Lo de Taltavull no cesa

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Ahora el vicario  y «mano derecha» del obispo sale en su defensa atacando a los fieles de Es Capdellá que increparon a Taltavull.

https://www.diariodemallorca.es/part-forana/2019/01/22/obispado-increparon-obispo-capdella-son/1385095.html

Con lo  que Mariá Gastalver se ha unido al Tiá en los comentarios isleños no precisamente favorables. Hasta le sacan a relucir una charla que dio a las lesbianas un tal Mariano Gastalver, director del teléfono de la esperanza, como si fuera el mismo. ¿Lo es?

https://www.europapress.es/illes-balears/noticia-lesbianas-lanzan-conquista-visibilidad-semana-orgullo-gay-mallorca-20070615120440.html

Hablan también de un sacristán, asombroso, de un pariente cercano y hasta de un moro, temas en los que no voy a entrar, al menos de momento. Cosa que me debería agradecer.

Si es que hay defensas que mejor que no se produjeran. Mejor para el defendido y para el defensor.

¿Y de la fotografía? Pues, tres eran tres, los protagonistas, tres eran tres, y mejor no en las listas. Si de las hijas de Elena, ninguna era buena, de estos tres, tampoco. El párroco causante del follón, el Tiá y el Mariá.

 

Comentarios
19 comentarios en “Lo de Taltavull no cesa
  1. D. Sebastià está de los nervios, me comentan que muy malhumorado por todo este asunto que no es más que la consecuencia del asunto principal, es decir, el fracaso ya constatable de su gestión. Bueno, a mí los nervios del obispo pues me dan igual, lo que no me da igual es el desastre en que se ha convertido la Vall de Soller. Tenemos un montón de lugares de culto, todo sería positivo aunque claro, como todo está gobernado por la batuta de D. Mariano, pues resulta que todo está podrido. Ya se apuntan sus «irregularidades» en algunos comentarios que suscribo, y me enfada que D. Mariano vaya a dar lecciones a Capdellà sobre educación o respeto debido al obispo. Mejor estaría callado, no sea cosa que a alguien se le ocurra publicar la oferta de servicios de Sa Capelleta.
    Al final las máscaras van cayendo, ni el obispo es tan simpático como parecía, ni los curas ejemplares son ejemplo de nada bueno.

    1. Flor de Taronger, te veo muy tenso y estresado. Creo que te convendría que te aplicasen un poco de terapia «Jin Shin Jyutsu» en Sa Capelleta, santuario propiedad de la parroquia de Sóller. Y no tengas escrúpulos, que esta práctica cuenta con las bendiciones del párroco (hermano del terapeuta), del consejo parroquial y del Obispado, como puede leerse en la misma web de la parroquia de Sóller:

      «Actualmente, desde diciembre de 2014, Javier Gastalver Martín, con la aprobación del Consejo Parroquial y el consentimiento del Obispado, otra vez es el administrador y el responsable del buen funcionamiento del santuario, manteniendo el ambiente de silencio y espiritualidad propio del lugar, añadiendo el servicio terapéutico para quien lo solicite»
      (https://www.parroquiadesoller.info/products/oratorio-del-olivar-sa-capelleta/).

      Si quieres saber más de la terapia y del terapeuta:

      http://jinshinjyutsumallorca.com/

      https://www.facebook.com/javier.gastalvermartin

  2. Dos comentaristas tiran con bala aunque muchos no lo capten. Estoy seguro de que Taltavull sí. Y hasta es posible que se de cuenta del riesgo que corre encubriendo a algunos impresentables a los que conoce todo el clero de Mallorca, algunos seglares y estoy seguro que también los medios locales. Si estalla el escándalo, y esos medios no creo que estén dispuestos a ahorrárselo, la posición de Taltavull resultará insistenible.

