Un grupo de curas valencianos, los rectors del Dissabte, reclaman el conocimiento del valenciano para ser ordenado sacerdote en la archidiócesis de Valencia.
Me parece una supina estupidez pero no voy a entrar en si el valenciano, lengua, dialecto o lo que sea, que seguramente es minoritario en la archidiócesis y donde todos entienden el castellano, no es requisito esencial para recibir el orden sacerdotal sino en una astucia hoy ya desautorizadísima por mentirosa. Los Rectors del Dissabte. ¿Y quiénes son esos? Pues un truco para aparentar que son alguien siendo la nada.
Hemos conseguido acabar con aquella trola eterna de los mil asistentes al Congreso de la Juan XXIII cuando no deben llegar a los dos centenares. Cifra a la que tampoco llegan los romeros de las Romaxes. Y ello sin tener en cuenta la edad de los mismos que va a precipitar en muy poco tiempo esa cifra. Se ha pinchado también aquella mentira de los trescientos curas de Madrid opuestos a Rouco y esperanza de la renovación de la archidiócesis. No deben llegar a veinte y la mayoría en puertas del dodotis. Cuando uno de ellos quiso montarle al cardenal arzobispo emérito un escrache a su llamamiento acudió la multitud de… una docena de personas. Y lo mismo cabe decir de los tan socorridos foros: Alsina, García Laviana y alguno más como este valenciano que son la absoluta nada y por eso rehúyen permanentemente retratarse.
Esa vieja estrategia está tan desacreditada que ya no engaña a nadie. Rectors del Dissabte: no son nadie, no mueven a nadie, no interesa a nadie lo que ustedes quieren, me refiero a la Iglesia, pues váyanse a tomar… viento.
Realmente lo que quieren es imponer el catalán en Valencia, el valenciano para ellos no existe. Es de suponer que estarán teledirigidos (y quizás subvencionados) desde Barcelona, pero igual hasta actúan gratis: No es descartable que quieran «ofrendar nuevas glorias a Catalunya» libre y voluntariamente. De esos hay en Valencia multitud. De «rectors del dissabte» cualquiera sabe su número, como dice el Blogger.
Soplagaitas sin fronteras: como si el valenciano fuera algo. No sirve para nada ni aquí ni allá. Ni el catalán. La misma mierda (FG dixit). Ni estos que lo preconizan soplados por la faramalla indecente de la extrema izquierda. Panda de bobos.
Una colección de enfermos mentales peligrosos.Para ser cura se necesitan la Biblia, el Catecismo y el Código de Derecho Canónico.Lo demás sobra.Cuando voy al médico, no me fijo en su idioma, sino en si hace lo acertado o es un patán.
Siempre se ha sabido en los portales de Internet que los «Rectors» esos (o seguramente el rector, porque son él, el sacristán a la fuerza, el tambor, el embudo y la bandera) son separatistas zumbados.