Pues esto y mas es lo que le espera a la Iglesia catalana si llegan a triunfar sus «amigos». Hace falta ser cenutrio potenciar desde las iglesias a sus declarados enemigos. Pues lo son y los hay.
Yo de Pujol y Novell me lo creo porque no dan más de sí sus escasas y deterioradas neuronas. En Vives me extraña más porque ese tonto no es.
Pues a pagar IBI Montserrat y la Sagrada Familia en una primera fase mientras se espera la segunda en la que la Iglesia perderá su titularidad respecto a todas las iglesias. En una tercera seguramente les cobrarán un alquiler por la utilización de esos bienes del pueblo a la espera de que los dueños, el pueblo, los pongan en la calle definitivamente. Aunque hay dudas sobre esta cuarta fase pues igual no llega. Por no haber ya nadie a quien echar. Se habían ido todos.
http://www.forumlibertas.com/los-frentes-abiertos-de-la-iglesia-en-cataluna/
Pero si incluso a nosotros, templos del Espíritu Santo, nos quieres desamortizar con su laicismo rampante…-
La cabeza la tienen donde el culo. Están así de perdidos. Gentuza que se cree «importante». Lo progre les envenena la sangre. Y lo progre es mentira, problema, memez, criminal o infantiloide. Que elijan.
Querido Don Paco Pepe, el problema de la Iglesia en Cataluña no son sólo los curas y monjas separatistas, porque aquí en estas tierras cura, fraile, monje o monja secesionista es un pleonasmo. El problema principal es la ignorancia supina y mala fe de los obispos. A veces, la mala fe vence a la ignorancia. Es es el caso de Pujol, Novell o Vives, que mienten y, como apostillaba Redondo ante Marcelino Camacho, saben que mienten. Pero es que incluso lo que tienen buena voluntad en el tema del separatismo andan a ciegas y se han dejado embaucar por el nazismo separatismo. A veces se escandalizan de que a los católicos separatistas se les llame nazis. A uno le recuerdan los católicos bávaros hitlerianos, que los hubo. Por no hablar de los contemporizadores democristianos de Von Papen.
En un afán por aclarar las cosas, el obispo valenciano de Sant Feliu ha caído de bruces en la trampa secesionista. Con lo fácil que es espejarse en la doctrina de Juan Pablo II y en el dictamente de la Conferencia Episcopal Italiana ante los postulados separatistas de la Padania. «Inmorales» los calificaron ambos. Agustín Cortés, el obispo en cuestión, ha escrito dos epístolas sobre el «discernimiento político», cuya conclusión es que unos opinan blanco y otros negro. No dice cuál es la doctrina social de la Iglesia. Se limita a reducirlo todo a «discernimiento». Ignora de intento lo que han dicho las autoridades mencionadas. Con sonados disparates teológicos, como alguien le afeó en Germinans.
No para ahí el clero secesionista, cizañero donde los haya. Han empezado a reescribir los sucesos. Y ahí tiene las páginas vergonzosas de los jesuitas de Cristianisme i Justicia, los mismos jesuitas que se confabularon con el secesionismo para engañar a la policía nacional y «educar a los críos» con dibujos de un rey sanguinario y cruel con los niños, que hablan de «olvido y perdón». Como decimos en catalán «quines galtes», tradúzcase por qué jeta. Otro portal oficialista de los curas y obispos catalanes retuerce asímismo lo ocurrido culpando a los demás lo que fue una de las páginas más ignominiosas de la iglesia en Cataluña.
Sarna con gusto no pica. A quien quiere caldo se le da tres tazas.
Llevan años sembrando el mal y caminando de la mano de satanás. Ya les llegará la hora de recoger lo sembrado. Ahí vendrá el llorar y rechinar de dientes.
Lo curioso es que las desamortizaciones no sirvieron nunca para el pueblo, sino más bien para despojar la pueblo de lo que era suyo, para dárselo a los compinches. Suele olvidarse, que en la desamortización, además de los bienes de la Iglesia se despojaron los bienes comunales de los ayuntamientos, entregándolo a los amiguetes de izquierda a precio de saldo y formando una casta de latifundistas. En cuanto a los bienes de la Iglesia fueron originados por las donaciones del pueblo, en dinero y en trabajo, que fueron los que lo usufructuaron junto con el mantenimiinto , y de los que fueron despojados en favor de unos supuestos protectores del pueblo.