Por supuesto que me refiero a aquellos colegios católicos en los que la catolicidad no se encuentra por ningún lado o apenas.
¿Para qué sirven? Durante algún tiempo, no muy lejano, bastantes colegios católicos, algunos acreditadísimos, fueron fuente de enemigos declarados de la Iglesia. Formados para eso. Cierto que hoy esa deriva al abismo se ha corregido un poco. Pero siguen sin formar católicos. En el mejor de los casos personas tolerantes con todo que es lo que parece llevarse. Todo es bueno salvo los fundamentalismos. Y sin embargo para ser una persona cabal se precisan fundamentos. Y en los católicos fundamentos de fe y de moral.
Claro que de todo colegio católico han salido y pueden salir rebotados con la Iglesia. Lo que no es normal es que todos o casi todos salgan rebotados. ¿Para eso están esos colegios?
El artículo que hoy reproduce Germinans me parece de enorme actualidad y de no menor gravedad. Los colegios católicos deben servir para educar católicamente a sus alumnos. Y además al mejor nivel intelectual posible. Pero lo primero es lo primero, para eso están, aunque sin detrimento de lo segundo. Durante muchos años, siglos incluso, esa fue la tarea de los colegios de religiosos y religiosas. Aunque algunos alumnos pudieran salir mal. Hoy casi lo raro es que alguno pueda salir bien. Y si sale es más por su familia o por su propia autoformación que por la recibida en el colegio. Que católicamente es casi nada y en algunos casos hasta contrario.
Y eso, que es malísimo para la Iglesia, ha significado también su propio suicidio. Al no educar católicamente, de esos centros, masculinos y femeninos, que antes eran su vivero vocacional, no surge vocación alguna. Y se mueren. Ellos se lo han buscado.
Vale la pena leer el artículo de Germinans. Luego cada uno opinará lo que quiera.
http://germinansgerminabit.blogspot.com.es/2016/10/colegios-catolicos-light.html
No sé si comprende mejor que yo, o no, los signos de puntuación. Yo no he hecho ningún comentario al respecto. Lo que le he dicho es que antes de acusar a alguien -de xenofobia o racismo, en este caso-, se lea todos los comentarios previamente. Efectivamente, las comillas se usan para señalar palabras usadas en un sentido distinto del normal. Exactamente como en este caso: tan distinto del normal -que sería escribir las palabras que uno quiere decir-, que no eran mis propias palabras. Su explicación no justifica, pues, su acusación, motivada, cuanto menos, por no haber leído los comentarios anteriores -que es lo que yo le he dicho-. Pero acepto sus disculpas, en cualquier caso.
Alonso_4: Que se priorice el nivel de renta para la admisión, no me parece lógico. Reconozco que no sabía que era el criterio aplicable en Madrid y por ello, rectifico de mi comentario todo aquello que se oponga a este particular. No obstante, y esto no es culpa suya, este criterio selectivo contradice la norma general, toda vez que ella indica que se valorará en primer lugar la cercanía del centro al domicilio del alumno. O viceversa. . Y si la enseñanza concertada es gratuita, al igual que la pública, ¿porqué valorar y, además priorizar, el nivel bajo de renta?
Al decir que la enseñanza, tanto pública como concertada, son gratuitas, me refiero a que el alumno no tiene que pagar. Que bastante dinero nos cuesta la enseñanza, vía impuestos, a os españoles.
CATHOLICVS: Sin ánimo de polemizar, no se si sabré leer o no. Pero los signos de puntuación (o tipográficos), al menos, los comprendo mejor que Vd. El uso de las comillas se utiliza, también, para señalar palabras usadas en un sentido distinto del normal, con el fin de indicar que se han seleccionado intencionalmente y no por error. Incluso para indicar la intención irónica del empleo de una palabra. Por lo tanto, en ese sentido interpreté su texto.
Como quiera que eso me produjo repulsa, le hice el comentario del que Vd. abomina, que quedaba perfectamente justificado en ese contexto. Por lo cual, le pido disculpas, de la misma manera que le perdono a Vd. que me llame, tácitamente, analfabeto y/o malintencionado. Pelillos a la mar.
