LO IMPORTANTE Y LO URGENTE
“Se van, ¿y ahora qué viene? Se titula un artículo del periodista, aspirante a filósofo Miguel Wiñazqui, publicado en “Clarín” el 9 del corriente. En el mismo, el autor, comenta un hecho: los ladrones irresponsables se van (hoy ya se fueron) frente al cual muchos expresan el deseo del cantito: “Se van, se van y nunca volverán”.
El periodista hace una buena descripción de lo sucedido: “La sociedad fue castigada y herida hasta lo más profundo. Se pauperizó la Argentina masivamente. Se robaron arcas públicas… Deja el poder según la percepción mayoritaria, una cleptocracia organizada…
Se pulverizaron valores morales y la vida, en buena medida, quedó en manos de drogadictos, motochorros y hasta de violadores irresponsablemente liberados…
Hubo mentiras al por mayor y cinismos sistemáticos, lujos expuestos ante millones de pobres, mansiones, embarcaciones, repartijas inconcebibles de bienes ajenos”.
En la narración, a luz de los mandamientos divinos y de los “valores morales”, destaco la violación del 7° “no robar, del 8° “no mentir”, del 10° “no codiciar los bienes ajenos”.
Pero los mandamientos son diez. Y aquí se violaron también el 4°, “honrar padre y madre”, el 5° “No matar”, el 6°, “No decir ni hacer nada contrario a la castidad”.
No digamos nada del 9° porque “no consentir pensamientos ni deseos impuros”, regula la interioridad y de los tres de la primera tabla relativos a las relaciones con Dios, porque el Estado argentino, más allá de alguna invocación retórica, funciona como si Dios no existiera o no se ocupase de los asuntos humanos.
Pero respecto a la violación del 4° mandamiento no se respeta la voluntad de los padres que quieren proteger a sus hijos contra la educación sexual “integral” obligatoria en las escuelas públicas propiciada incluso desde el macrismo con el portal “chau tabú”.
Respecto del 5° mandamiento la promoción del aborto, legal, seguro y financiado por el Estado que deja miles y miles de víctimas inocentes y los asesinatos cotidianos por ausencia de seguridad pública.
Respecto al 6° mandamiento, la política de Estado compartida por los gobiernos desde hace más de veinte años, que destruye los restos de la familia y promueve las porquerías de la ideología de género, disuelve los lazos básicos de una sociedad desarticulada y transformada en una suma de individuos.
Esperamos que el nuevo gobierno respete a Dios y a las leyes fundamentales promulgadas para los hombres: la natural y la divina positiva. Esto es lo importante y no puede ser ocultado por las preocupaciones económicas, que versan sobre realidades muy adversas por la incompetencia, el despilfarro, la irresponsabilidad y el robo de quienes se van y a las cuales es urgente poner en orden.
Bernardino Montejano