su tropa, diciendo: Tengo que ir a donde vayan mis soldados. Creo que el asunto es a la inversa, al margen de las respuestas ulteriores.
Y supongamos, por hacer un supositorio, que la diocesis de Novell está al 50% entre segregacionistas, y partidarios de la permanencia en España; segun usted, Canali, ¿que tendria que decir monseñor Novell?
Jack:
Temo que ha entendido las cosas al revés, seguramente por culpa mía.
Al hablar de católicos hablo en sentido religioso. El separatismo, al menos en Cataluña, en la realidad considera a los catalanes como superiores, al igual que los nuevos ricos que suelen despreciar a los pobres aunque hipócritamente digan que no.
El católico acepta por igual a un sacerdote cubano, a un español, a un vietnamita o a un congoleño. El nacionalista catatán no, sobre todo si es sacerdote: “¡ volem bisbes catalans!”. De hecho la Iglesia en Cataluña ha expulsado de manera especial a los fieles no catalanes de origen, aunque de hecho los catalanes de origen sean prácticamente inexistentes y los que lo eran en mayor medida en un próximo pasado, no tenían nada que ver con el nacionalismo actual, aunque se empeñen en crear una memoria histórica que nunca existió.
A su vez, eso nada tiene que ver con que sea condenable el ser nacionalista, aunque me parezca un error de bulto y por supuesto los católicos nacionalistas, si dejan de ser católicos, no será por esta razón. Pero lo que es inadmisible es que se instrumentalice la Iglesia y la religión para defender posturas nacionalistas. O incluso para apropiarse bienes eclesiásticos patrimonio de los fieles y no me refiero solo a los bienes aragoneses.
Jack Linois: La Iglesia, con el Papa Juan Pablo en cabeza, y en todo lo referente al derecho internaciona, se manifiesta contra el pretendido derecho de secesión. Además un Obispo o lo que sea -pues aquí entraríamos en otro tema- como Novell, por imperativo de su ministerio debe ser factor de unidad. Si eso no es así, no me hable de unidad católica, pues a su manera, no difiere de Setién, que por lo menos no era un histrión.
Hay una vieja táctica que dominan con maestría los secesionistas y, en este caso, el clero, regular y secular, del Principado . Algo dejà vu par quienes penamos y trabajamos –y hemos dado trabajo– del Ebro a las fuentes del Ter. Declarar de entrada que no se es separatista para meter como un obús doctrina insana. El sofisma hipcrita de iovell –hay que estar en la secesión para encauzarla. En vez de condenar un acto objetivamente inmoral, como denunciaron los obispos italianos y con ellos Juan Pablo II, lo damos por bueno. ¿A quién quieren engañar? De hecho la redacción de una constitución sería posterior a la indepoendencia. Ya tendrán tiempo de sumarse a esa vileza moral. Apoyarla ahora es lisa y llanamente un corte de mangas a la doctrina de la Iglesia.
Otro sofisma afín, aunque con el mismo ropaje taimado, es decir, no soy separatista, pero no menos criticable que el nacionalismo catalán es el nacionalismo español. La Iglesia es católica en todos los sentidos. En efecto, la catolicidad es una de las notas distintivas de la Iglesia, junto con la unidad, la santidad y la apostolicidad. Pero no se trata de una cuestión de unidad española en cuanto española, sino de una unidad secularmente cementada de una comunidad que no puede romperse por mortivos espúreos, racistas y egoístas. Resulta penoso que los laicos y curas barceloneses estén hoy mismo presionar a Omella en la designación de curas y tenga él que responder que son catalanes. Y eso en unas parroquias donde el noventa y tantos por ciento son castellanohablantes. CVontra Omella se han sumado jesuitas y teresianas. . No nos damos cabal cuenta de que el separatismo es perversamente inmoral. ¿Habrá algo más antievangélico que la conducta de esos curas y esas monjas en nombre de un dios de barro ?
No Novell, aparte de una formación teológica perfectamente mejorable, muestra o mala voluntad o arrebatos políticos que no sabe refrenar.
Yo soy católico, apostólico y romano. Además soy madrileño y estoy en contra de la independencia de Cataluña, y de todos los independentismos que intentan romper la unidad de España.