Trieste: El curso 1970-71 en el que terminó Vd. el preu, lo terminé yo también. Somos quintos, por lo tanto. Y yo, insisto, estudié párvulos (3 años), primera enseñanza (Vd. la llama enseñanza elemental), ingreso, los 2 bachilleratos con sus ahora temidas reválidas y el curso preuniversitario y correspondiente examen en la universidad de las pruebas de madurez del curso preuniversitario, que todavía no eran las PAU, como bien recordará. Pero bueno, no se si entonces era obligatorio o no cursar párvulos. Pero bueno, esta polémica no nos lleva adeterminar si los colegios católicos tienen o no algún sentido.
Yo opino que, por poco que les puedan ofrecer de enseñanza religiosa, siempre será más y mejor que la que, en general, se ofrece en la enseñanza pública. Y, como apunta algún comentarista, también estamos los padres y abuelos para paliar ese déficit. Yo aprendí a rezar en mi casa, con mis padres. Ellos eran los que me llevaban a Misa, a «ver la Virgen», como familiarmente decimos en Zaragoza, a visitar al Santísimo…, etc.
Llevo a mi hija a un colegio de iniciativa apostólica del Opus Dei y estamos muy contentos. Son católicos y ejercen como tal.
En muchos colegios católicos existe una actitud de «postureo» respecto a la religión. En apariencia todo el mundo va a Misa, se reza al comenzar la jornada y/o antes de comer, los niños se apuntan en masa a las actividades de pastoral, hay voluntariados, etc… Pero lo que pasa (no en todos) es que:
-La mayoría va a Misa cuando se requiere (i.e. fiesta de patrón de referencia, durante la Confirmación o la Primera Comunión..), esto es, ven la Misa como un requisito o un acto social.
-En los colegios que yo conozco religiosos la mayoría de profesores es creyente… no practicante.
-La oración de la mañana para muchos niños es: «mirar al suelo un rato en silencio».
-La motivación en los grupos de formación es escasa, y suelen haber dos razones para que la gente se apunte. O van los «guays» (y todo el mundo quiere ser «guay») o por inercia, porque lo dice el cura y/o la familia y punto.
-El voluntariado no suele precisar formación y es muy simple y ayuda a pocas personas, pero vale para echarse la foto y pasar un buen rato con los colegas.
Esa es mi experiencia, y como tengo relación con el mundo educativo sé que cada colegio es un mundo. Aún así esta es la realidad de más de un colegio católico. Aún así los colegios públicos o que sigan el modelo de Fomento no van a ayudar a cambiar la situación. Mis «recetas mágicas» son una buena formación y catequesis y evitar la inercia, i.e. si se pide que los de Primera Comunióin ayuden como monaguillos en días laborales, veremos cuántos se apuntan… Así como mano dura con las actividades que en lugar de caritativas o religiosas sean más bien lúdicas.
Lo que yo conozco, los concertados sirven para que los profesores no vayan al paro y en uno no concertado la enseñanza religiosa es manifiestamente mejorable. La experiencia mía es lamentable, ninguno de los que han estudiado en ellos ha vuelto a pisar una iglesia, en lo que yo conozco.
No dudo que haya colegios en donde se de una cierta formación católica, pero yo cuento lo que conozco.
Creo que sería más positivo unos centros aconfesionales, con inspiración católica y punto. Así al menos la Iglesia quedaŕia al margen de los desaguisados.
También tengo referencias de una universidad católica. Tres cuartos de lo mismo.
Pero si hablamos y nos quejamos aquí del desmadre irresoluble del clero en general y de las órdenes en particular, pues como que los colegios son más secundarios.
Zaragozanico: En los colegios concertados religiosos de Madrid hay siempre más solicitantes que vacantes.
La adjudicación se hace mediante baremos, y se da prioridad a los niveles de renta más bajos.
Y si el padre o la madre son unos cafres, montan un pollo y el inspector les da absoluta prioridad.
Por eso en estos colegios hay más porcentaje de musulmanes o rumanos que los que correspondería si se contemplase sólo el criterio de proximidad.
Zaragozanico: Antes de lanzar una acusación, moléstese en leer los comentarios (TODOS) para evitar meter la pata: esas palabras NO son mías, sino de un comentarista anterior, y las he usado literalmente (de ahí que estén entrecomilladas), precisamente para refutar su afirmación. Si no sabe leer, malo. Si sabe leer y no lo hace, peor. ¿Qué descalifica a quién?
Buenas tardes.
Yo no pretendo ni juzgar, ni justificarme. Soy director de un colegio católico. Evidentemente se parece poco a los que había hace 40 años, en sus aulas me formé yo. Y esto se debe a muchos factores. Seguramente porque los responsables no somos tan santos como quienes hacen estos comentarios en su blog, claro que tenemos que mejorar. Pero los padres tampoco son como los de entonces, la sociedad no es la misma.