  3. Yo lo que veo es que tanto Tià como su super-consejo episcopal han perdido la frescura, el ardor y la ilusión del primer día (29-11-2017):

    https://www.youtube.com/watch?v=MmmDU5wB6TY

    Claro… uno hace grandes proyectos esperanzadores, pero poco a poco empiezan a salir obstáculos y luego llegan las frustraciones. Unos dirán que todo se debe a la misma torpeza e inoperancia de la aparatosa mega-estructura del sanedrín y de sus miembros, pero yo digo que es a causa de tantos enemigos tocapelotas, aliados de Lucifer, que están empeñados en que no se construya la gran obra taltavullana. Por eso, creo que ahora es el momento de que ellos hagan un alto en el camino y se aprovechen de una doble terapia reparadora: Focusing para cicatrizar las heridas del alma e imposición de manos (mediante energías positivas) para reparar las dolencias del cuerpo. Bueno… esto no es barato ni mucho menos (la pela es la pela), pero seguro que los «brothers» os harán un descuentillo en el valle de los naranjos. Y así, ya reparadas las fuerzas y los ánimos recuperados, solo nos quedará esperar a que vuelva a reír la primavera…

  4. En Sóller ya estamos muy cansados del rector y de su dichosa guitarrita. Menos mal que el vicario Xisco Bernabeu es un cura como Dios manda. A este no le hacen comulgar con ruedas de molino… Se nota mucho la diferencia entre los dos curas: en la manera de vestir, decir la misa, predicar, etc. Ojala que Xisco fuera el rector. Muchas cosas cambiarían y pondría orden de una vez por todas. Pero creo que será imposible que a Mariano lo destinen a otro sitio, ya que lo han hecho vicario del obispo con el que guarda mucha amistad y lo apoya en todo. Sigamos rezando porque no hay mal que cien años dure.

  5. Definitivamente la Iglesia Católica ha perdido el norte por culpa de sus jerarcas. A este paso, en el futuro, podremos ver, por ejemplo en la Península de Kamchatka, a sacristanes «asombrosos» cobrando una nómina de sus parroquias, estando felizmente casados (con hombres) y felizmente divorciados de sus mujeres, brazos derechos de los párrocos (también «asombrosos»), sin ningún tipo de pudor en distribuir la comunión para verdadero escándalo de los (pocos) fieles… ¿O puede que esto ya se dé en alguna parroquia del mundo? ¿En la isla conocéis algún caso? Sería muy interesante saberlo.