Dicho esto, me permito discrepar de la idea de catolicidad asociada a la geografia. La Iglesia es catolica como iglesia, y eso quiere decir, creo yo, que si por una desgraciada casualidad Cataluña se desgaja de España y logra la independencia, la unidad de los catolicos, la catolicidad, vaya, seguiria existiendo entre Cataluña y Espeña siempre que se siguiera la misma doctrina y fidelidad a Roma.
Puede gustar o no gustar Novell, pero creo humildemente que acusarle de reomper la catolicidad es desaforado. En cuanto a doctrina, Novell es fiel seguidor de la Iglesia catolica en todos los aspectos que suscitan rechazo entre los fieles, como puede ser matrimonio homosexuel, aborto, etc. Evidentemente no es Reig Pla, pero a lo mejor habria que darle tiempo.
No tiene que ver nada con Setién, que apoyaba a los etarras en los momentos mas crudos de la guerra con ETA.
Yo creo que no deberiamos mezclar churras con merinas, porque si creeemos que la catolicidad es política, entonces deberiamos defender los cristianos que sólo hubiera un estado en el mundo mundial, con sede en el Vaticano, y eso evidentemente es una majaderia.
Giorgios:
Creo que lo que dice tiene cierta lógica y está expresado en un tono muy sensato, pero a mi juicio es erróneo:
– Está en línea con la teoría del mal menor, que acaba desembocando en el MAL. Pues es la introducción progresiva en el mal, pero con vaselina para que no se note.
– La Iglesia es Católica, y si no es católica, no es. Esta ha sido una lucha constante desde hace 2000 años, con numerosos obstáculos y fracasos con herejías nacionales como la Luterana en alianza con los Príncipes o la Anglicana e incluso la calvinista o la presbiteriana.
– En caso de llegar a la independencia, seguramente tendremos lo que nos merecemos y naturalmente que la Iglesia debe seguir haciendo su labor, pero como Católica, fomentando la convivencia, la Caridad y la fraternidad. Carece de sentido que miembros de la Iglesia contribuyan a avivar las diferencias y sembrar cizaña. Cuando hubo persecuciones no se distinguía entre romanos e hispanos sino entre cristianos y paganos y se salvaban los renegados que abandonaban el cristianismo; y eso siempre ha sido así, lo mismo con le judaísmo inicial o con las revoluciones.
En fin creo que estamos llegando a un punto de no retorno en que nos merecemos lo peor. Seguramente habrá algún alma pura que estará pregunta: Señor : ¿y si hubiera 50 justos?, ….
Los obispos catalanes, salvo dos (Tarrasa y Vich) son pésimos.Del de Lérida diré algo cuando devuelva lo robado a Aragón; al de Tortosa ni lo conozco.Lo demás, desecho de tienta.Que gente como Pardo, Cortés o Vives hayan llegado al episcopado pone los pelos de punta incluso a una rana. Pardo es un horror con piernas; Taltavull, un enemigo de la Iglesia por su progresismo, y de España, por su secesionismo; el tarraconense, un cero a la izquierda; Cortés, un inútil integral.En fin, mejor no seguir.Y a varios de estos los promocionó Carles, que, escogiendo colaboradores, tenía olfato de perro.
A ver, me parece que nuestro primer deber es para con la verdad, si no, la Verdad no puede encarnarse. Y en este sentido me parece que en general se ha cometido un error grave al leer lo que dice Novell. El plantea una preocupación que a mi hace tiempo que me angustia, incluso. Si consiguen la independencia -Dios no lo quiera- ¿qué Cataluña quedará después’ A vosotros no sé si os importa pero a mi si, puesto que como catalán, me quedo -¿qué otra cosa podría hacer? ¿No es razonable entonces intentar ejercer la máxima influencia «católica» -que será poca, ya lo sé- en la constitución? ¿Y no es el momento de la redacción inicial dónde se puede influir más? En cuanto fragüe ya no habrá nada que hacer.
Resumiendo, por mucho que nos aterre la secesión, convendrán conmigo que, si se da, la Iglesia debe seguir peregrinando en Cataluña como en el resto del mundo, ¿no? Me parece tan legítimo luchar contra la independencia como a favor de la independencia menos inhumana posible.