Donde estuvieron varios siglos.
En esta tragedia sin paliativos ahora les toca a los carmelitas de Burgo de Osma. Todos se van. Y como no lo cuente yo aquí no se entera nadie.
Seguimos en la ocultación de esa monumental tragedia eclesial, la desaparición de la vida religiosa en España, ante lo que parece que lo único importante es que nadie se entere.
En el último, según leo, han muerto 20 carmelitas y no ha entrado ningún novicio. Pues ya me dirán lo que les espera.
Y lo que ya sería verdaderamente estremecedor es que se fueran y que la Iglesia no perdiera nada. O incluso ganara. No ceo que fuera el caso de estos carmelitas pero hay religiosos que el mejor servicio que pudieran hacer a una diócesis sería irse.
siguen el camino de su comodidad y comunidades de solterones con la vida resuelta. Dejan los lugares apartados y vienen a las ciudades donde ya hay vida religiosa. Deberían mantener las casas en donde ellos solos son presencia religiosa. Ahora son una sola provincia y aún así siguen siendo estériles.
Sigo un poco de cerca a los carmelitas descalzos, y de una cosa me admiro: de lo mucho que les quieren donde han estado, si fueran tal como los pintan los pueblos y ciudades se alegrarían de que se fuesen y no es así, pregunten en Reinosa, en el Burgo, Tarragona o Palafugell… Tampoco es cierto que no han tenido novicios: tomaron el hábito dos el 12 de agosto y profesaron otros dos (uno de la provincia ibérica) y en el postulantado de Granada deben tener cinco y seis o siete en el teologado de Madrid… Si piensan que la culpa la tiene el hábito vean como van los cartujos y cistercienses, que normalmente los llevan o las Concepcionistas de Agreda o Berlanga… el problema es que Vd. los casados se ve que no viven la fe y viven arejuntados la mayoría y así no surgen las vocaciones…
Los frutos del Concilio Vaticano II y la «primavera» que decían que iba a traer a la Iglesia.
Creo que había tres o cuatro carmelitas en El Burgo de Osma. Hace una año trasladaron a Alba de Tormes a uno de los más jóvenes carmelitas, fray Rafael de la Virgen de la Antigua (en el siglo Rafael Pascual Elías), y la casa quedó sentenciada. Si todos los carmelitas fueran como este religioso de origen riojano: sacerdote celoso, espiritual y amante del carmelo descalzo, otro gallo nos cantara.
Y yo sigo preguntándome, ¿Dónde está «Chámame Pepe»?
¿Son carmelitas calzados o descalzos?
Bueno, la vida sigue aunque la iglesia del Carmen pase a la diócesis. Las órdenes religiosas toman sus propias decisiones por razones internas de funcionamiento. No es ni un drama ni menos una tragedia. Hay que mantener el uso del edificio o con fines religiosos o civiles. En su momento apunté por escrito un posible uso museístico municipal tras una posible desacralización. La Iglesia decide, como es obvio.
Estos vetustos señores desacralizados sin hábito, crucifijo ni oración, dedicados a sus aficiones y a ir por la calle en chanclas y camiseta no consiguen atraer a ningún joven. Al contrario, son motivo del ateismo de muchos. Pues que se vayan. Adios.
Precisamente creo que el plan es malo.
Casi siempre abandonan los pueblos para irse a las ciudades, donde ya hay suficiente «oferta».
Donde hacen falta las misiones hoy en día es en los pueblos. La fe se apaga en esos lugares por falta de casi todo.
Me remito al comentario que he hecho sobre otro abandono, esta vez de monjas y en El Ferrol.
Insisto, nadie busca soluciones, lo que se hace es ocultar, matar al mensajero y mantener las actitudes que se ve claramente que conducen al fracaso, pero que a los responsables, les parecen acetadísimas.
Pues nada, que el último apague la luz.