| 18 enero, 2023
Trasladan a los mayores de su residencia en la ciudad a otros centros de España con plazas vacantes tras los numerosos últimos fallecimientos.
Cierto que ese no era un centro de pastoral diocesana sino de atención a los jesuitas ancianos allí concentrados pero no cabe duda de que la presencia en Málaga de la Compañía se reduce y hasta también desaparece el ministerio, por pequeño que fuera, de algunos de los allí alojados.
Un caso más, aunque no de los más llamativos, de la desaparición de la vida religiosa en España.
Que se preparen Manresa, Javier, Loyola, Deusto, Areneros, Chamartín…
Hubo un tiempo en el que se cerraban casas y se abrían residencias de ancianos. Ya están cerrando hasta esas residencias.
Es lo que pasa cuando no se sirve a Dios, se corta el sarmiento y se seca.
No puedo más que recordar al muy querido por estas tierras malagueñas, P. Jorge Loring S.J., que con más de 90 años no había perdido su celo evangelizador. Dios le haya dado el ciento por uno, él era un verdadero Jesuita.