Los jesuitas lo único que hicieron en Bellvitge fue alentar el comunismo y la teología de la liberación, mientras sus colegios eran privados y el único colegio nacional de hizo muy a pesar de los jesuitas y fue el que verdaderamente llevó la escuela pública por iniciativa de la Asociación de Cabezas de Familia de Bellvitge, que no de la Asociación de Vecinos. En fin, ciao, goodbye, nunca tenían que haber llegado, padre Iturralde SJ de infeliz memoria.
Existía en el barrio de Bellvitge una buena comunidad de Teresianas con un buen director espiritual, el claretiano pare Josep Maria Solé Romá, fill del Cor Inmaculat de Maria, un buen hijo de sant Antoni Maria Claret (martir en vida: compañero de los martires claretianos de Barbastro y que sufrió un atentado en 1980, sufriendo sus consecuencias hasta que murió en los 90) . El colegio iba muy bien y hacía una gran labor en el barrio. Cuando las Teresianas cambiaron de director espiritual y se encomendaron a los jesuitas, el colegio, paso a paso, dejó de hacer el bien que hacía en un barrio que ya estaba totalmente desastido espiritualmente. Esperemos que las parroquias de Bellvitge ahora estén encomendadas a buenos sacerdotes, enamorados de Cristo, con celo apostólico y superemos el páramo espiritual al que Bellvitge, que acoge a miles y miles de personas, fue condenado hace más de 40 años. Qué mal se trató a la inmigración que en los años 60 y 70 vino a Catalunya! Cuando hablamos de los jesuitas (actuales) nos viene a la cabeza la tragedia del txapapote: «Nunca mais». Que san Ignacio nos provea un cambio, que nunca vemos llegar
Una muy buena noticia. Otro lugar donde dejarán de hacer el mal. Y es que de donde se van los arrupitas, es para no volver. AMDG.
Los jesuitas lo único que hicieron en Bellvitge fue alentar el comunismo y la teología de la liberación, mientras sus colegios eran privados y el único colegio nacional de hizo muy a pesar de los jesuitas y fue el que verdaderamente llevó la escuela pública por iniciativa de la Asociación de Cabezas de Familia de Bellvitge, que no de la Asociación de Vecinos. En fin, ciao, goodbye, nunca tenían que haber llegado, padre Iturralde SJ de infeliz memoria.
Existía en el barrio de Bellvitge una buena comunidad de Teresianas con un buen director espiritual, el claretiano pare Josep Maria Solé Romá, fill del Cor Inmaculat de Maria, un buen hijo de sant Antoni Maria Claret (martir en vida: compañero de los martires claretianos de Barbastro y que sufrió un atentado en 1980, sufriendo sus consecuencias hasta que murió en los 90) . El colegio iba muy bien y hacía una gran labor en el barrio. Cuando las Teresianas cambiaron de director espiritual y se encomendaron a los jesuitas, el colegio, paso a paso, dejó de hacer el bien que hacía en un barrio que ya estaba totalmente desastido espiritualmente. Esperemos que las parroquias de Bellvitge ahora estén encomendadas a buenos sacerdotes, enamorados de Cristo, con celo apostólico y superemos el páramo espiritual al que Bellvitge, que acoge a miles y miles de personas, fue condenado hace más de 40 años. Qué mal se trató a la inmigración que en los años 60 y 70 vino a Catalunya! Cuando hablamos de los jesuitas (actuales) nos viene a la cabeza la tragedia del txapapote: «Nunca mais». Que san Ignacio nos provea un cambio, que nunca vemos llegar