  6. ¿Por qué se cierran parroquias?
    Los obispos no cierran las parroquias; es la gente quien lo hace. Si bien es cierto que, jurídicamente, los obispos son los encargados de dar el certificado de reconocimiento de apertura, cierre o fusión de las parroquias, es, en última instancia, el pueblo de Dios el que crea o retira la necesidad de contar con una parroquia. La asistencia regular a misa dominical ha decrecido al grado que solo 15% de los católicos lo hacen. Se ha producido un fallo en la evangelización, pero las heridas más profundas están en la disminución de la asistencia a misa y nuestra incapacidad de transmitir la fe. Actualmente estamos enterrando la última generación a la que se le enseñó que la misa del domingo era una obligación que debían cumplir bajo pena de pecado mortal.
    Existe una responsabilidad compartida. Es fácil enfadarse con obispos y sacerdotes cuando se cierran las parroquias. Años de mala catequesis, la falta de predicación efectiva, y liturgias mal celebradas han pasado factura, y el clero debe soportar la primera responsabilidad en esto. Sin embargo, la disensión y división entre los fieles y una deriva de la práctica de la fe, son también factores importantes. Hay muchos sacerdotes que no predican con firmeza ni insisten en una doctrina clara. Eso se paga muy caro, sí, pero al final del día, el clero no puede asumir la responsabilidad completa del problema, ni pueden abordarlo por sí solo. ¿Por qué? Debido a que los pastores no tienen ovejas. La evangelización no puede ser sólo un problema para la rectoría; en última instancia es un problema familiar. Los padres y abuelos deben hacer más para convocar a sus hijos en casa y ser testigo de la fuerza transformadora de la liturgia y de los sacramentos.
    ¿Tiene la culpa la liturgia? Muchos culpan a la liturgia de la Iglesia católica como “aburrida”, “monótona” e, incluso, “banal”. Las soluciones a este tema son muchas veces desconcertantes y no logran su cometido, atrayendo solamente a porciones muy pequeñas de fieles. Por ejemplo, algunos han animado la reintroducción de las misas familiares. Con todo el encanto que esto puede tener, en que esta forma de expresar la liturgia atraiga a más de uno por ciento de los asistentes a misa. Por lo tanto, el problema parece más profundo que las formas externas.
    El corazón del problema es un malestar general. Hay poca urgencia; pocos parecen sentir la necesidad de la fe, la Iglesia, los sacramentos, o la Palabra de Dios. El universalismo (que todos se salvarán) y el relativismo (todo es verdad) dentro y fuera de la Iglesia han jugado el papel más importante en el problema. Lo que ofrece la Iglesia “no es necesario”. Sus problemas “no son los problemas de la modernidad”. La opinión común en nuestra cultura es que la religión es un poco más o menos que un accesorio agradable para la vida, pero por lo demás, ¿a quién le importa?
    ¿Y cómo poder detener la erosión en la práctica de la fe católica? Como dice Ralph Martin, el primer paso debe ser revivir una visión más bíblica –de urgencia– respecto a la salvación. El hecho de que muchas personas, incluso entre el clero, digan que la salvación “no es un problema”, no significa que no lo sea. Jesús dedicó muchas horas de predicación y muchas parábolas para advertirnos sobre la necesidad de atender a la salvación que Él ofrece. Pero esto se encuentra hoy en un mínimo histórico, un mínimo que no considera la confesión de los pecados, la frecuentación de la Sagrada Escritura y la recepción de la Eucaristía como la vía regia para salvar nuestra alma.
    No caer en la elusión del llamado “discurso del miedo”. Muchos le temen al llamado a temerle al juicio de Dios. Pero algunas cosas deben ser temidas, incluyendo nuestra tendencia a ser de corazón duro y a ser necios con respecto a la Gracia. A preferir las cosas del mundo frente a las verdades eternas. El pánico en efecto no es útil. Pero la sobriedad, la necesidad vital de los sacramentos, la Palabra proclamada, la comunión y el poder transformador de la liturgia, sí que lo son
    Es triste perder edificios, muchos de ellos obras de arte, pero es aún más triste para reflexionar sobre la pérdida humana que los edificios vacíos representan.
    ¿Pero que hay que hacer?
    En estos tiempos que corren tan difíciles, de crisis económica y desgarro moral de la sociedad. Es cuando los creyentes tenemos la obligación de poner en práctica nuestra fe. Demostrando al mundo, que somos cristianos y que nuestro fondo espiritual, proviene de lo sobrenatural. Somos personas, cuya fe y creencias heredadas de nuestros mayores, representa un todo, en nuestras vidas. Somos gente, que nos movemos entre todos los demás, pero tenemos un carácter que nos hace especiales y diferentes.
