Los dominicos han dejado la parroquia de Santa Catalina de Siena de Madrid

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Fachada de la parroquia de Santa Catalina de Siena

Una gota más de este goteo incesante. ¿Es poco caritativo decir que un fracaso más? Porque eso es lo que hay:

http://www.abc.es/espana/madrid/abci-parroquia-santa-catalina-siena-abrazo-y-casa-mision-calle-201704290041_noticia.html

Me consta de un  dominico español que al comentarle alguien el auge que la orden estaba conociendo en Estados Unidos, la provincia del Sur de Francia y en algún otro lugar, le respondió:

Eso es un horror. Mejor desaparecer que el que vuelva aquello.

Pues en ese trance están los españoles. Que han arrastrado además a la desaparición también de las dominicas. Salvo algún caso excepcional.

 

Comentarios
20 comentarios en “Los dominicos han dejado la parroquia de Santa Catalina de Siena de Madrid
  1. María, la Flor de Mayo

    04 de mayo 2015
    Fray Buenaventura Chapman, O.P.

    «Las lluvias de abril traen las flores de mayo.» ¿Te acuerdas de esa pequeña rima, ¿no? Crecer en Buffalo significaba que a veces estos remojos tenían la variante de la nieve, pero dieron lugar a esas flores de primavera, en mayo. Y en mi casa había un montón de ellas, especialmente rosas, la planta favorita de mi madre en el jardín. Pero mayo no es sólo el mes de las flores de primavera; también es el mes de María. Y la conexión entre María y las flores de mayo, especialmente las rosas, es admirablemente apropiada.

    En primer lugar, las rosas aún no están bien desarrollados porque tienen su, comienzo como pequeñas semillas. Pero estas semillas tienen un destino, se les ha predestinado a florecer en una de los más selectas entre las bellezas naturales. Estas hermosas flores están ocultas, enterrados en la tierra, esperando el «tiempo señalado» para hacer su aparición. Igualmente, María no entra en la historia de la salvación en pleno desarrollo.
    Sus inicios se remontan a la alborada de los tiempos, como dice la Lumen Gentium: «y está proféticamente anunciada en la promesa de la victoria sobre la serpiente, que se le dio a nuestros primeros padres después de su caída en el pecado» (LG 55). María fue escogida y ocultada «antes de la fundación del mundo» (Ef. 1: 4): fue la simiente del Redentor que vendría.

    En segundo lugar, cuando la semilla se convierte en un tallo y comienza a crecer fuera de la tierra, aún no hay ninguna rosa: pero el tallo, las espinas y las hojas presagian ya, la cercanía de una rosa.
    Es duro y difícil trabajar con espinas. La venida de María tampoco estuvo exenta de espinas y fealdad. La tradición atribuye la genealogía de Jesús, que se encuentra en Mateo, a la estirpe de María, y el elenco de personajes referidos no muestra enteramente un paradigma piadoso.
    Abraham mintió al Faraón acerca de su esposa, Jacob engañó a su padre, Tamar engañó a su padre, incitándole a dormir con ella, Rahab fue una prostituta en Jericó. De todos es sabida la infidelidad de David con Betsabé, Roboam causó la ruptura del Reino de Israel , Manasés provocó el exilio de Babilonia, y así sucesivamente. Se trata de una genealogía espinosa, en la que aparecen no sólo una línea dinástica y el rencor sino también el arrepentimiento.
    Esto no es un problema para Dios, Que eligió a María desde el principio y a través de los pecados de la historia de Israel para procuró llegar a Ella.

    En tercer lugar, siempre me pareció que las flores y los colores de las rosas, habían aparecido de repente en una mañana.
    Al salir los brotes, se nos representa un anticipo de la gloria futura, pero un momento decisivo en el jardín era siempre la caída de las hojas exteriores, quedando al descubierto la más bella de las flores. Lo mismo sucedió también con María: todas las historias de su infancia están rodeadas de leyenda, basada en la tradición, pero, obviamente, esta doncella hebrea no era una niña normal y corriente.
    El Evangelio apócrifo de Santiago nos dice: «Ella hizo un santuario en su alcoba, y no permitió que nada común o inmundo entrara en él.» Sin embargo, nadie, ni siquiera María, estaba preparado para la Anunciación, el momento en que «María es introducida definitivamente en el misterio de Cristo «(Redemptoris Mater, 8). El fiat de María es la apertura de la flor de la salvación de Dios.