¿Tiene sentido un colegio católico? creo que sí, para muchos niños y jóvenes será el único ámbito en el que podrán tener un mínimo acercamiento al misterio de Dios, a su palabra, posiblemente a sus sacramentos; y conocerán la ingente labor de nuestra madre la Iglesia, que desde hace siglos lleva junto con la salvación la cultura al pueblo.
Tiene sentido un colegio católico, sí, claro que sí, sólo basta con ver las caras de los niños cuando cada mañana rezamos al comenzar las clases.
Un saludo y les pido que además de juzgarnos, recen un poco por nosotros.
Zaragozanico : en 1960 , no había preescolar, los cursos que se podían dar y cursé sin repetir eran : elemental 1°, 2° y 3°, ingreso, bachiller elemental 1°, 2°,3° y 4 °( reválida), bachiller superior 5° y 6° ( reválida) y preuniversitario que acabé el curso 1970-71
En los centros concertados la asignación de alumnos la hace la Consejería de Educación correspondiente (que es la que paga a los profesores según el concierto) según criterios de cercanía, …
Suele pasar que algunos centros, concertados o públicos, con fama de contar con mal profesorado los alumnos hijos de padres preocupados los cambian a centros con más reconocimiento y la consejería cubre esos huecos con chavales recién llegados, lo que hace que el porcentaje de inmigrantes, muchas veces latinos católicos, sea mayor.
Por contra hay algunos centros concertados religiosos que, aunque la enseñanza sea concertada y por tanto gratuita para los padres porque la cubre el dinero del concierto público, exigen una elevada cuota obligatoria (y por lo tanto ilegal) en teoría para actividades paraescolares, cuota de la APA, …, para espantar a padres (católicos o no) con menor capacidad económica con la finalidad última de alejar a hijos de inmigrantes.
En cualquier caso dudo mucho que la ausencia de una impronta católica en el trabajo diario de muchos centros educativos católicos esté causada por la presencia de algunos chavales inmigrantes en estos centros y creo más que las razones son de otra índole.
Trieste: ¿Seguro que desde párvulos a preu, tan sólo pasaron 10 años de tu formación escolar? Si tan solo el bachillerato y el preu eran 7 años… Más el ingreso de bachillerato, la primera enseñanza… Vamos, que yo fui al colegio, a párvulos, con 4 años y terminé preu a los 17, a punto de cumplir 18. Y no repetí ningún curso. Me salen más de 10.
Celebrar las bodas de plata de tu curso y que solamente vayan 15 ex alumnos de 50, da idea, esencialmente, del mal recuerdo que tenían la mayoría de tus ex compañeros del colegio, o de los profesores, o de los compañeros o una suma de todo. Salvo las ausencias por enfermedad, fallecimiento, imposibilidad…
Alonso_4. No me creo que al hacerse cargo de un colegio religioso un grupo de seglares, mejorara y mucho la «cosa» de la religión. Será, sin lugar a dudas, tu percepción absolutamente subjetiva y un pelín sectaria la que te hace creer eso. Se nota en los comentarios acerca de la catequesis que impartían las monjas.
Si he de darte, en parte, la razón en cuanto a que la normativa exige mucho a los colegios concertados, y no sólo en Madrid. Y les impide ampliar las horas lectivas de religión. Incluso, en algunas comunidades autónomas, se les impide, o al menos dificulta mucho, la confesionalidad, recordándoles que son colegios privados, pero sostenidos con fondos públicos, no se puede hacer gala de confesión religiosa. Hablo, obviamente, de la enseñanza concertada. Así mismo, la asignación de alumnos, como bien dices, es por zonas, así que a cada uno le asignan los que corresponden por cercanía, esencialmente. Aunque, precisamente, si hay trampas, no es para acoger alumnos de otras nacionalidades y/o religiones. Y si no, que se lo pregunten a los colegios de Fomento.
La referencia xenófoba y racista que haces , CATHOLICVS, te descalifica. ¿Sabes siquiera si esos rumanos, subsaharianos y moros de los que te burlas nombrándolos como lo haces son católicos?
En la iglesia NO deberia de tener ‘crisis’ de vocaciones, ya que controla un sin fin de colegios Catolicos en TODO el mundo. El problema es que estos colegios, dejaron de ser Catolicos, DECADAS atras.
