| 23 noviembre, 2024
Vamos, que les importa un rábano.
Los datos de González Guadalix son inapelables.
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https://www.infocatolica.com/blog/cura.php/2411230837-conferencia-episcopal-espanol
“No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.” (Lucas 8, 17)
la democracia «inorganica», heredera de la revolucion francesa,parece que significa que cada hombre tiene un voto, que es igual al de los demas, no puede ser forzado ni forzoso. Si no es asi en la Conferencia Episcopal, para que se vota.
Siempre he sostenido que la mejor Conferencia Episcopal es la que no existe. Que cada obispo lleve su diócesis como pueda o quiera y responda ante el Papa. Porque las conferencias sirven para diluir responsabilidades y así nos va.
Es todo un éxito que las redes, facebook y x tengan menos audiencia que le número de religiosos y poco más que led e curas, con lo que conclusión es clara: al clero, en general le importa poco lo que digan.
Pero no toman nota, les va muy teniendo una culpa colectiva, que no es de nadie.
Uno recoge lo que siembra. El sentimiento de indiferencia es mutuo es no pocos casos.
Partiendo del supuesto de la aptitud de los señores obispos para su función y de su buena voluntad (las cuales, ambas cosas, en muchos casos ni están ni se las espera), deberían darse cuenta de que existe una fractura y una total alienación entre ellos y no sólo la gente en general y el pueblo de Dios, sino también con sus sacerdotes; y a todos los niveles (humano, doctrinal, pastoral,…). Viven en mundos distintos, y esto es una verdadera tragedia en y para la Iglesia. Ellos viven en un mundo artificial e irreal y sus curas pasan de ellos (en unos casos para bien y en otros para mal).