    En cuarto y último lugar, consideramos el color y el olor de esta bella flor. Si bien hay muchos colores creados a través de la hibridación, las rosas rojas naturales son las que tienen el perfume más agradable. Mi madre siempre decía que había que elegir entre los ojos y la nariz: no se pueden tener colores salvajes con aromas picantes. Lo mismo sucede con María, que tan sólo por la Redención obrada en Cristo, tiene la plenitud de la santidad l y el poder. Su «influencia salvífica … brota de la sobreabundancia de los méritos de Cristo, se apoya en su mediación, depende totalmente de ella y extrae de la misma todo su poder» (LG 60). El Catecismo resume esta relación Madre-Hijo muy bien: «Lo que la fe católica cree acerca de María se basa en lo que cree acerca de Cristo, y lo que enseña sobre María ilumina a su vez la fe en Cristo» (CIC 487). El Beato Cardenal John Henry Newman dice lo mismo: «Las glorias de María provienen de la bondad de Jesús … la alabamos y bendecimos como la primera de las criaturas, porque confesamos y proclamamos debidamente a Cristo como nuestro único Creador.»
    Separar de María la función redentora de Cristo, sería muy similar al cultivo de una rosa con un color que no fuese el rojo: no importa la hermosura de este nuevo matiz, pues, la rosa carecerá de esa maravillosa fragancia, del «buen olor de Cristo,» que veneramos analógicamente en nuestra devoción a María.

    María es, llamada en las Letanías de Loreto, la Rosa Mística, la Flor de Mayo. Cardenal Newman, resume esto muy bien, en sus reflexiones sobre las Letanías lauretanas:

    «María es la flor más hermosa que jamás se vio en la vida del mundo espiritual. Por el poder de la gracia de Dios, en esta tierra seca y desierta alguna vez han crecido todas las flores de la santidad y la gloria. Y María es su Reina. Ella es la Reina de las flores del espíritu, y por ende, recibe con toda propiedad el nombre de Rosa, coordinación y síntesis de la belleza de todas las flores más hermosas.

    En este mes, el mes de María, pasemos unos momentos adicionales por la rosaleda de la devoción mariana, porque es allí que Cristo nos amó y sigue amándonos, morando en su fragancia.

  2. Perdona Super oveja, ¿quiénes dices que son fieles al Magisterio?. Iba a decir queme da la risa, pero en realidad me dan ganas de llorar

  3. La Belleza que nos mueve a creer
    Fray Henry Stephan OP
    29 de abril de 2017
     

    En el banquete posterior a una boda católica, a la que asistí recientemente, el padrino se dirigió a la mesa donde estábamos sentados el Sacerdote y yo Después estrechar con entusiasmo nuestras manos, se volvió hacia el sacerdote y le dijo: «Padre, la ceremonia fue tan bella, que realmente me ha motivado a querer creer.» Sin pedir permiso, se dio la vuelta y comenzó a bombear los brazos de otros huéspedes.
    Uno podría verse tentado a desechar sin más este comentario, considerándolo tan sólo una amable observación hecha por un caballero que estaba, con toda probabilidad, alegre por el momento gozoso de la circunstancia, y quizás con alguna copa de más.
    Sin embargo, lo dijo con la suficiente sinceridad y convicción (y por cierto, con toda lucidez) de tal manera que sus palabras me dieron pie para detenerme a pensar.

    Es algo obsesivo y compulsivo en mí: tras asistir a una liturgia como esa boda, no puedo dejar de revisar todos los pequeños errores y detalles. El Padre debería haber dicho esto, o mejor aún, omitido lo otro. El acólito podría haber sido más rápido en su cometido. El lector meditaba en demasía sobre las virtudes de la puntuación. Y este organista seguramente nunca nos sorprenderá con una pieza e interpretación originales.
    Estando yo ocupado en mis cavilaciones, no me cabe la menor duda de que la providencia tenía preparado el comentario de este padrino para darme una sacudida y ahondase en la profundidad y belleza de la liturgia.