Estudié en los Dominicos entre 1960 y 1970, desde párvulos hasta Preuniversitario. Era un buen colegio, con muchos frailes jóvenes y de mediana edad, había frailes licenciados universitarios que daban Biología, Literatura, Francés, Latín, …y el resto profesores seglares.
La religión, los sacramentos y devociones se enseñaban y fomentaban con buen nivel y sin exageraciones.
Caían guantazos frente a las gamberradas y también expulsiones temporales o definitivas.
Vino el postconcilio y varios frailes se casaron ( uno con la telefonista ) otros se lo dejaron y al 25 ° aniversario de mi promoción fuímos 15 de 50 y a la Misa 3
En Madrid, que es lo que yo conozco, muchísimos colegios católicos son concertados, y están por tanto muy sometidos a la normativa de la Comunidad Autónoma. Y allí van mezclados cristianos, musulmanes, rumanos o marcianos, porque la asignación de plazas se hace por barrios. Claro que esto es en principio, porque en la práctica, y mediante triquiñuelas, tienen preferencia los musulmanes, subsaharianos y demás.
En el de cerca de mi casa, las monjitas dueñas del colegio, mientras estuvieron, fueron auténticas especialistas en apuntar a los niños a alguna religión buenista pero enemiga del cristianismo. Ninguno volvió a pisar una iglesia.
Pero eran muy viejas, se marcharon y lo vendieron. Y ahora lo llevan unos seglares y la cosa (de la religión) ha mejorado mucho.
Entre los años 1969 y 1976 cursé Enseñanza General Básica en La Salle. Como sea que el post Concilio Vaticano II aún no había empezado a hacer estragos dentro de la Iglesia, por lo menos en la provincia en la que yo residía, me siento profundamente agradecido a los Hermanos de las Escuelas Cristianas y a los profesores contratados por la formación recibida. Tanto en la académica, como en la formación religiosa, moral y humana, pues aquellos profesores entregados también se dedicaban a formar a sus alumnos como personas.
Puedo presumir, pues, de haber recibido una educación esmerada, en primer lugar por mis padres, en La Salle, en la Iglesia, por los vecinos, los padres de mis amigos…
Lamentablemente, en muchos sectores de la Iglesia ya no se forma de igual manera a los jóvenes: por ejemplo, yo tuve como catequista a un sacerdote, que fue el mismo que me preparó para la Confirmación. Hoy, en las parroquias que conozco, no sé de ningún sacerdote que imparta dichas enseñanzas, las cuales están en manos de laicos, no dudando del compromiso y buena voluntad de la mayoría de ellos, aunque considero que los sacerdotes diocesanos deberían de implicarse más en dichas labores.
Comparto la opinión del P. José Luis Aberastuti Martínez, refiriéndose a las declaraciones de Bergoglio, en las que el papa jesuita afirma que «la Iglesia en Europa puede convertirse siempre más en Iglesia en salida», mientras que Aberasturi titulaba así su penúltimo comentario en Facebook: «Y tan en salida. Como que casi ni está».
Pues eso. Y es que, en mi opinión, las enseñanzas que se imparten en demasiados los centros «católicos» dejan mucho que desear en cuanto a religión se refiere. ¿Quiénes abdican de ejercer dichas enseñanzas lo hacen por incompetencia, cobardía, o dinero?
(Johnny-Gin)
Como anécdota, un amigo mío, profesor en un colegio religioso, me contaba que los musulmanes prefieren que sus hijos estudien en colegios confesionales católicos antes que en centros públicos laicos porque para ellos la religiosidad es importante, no entienden el laicismo y tienen el concepto de que un centro religioso va a dar una educación global más seria.
Eso es una leyenda urbana: paso a diario por delante de dos grandes colegios «católicos» -creo que uno es privado y el otro es concertado seguro- y hay exactamente la misma «morería» y «rumanorería» que en los colegios públicos de la zona. Evidentemente, a esos niños sus padres no les llevan a dichos colegios por la formación católica que se da en ellos, que como mucho se limitará a la clase de religión -no obligatoria para ellos, al menos, en el concertado-.
No, pero porque en España no quedan colegios católicos. Son colegios que se distinguen principalmente porque no abunda ni «morería» ni «rumanorería «.
Pero ¿qué es un colegio católico? Los hay que de católicos sólo tienen el nombre, y los hay que sin ese nombre, son realmente católicos.
Ante el tema de los rebotados(-as), a menudo unos y otros miran a otra parte.