Los católicos y la nueva situación del PP

por La Cigüeña de la Torre | 26 julio, 2018

Es un análisis externo pues ni era del PP de Rajoy ni pienso hacerme del de Casado. Opino simplemente como católico y sin pretender en absoluto que mi opinión sea  «la católica». Sólo es la de un católico. Sin otro título que el de su bautismo no desmentido en 78 años.

El PP de Rajoy me repateaba. Como su líder. Amorfo cual una ameba, sin el menor convencimiento ni atractivo. Por supuesto  que en mi opinión. Esa política inane, el 155 fue la sublimación de la inanidad, llevó a una sangría de votantes de cifras millonarias. El partido se iba por el desagüe del abrevadero y los abrevados estaban ya alarmadísimos porque se les acababa la mamandurria. De la que tantos vivían. Y muy bien.

Los católicos pienso que se dividían en dos grupos: los alarmadísimos porque aunque esos no hicieron nunca nada en favor de la religión católica tendrán el importantísimo gesto de no fusilarnos y por eso les votaban, cada vez menos, y los cabreados por el secuestro del voto de cada vez menos católicos y que preferían al enemigo declarado que al «amigo» que les hacía el juego.

En esa vorágine del entreguismo de unos y la marcha de otros el gran timonel de la nada abandona el barco cual ¿roedor? Y el partido queda al embate de unas olas que parecen precipitarle a las rompientes.

Y surgen los salvadores. ¿Es que hay algo que salvar?

Una Rajoy de bolsillo, no mano derecha o izquierda del fracasadísimo líder del partido sino ambas manos y pies y hasta cabeza, si la hubiera habido, se postuló para continuar la deriva hacia la desaparición y todo hacía suponer que sería la elegida de un partido suicida. Frente a ella tres candidaturas abocadas al fracaso en un partido de democracia inexistente. Pues ganaron. Con más Rajoy todos se convencieron de que les enterraban. Si no estaban enterrados ya. Y la vida a la intemperie es muy dura. Sin un sueldito, o sueldazo, que llevarte a casa.

En plenas vísperas del Día D apareció un vídeo demoledor para la candidata de bolsillo de Rajoy. En él los apoyos a su candidatura eran Arenas, Montoro y Celia Villalobos. El perdedor permanente en Andalucía, el vampiro que chupaba los dineros a todos los españoles y que luego lo entregaba a manos llenas a Cataluña y la persona del PP mas contraria públicamente a las tesis católicas.  Y prescindiendo de su marido gurú de tantos fracasos electorales.

Pues los perdedores en teoría ganaron. Con fracaso estrepitoso de Rajoy, que  ya había abandonado el barco, y de su alter ego de bolsillo.

Hoy leo que la perdedora absoluta reclamaba en unas negociaciones una posición que Casado no admitió. Y que ya varios apoyos de su candidatura se han pasado al vencedor. Sic transit gloria mundi.  Ni lo tuyos te siguen. Seguramente porque ni eran tuyos ni de Rajoy sino cobradores de un sueldo.  Veo que uno de los pasados es Iturgaiz. Persona que indica todo el camelo de esta situación.

Iturgaiz, creo, si estoy equivocado me lo decís y lo corrijo, era un pobre chico, creo que músico de pueblo, que jugándose el tipo y la vida asumió el liderazgo del PP en Euskadi. No le mataron, tal vez de milagro, y gracias a ello pasó a tener un nivel de vida con el que jamás había soñado.

Me parece muy bien. Se lo ganó con muchísimo riesgo pero ahora su lugar no debería estar con Soraya. Pues lo estaba. Parecía que era la que iba a ganar y había que seguir viviendo. ¿ Y también Marimar Blanco?

Ganaron los otros que me parecen menos malos. Sin entusiasmo alguno. Tampoco les voy a votar. Las primeras declaraciones de Casado son aceptables y el rechazo a las pretensiones de Soraya también pero de ahí a votarle, nanay del Paraguay. No me fío un pelo. Pero a nadie le pido que me siga con su voto. Eso es cosa de cada cual.

La victoria de Casado parece perjudicial a Ciudadanos y Vox que con Soraya al frente, preferida además de Zapatero, tenían más posibilidades. Tampoco es mi negocio. No milito ni en el uno ni en el otro.