    Los que somos bendecidos con la suerte de participar en la Misa con regularidad, es posible que olvidemos fácilmente lo que es un poderoso canal de gracia, incluso cuando nos concentramos en los incidentes.
    El caballero en cuestión experimentó algo fuera de lo común en esa boda. Fue testigo no sólo de un ritual humano que consuela nuestro deseo natural de una acción simbólica, que da sentido a nuestra vida, sino mucho más que eso: Fue testigo de una liturgia que hizo que todos los asistentes fuesen conscientes de que formaban parte de algo que les trascendía.
    En la Santa Misa, Dios rompe la rutina cotidiana, lo banal y lo autorreferencial.
    Los acontecimientos salvíficos pasados ​​se hacen presentes, y lo celestial y milagroso se proclama con solemnidad ante nosotros.

    En una sociedad que busca desmitificar y desacralizar todo, no es de extrañar que la simple observación de lo que ocurre en la liturgia celebrada con dignidad y fervor, puede dejar una impresión, semejante a la que manifestó el padrino de la boda.
    Y esto es aún más cierto en una Misa nupcial que santifica de una manera muy hermosa, el consentimiento y la fidelidad de una pareja, que se toma muy en serio su fe.
    Una cosa es oírlos hablar de la Iglesia en la mesa. Y otra muy distinta es ver sus creencias hechas reales y duraderas ante sus amigos y familiares.
    La Misa de la boda bien celebrada, como ocurrió en esta ocasión, desafía todo lo que nuestra cultura dice sobre el matrimonio, la familia y la felicidad humana.
    No se trata de briznas o cantos sacáridos de amor, o de celebraciones figurativas: El matrimonio de esta pareja trata de configurarse con Cristo a través del sacramento y la Misa nupcial, y a la vez, edificar el Reino de Dios a través de un amor fructífero y generoso.

    Todo esto no quiere decir que los detalles no importen en la liturgia. Al contrario: Si se pierde el respeto a la Tradición, desaparece el ambiente de misterio y trascendencia.
    La liturgia no es una celebración para tí o para mí: Es nuestro acto solemne de adoración al Señor. Esto quizás haya quedado obscurecido a veces por algunas tendencias desafortunadas en la liturgia después de los años sesenta.
    Tomando prestada la frase de Alan Greenspan, hubo un ajuste de exuberancia irracional, (sin negar la buena intención) tras las reformas posconciliares. Lo que comenzó como un esfuerzo loable para hacer más accesible a todos la riqueza de la liturgia, en algunos lugares se convirtió en un enamoramiento de la novedad y la frivolidad. Demasiado a menudo la persona del celebrante se convirtió en el centro del escenario, suplantando a Nuestro Señor Jesucristo, y un fuerte deseo de protagonismo llevó a muchas abominaciones estéticas que nos persiguen todavía.
    Para sacar provecho de la liturgia, como nos dice el Concilio Vaticano II, debemos acercarnos a la misma con humildad, reverencia y una gran dosis de buen gusto.

    En su corazón, la Misa debe ser un anticipo del cielo, pero en este lado del paraíso, el elemento humano siempre estará presente.
    Idealmente, esto debería recordarnos la Encarnación, como otro ejemplo de cómo Dios realiza las cosas más sublimes y maravillosas a través de instrumentos de la humanidad caída. ¿Podemos tener alguna duda de lo que Dios puede hacer por nosotros en los sacramentos cuando Él ha garantizado su eficacia?
    ¡Con qué rapidez se puede caer en la incredulidad y la distracción ocasional a causa de los fallos de aquéllos que actúan como canales de gracia en nuestro mundo!
    A pesar de todas las debilidades y fracasos de los ministros de Cristo, todavía debemos estar interesados ​​en lo que el padrino de la boda sintió aquel día: Aquí está en juego algo totalmente distinto, y nos reclama de manera desenfrenada.
    Hay profundas corrientes subterráneas de fe que fluyen en la Misa, y a veces pasan inadvertidas. Que nuestra oración en cada liturgia sea la del padre del muchacho afligido del Evangelio de San Marcos: «Señor, creo; ¡Pero, sé ayuda de mi incredulidad! «

