Eso mismo pensé al leer el titular. Si Mierdich lo alaba es que es malo de toda maldad, tal y como venimos pensando desde que se comenzó a hablar del tema.
Por cierto, lo que Cupich dice sobre el papa Juan XXIII y los profetas de catástrofes demuestra hasta qué punto veía mal este señor: todas las catástrofes profetizadas por los enemigos del Desconcierto Vatimierda II se han cumplido con creces. Este hecho demuestra cuán equivocado estaba el pontífice sobre la Iglesia que dirigía, yerro que su sucesor no supo, no quiso o no pudo enmendar (mi opinión al respecto es que, como intelectual, perdía demasiado tiempo en pensar y no tenía tiempo de actuar: en general, los intelectuales son absolutamente incapaces de enfrentarse a los hechos cotidianos).
El Sínodo es una cagarruta anticatólica y los cardenales estadounidenses nombrados durante este funesto y macabro pontificado son lo peor del colegio de purpurados. No hay ni uno bueno. Por suerte, los buenos cardenales de los EEUU ya se encargarán de hacer contrapeso en el cónclave. No veo a Dolan o a Di Nardo votando lo mismo que Cupich, Tobin y demás. O’Malley pierde el voto en junio y me alegro: cada día que pasa lo encuentro más falso.
el felón cupich, pupilo del asqueroso mccarrick, eso lo dice todo.
Pasa con la sinodalidad como en la fábula del oso que bailaba: si el Sabio reprueba, malo; si el necio aplaude, peor.
Eso mismo pensé al leer el titular. Si Mierdich lo alaba es que es malo de toda maldad, tal y como venimos pensando desde que se comenzó a hablar del tema.
Por cierto, lo que Cupich dice sobre el papa Juan XXIII y los profetas de catástrofes demuestra hasta qué punto veía mal este señor: todas las catástrofes profetizadas por los enemigos del Desconcierto Vatimierda II se han cumplido con creces. Este hecho demuestra cuán equivocado estaba el pontífice sobre la Iglesia que dirigía, yerro que su sucesor no supo, no quiso o no pudo enmendar (mi opinión al respecto es que, como intelectual, perdía demasiado tiempo en pensar y no tenía tiempo de actuar: en general, los intelectuales son absolutamente incapaces de enfrentarse a los hechos cotidianos).
El Sínodo es una cagarruta anticatólica y los cardenales estadounidenses nombrados durante este funesto y macabro pontificado son lo peor del colegio de purpurados. No hay ni uno bueno. Por suerte, los buenos cardenales de los EEUU ya se encargarán de hacer contrapeso en el cónclave. No veo a Dolan o a Di Nardo votando lo mismo que Cupich, Tobin y demás. O’Malley pierde el voto en junio y me alegro: cada día que pasa lo encuentro más falso.