  4. Las heridas del amor del Viernes Santo
    Santa Catalina de Siena

    Santa Catalina de Siena, consejera de los Papas y declarada Doctora de la vida espiritual, murió en Roma en 1380.
    A pesar de haber perdido el uso normal de sus piernas, fue capaz de caminar a la Basílica de San Pedro durante la Cuaresma de ese año. El Padre Romanus Cessario OP, pregunta en su nuevo libro, «Sangre Compasiva: Catalina de Siena sobre la Pasión,» publicado por Magnificat (cuyo principal capítulo es un hermoso Devocional).
    El Padre Cessario cita a la Santa en su respuesta: «Dios me impuso esta obediencia durante todo este tiempo de Cuaresma.»
    «Y debo asistir a la Misa todas las mañanas al amanecer, lo cual, como sabéis, me es imposible, pero la obediencia a Dios todo lo hace posible.»
    En esta explicación, nos da una idea de la profundidad de su vida de oración y un atisbo del poder de la oración y la intercesión – habla de una familia- que son los hijos e hijas espirituales por los que está orando. El padre Cessario, sacerdote dominico y profesor de teología sistemática en el Seminario de St John en Brighton, Massachusetts, habla de la Pasión de Cristo y de cómo Catalina nos permite meditar mejor sobre la misma en ella, así como de las invitaciones espirituales presentes durante el Tiempo de Pasión.
    El Padre Cessario cita a Santa Catalina: «La espada a Su lado de [Jesús] es la herida de Su costado, revelándonos el secreto de Su Corazón. Es una espada con un punto de luz que debe perforar lo íntimo de nuestro corazón con la fuerza del amor.» ¿Significa eso que un corazón herido es más parecido al de Cristo?
    Padre Cessario: yo diría que un corazón herido es más parecido al de Santa Catalina. Ella premia el conocimiento de sí mismo, incluyendo el reconocimiento franco de los propios pecados. El corazón herido, permita entrar a Cristo el Señor. El Corazón herido de Cristo sana los corazones heridos, mientras sufre la herida de la lanza.
    El Padre Cessario cita a Santa Catalina, refiriéndose al » vínculo del amor por el honor del Padre y nuestra salvación, que lo mantuvo clavado firme en la cruz.» Podemos ser muy miserables . . .¿Por qué Dios haría tal cosa por nosotros?
    Y sigue el Padre Cessario: Por miserable que sea una persona, es una imagen de la Santísima Trinidad. El camino para salir de la miseria reside en nuestro crecimiento en conformidad con la Imagen Divina. Cuando Santa Catalina habla del «honor del Padre» se refiere a la deshonra que el pecado hace al mismo Dios. Dios es Dueño de la criatura. Dios es Dueño de la existencia humana. Dios es Dueño de todo lo que hacemos, excepto cuando pecamos. Así que cuando la criatura peca, deshonra a Dios.
    ¿Cómo es que la compasión y la sangre de Cristo «sirven como principio para la autobiografía de cada cristiano?»
    Responde el Padre Cessario: El bautismo conlleva la primera expresión de la compasión de Cristo hacia todos. Sin el Bautismo, nadie podría participar plenamente en la compasión de Cristo. Así que la autobiografía cristiana comienza con el Bautismo.

    ¿Es irracional que una persona moderna considere la posibilidad de convertirse en hijo espiritual de Santa Catalina?
    Dice el Padre Cessario: Espero que no. Todo el mundo debe convertirse en hijo espiritual de alguien.
    No hay iniciadores en la vida cristiana. Sólo el Padre Eterno goza de innascibilidad, pues es Principio sin Principio. Catalina intuye esta relación fundamental entre ella y el Padre. Una vez que uno se ha convertido en hijo espiritual, puede ser útil como padre o madre para otros.
    De lo contrario, como ocurre con los ideólogos y los tiranos, se somete a otros uno mismo y no al Padre Celestial.
    ¿Qué es tan importante en las últimas palabras de Jesús en la Cruz, que se describe como «un sermón bien construido?
    Responde el Padre Cessario: Tradicionalmente, las últimas palabras de un hombre tienen un peso especial, ya que es difícil imaginar circunstancias en las que un moribundo se beneficiaría de no decir la verdad.
    Los Evangelistas obviamente, consideraron las palabras de Jesús en la cruz como dignas de mención especial. Las Siete Ultimas Palabras nos ofrecen una perspectiva de lo que implica la vida evangélica.
    ¿Por qué se dice que que debemos «cultivar la confianza en la misericordia divina?»
    Responde el Padre Cessario: Porque ninguna otra confianza nos gana la vida eterna. ¿En qué misericordia se apoyaría? Esta verdad aparece más refulgente a la gente en el lecho de muerte. Allí, el moribundo reconoce que todas las misericordias terrenales, todos sus honores ya no le sirven de nada. Sólo Dios le puede ayudar.
    Quienes se alejan de la misericordia divina en su lecho de muerte corren el riesgo de perderlo todo.
    ¿Cómo podemos entender adecuadamente las palabras de Jesús en la cruz: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»
    El Padre Cessario nos recuerda que Jesús nunca se conoció a Sí mismo como abandonado, a pesar de que tuvo esta experiencia. Hay una diferencia entre la experiencia de los sentidos y el conocimiento espiritual. Es fácil reconocer esta diferencia en la vida cotidiana. Los síntomas angustiosos de una gripe dejan una sensación negativa. Pero, pocos concluyen que este sufrimiento les conducirá a la muerte. Se sabe que la medicación y el descanso proporcionan una curación segura.
    ¿Qué nos dice la sabiduría de los santos «acerca del grito de Cristo desde la cruz»?
    Padre Cessario: Los santos viven como si nada los separara del amor de Dios. Se identifican con el grito de Cristo en tanto que subordinan las respuestas y sentimientos de los sentidos a lo que sostienen en la fe para encarnar la Providencia divina. Los santos saben que la Providencia de Dios nunca falla.
    Se dice que «Catalina comprendió profundamente la relación de la estructura jerárquica de la Iglesia con la comunicación de los beneficios divinos que la muerte de Cristo inaugura. En otras palabras: ella sabía que las gracias divinas que Cristo obtiene por Su muerte en la cruz nos alcanzan los beneficios previstos, a través de los Pastores de la Iglesia y los
    sacramentos. Por eso advierte a quienes se alejan del Papa.
    ¿Algo que decir a los escépticos – u ofendidos – sobre este particular?
    Padre Cessario: La Iglesia descubrió hace mucho tiempo que debía distinguir entre la eficacia objetiva de sus ministros y su santidad personal. En caso contrario, el pueblo cristiano concluiría que los beneficios que reciben de los sacerdotes provienen de ellos y no de Dios. En otras palabras, la gente olvidaría que los sacerdotes son meros instrumentos. Por supuesto, para que un hombre sea instrumento de la gracia se requiere que él mismo aspire a una vida santa.
    Cuando el sacerdote falla, incluso de manera seria y grave, sigue siendo instrumento de la gracia divina. Incluso el sacerdote, cuyas licencias ministeriales han sido justamente retiradas, conserva esta capacidad. La Iglesia, requiere además, que use sus poderes consagrados cuando alguien en peligro de muerte pide sus servicios sacramentales.
    ¿Por qué se dice que la ignorancia es «el mayor daño que puede ocurrir a la criatura humana»? ¿No puede haber inocencia al respecto?
    Padre Cessario: Incluso cuando la ignorancia sigue siendo involuntaria, priva a la persona de lo que se requiere para llevar una vida feliz. Un politeísta cultural puede parecer «inocente,» aunque la adhesión a muchos dioses no constituya la felicidad humana.
    De hecho, el politeísta sufre un grave mal, pues, ignora al verdadero Dios.
    ¿Cómo se puede tener una «unión activa con Cristo?
    Padre Cessario: La manera más fácil para un creyente de mantener una relación activa con Cristo radica en la práctica de orar al Santísimo Nombre de Jesús. La unión activa con Cristo significa amar a Cristo. Cuando lo que hacemos o decimos fluye del Nombre de Jesús, entonces todo se convierte en una forma de mantener una unión activa con el Señor.
    Se dice que «nadie puede desprenderse completamente de la realidad del orden creado.»
    ¿Cómo se puede intentar? ¿Qué decir acerca de nuestra cultura de hoy, que nos ha desviado un poco de esto, y cómo volver?
    Padre Cessario: Puedo remitirles a mi Introducción a la Teología Moral. La palabra clave es «completamente». El pecado nos vuelve contra los patrones sabios y amorosos que Dios ha establecido para el orden creado. Si una criatura se separara por completo del orden creado, tal criatura dejaría de existir. Piensa en Adán y Eva. Ellos pecaron contra el mandamiento supremo. Trataron de ponerse a la altura de Dios. Y no dejaron de existir. Sin embargo, comenzaron a existir de una manera muy diferente a la del Paraiso del Edén. Todo pecado debilita nuestra sintonía con la realidad. Pienso en el uso frecuente de la pornografía. . .
    ¿Un consejo para alguien que no ha tenido una Cuaresma especialmente orante o fructífera hasta ahora, pero que desea seguir adelante?
    Padre Cessario: Que acuda a la confesión y luego celebre la Pascua. Amará a Dios de nuevo.
    Para el no creyente que piensa que todo esto suena demasiado piadoso pero sigue intrigado, ¿cuál es la invitación de la Semana Santa? ¿Buen viernes Santo? ¿Buena Pascua de Resurrección?
    Padre Cessario: El no creyente intrigado debe hablar con un sacerdote o con alguien que trabaje en una iglesia católica. Y debe seguir las instrucciones que, el sacerdote le da.
    Estas instrucciones le conducirán al Bautismo. Entonces todo tendrá sentido.
    ¿Cómo puede la Pasión y la muerte de Jesús ayudar a aumentar o profundizar la fe de un cristiano? ¿Cómo puede ayudar Santa Catalina?
    Padre Cessario: Cuando vemos la cruz, se nos aparece el amor que Cristo nos ha mostrado. Y a partir de aquí recibimos un impulso para amarlo a cambio. El amor engendra la esperanza. Confiamos en que Cristo nos dará la recompensa que la fe cristiana nos promete.
    La esperanza profundiza el amor para que amemos más al Dios de la recompensa que la misma recompensa

  5. El futuro es nuestro. Los que fuimos jóvenes con Juan Pablo II y luego ya familias con Benedicto XVI tenemos ya muchos hijos. Somos fieles al Magisterio y a Cristo. Da igual si somos Tradicionales, Carismáticos, Kikos, etc. Nuestros hijos reciben la Fe integra y rezamos al Señor para que le conozcan. Serán libres para elegir si siguen ese camino cuando crezcan, pero la mayoría lo están haciendo. En 2 generaciones seremos muchos más y cada vez más fieles. La Iglesia está siendo purificada desde abajo, pues las nuevas vocaciones son casi en su totalidad más tradicionales. Obviamente en los puestos más altos están personas de 60-80 años que son hijos del Concilio, pero por debajo venimos empujando inconformistas que queremos la Fe integra. Ojalá el Señor nos ayude y nos regale ver algún fruto de lo que estamos sembrando con esperanza y alegría

  6. Aunque de momento mantienen las misas, los jesuitas -como ya comenté en su día- abandonan a su suerte la parroquia de la Inmaculada en Gijón:
    http://www.elcomercio.es/gijon/201703/22/inmaculada-mantendra-misas-pero-20170322000357-v.html
    No se entiende cómo los jesuitas quienes, según ellos, cuentan con más de mil efectivos en España abandonan una parroquia por «falta de curas», según se desprende de la noticia cuyo enlace comparto.

    Ello no ha sido obstáculo, empero, para que el consistorio gijonés, con el voto negativo de Izquierda Unida y Podemos, aliados de muchos jesuitas en su tarea de demolición de la Iglesia, les haya concedido la metalla de oro a los jesuitas de dicha localidad:
    http://www.lavozdeasturias.es/noticia/gijon/2017/04/28/medalla-oro-villa-jesuitas-rompio-vez-unanimidad/00031493378007961553200.htm

    (Johnny-Gin)

  7. Me desconcierta el abandono de los Padres Dominicos. por lo que veo en el artículo es una parroquia «potente», con catequesis, unos 600 «kikos» en sus 15 comunidades, grupo de la Adoración Nocturna, voluntariados… La única causa que se me ocurre es que los dominicos sencillamente no tienen edad para atender esa ni ninguna otra parroquia.

  8. Algunas congregaciones, ante la falta de vocaciones en Europa, han traído hermanos adultos de países donde estaban surgiendo con cierta vitalidad, pero con otro estilo. ¡Los han triturado! ¡Los han despedido por no estar «aggiornados»!

  9. Lo dicho por ese dominico es muy elocuente: en España su vaticinio se producirá pronto y, en efecto, desaparecerán antes que recuperar su carisma.

  10. Lo malo no es el comentario negativo de ese dominico español, sino que ese comentario negativo está bastante extendido y ha sido elevado a rango de categoría en el documento preparatorio del Sinodo de los Jóvenes : No va bien los jóvenes demasiado católicos. Informa Il Timone, de Riccardo Cascioli.

  11. Los dominicos españoles dinamitaron la vida dominicana en México, haciendola inviable (me parece que también en centroamérica).

  12. Sin duda, es mejor que esta forma de entender la vida religiosa desaparezca cuanto antes. Así la regeneración será más fácil.

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