    Creemos en Jesús resucitado. Creemos en que la labor de apostolado, es pieza clave, para que esta sociedad de corrupciones a todos los niveles, mejore con el ejemplo y las enseñanzas de nuestro Señor.
    Está claro, que la sociedad de nuestros días se ha ido radicalizando, sobre todo, en lo que se refiere a la postura, en cuanto a la iglesia católica. Posiblemente por asuntos de todo tipo, desde la pederastia, hasta temas, como el aborto, o la falta en muchas ocasiones de sensibilidad y adaptación con los tiempos que corren de la jerarquía eclesiástica.
    Pero eso no quiere decir, que las personas, los seglares católicos, que tenemos muy enraizada nuestra fe. No intentemos dar ejemplo a nuestros semejantes, con nuestras palabras y obras, con nuestra forma peculiar de ver la vida. Intentando en el día a día, ser verdaderos apóstoles y discípulos del Maestro.
    Hay muchas personas, más de las que imaginamos, cuyas creencias les están ayudando mucho, para vivir, en estos días tan duros y penosos.
    Eso sí, hay que tener la convicción de que vendrán tiempos mejores. Y que nuestros gobernantes se pondrán las pilas, para dirigir con alza de miras este barco, casi zozobrado y que se llama España.
    Por eso, con el buen hacer de todos y el trabajo común, llegaremos a buen puerto. Y por eso, los seglares católicos, que somos la militancia de base de la iglesia católica, que es su verdadera fuerza, estaremos ahí. Ayudando, a hacer una sociedad más justa y mejor, donde todos alcancemos el estado de bienestar que nos pertenece por derecho y que hemos perdido, por la mala gestión de nuestros gobernantes, durante estos últimos años.
    En la iglesia inicial no había espectadores; el 100% de las personas participaban en proclamar el Evangelio de Jesús. Y, aunque igual que entonces, no todos estamos llamados a ser sacerdotes, todos estamos llamados a servir a Dios. Por tanto, debemos esforzarnos para que todos participen. La pasividad no es una opción. Si alguien quiere sentarse y ser servido por los demás, que busquen otro sitio.
    La iglesia del primer siglo, los cristianos se amaban y cuidaban unos a otros. La iglesia no es un negocio, ni una ONG ni un club social. La Iglesia es una familia. Para que nosotros experimentemos el poder del Espíritu Santo como en la Iglesia primitiva, tenemos que convertirnos en la familia que ellos eran.
    Cuando la Iglesia primitiva se reunía celebraban la Eucaristía, conmemorando la última cena “con alegría y sencillez de corazón”. Debemos entender y enseñar que la Eucaristía es una celebración. Es un festival, no un funeral. Es el banquete de Dios. Cuando la Eucaristía es alegre (y litúrgicamente rigurosa), la gente quiere estar allí porque buscan alegría. ¿Crees que si nuestras iglesias estuvieran llenas de corazones alegres, de palabras alegres y de vidas llenas de esperanza, atraeríamos a los alejados?
    ¿Entonces porque están vacías?
    A mi modo de ver lo están porque nos hemos equivocado en vez de evangelizar, hemos cristianizado a la gente, pasando de una catequesis infantil de 1ª comunión, y así todos los sacramentos. No hemos sabido “crear comunidad” lo que tenemos es una parroquia dispensadora de servicios religiosos y más aún unos cristianos parvulitos que son los que buscan los servicios religiosos, los hay gracias a Dios que han madurado en la fe, pero estos no son el número suficiente para hacer fermentar a la masa.
    Si es la figura del “párroco” este al llegar a una parroquia se crea su “grupito de seguidores, “Fans” y cuando éste se marcha de la parroquia estos seguidores se van con él. Y que queda, pues una parroquia desolada a la espera del siguiente de turno. Y es que el que vendrá pues como no son sus grupitos no le irá bien los que hay. Nada, siempre lo mismo. Volver a empezar de nuevo. Eso pasa porque no “construimos la comunidad” la parroquia es la comunidad, de comunidades y grupos parroquiales.
    Que se cierra una parroquia? Ya tenemos el grito en alza!! Pero de que nos quejamos….? Si solo es un “supermercado” y perdón por la expresión, los que más se quejan son los que solo emplean la parroquia por los servicios que se dan, no es porque es “SU COMUNIDAD. A penas conoces al que está sentado a tu derecha, ni al enfermo, ni a la viuda. Solo si es un pueblo o barriada les conoces de vista, pero nada más.
    ¿Es esta la comunidad que espera Dios de nosotros en el siglo XXI?
    ¿Quién tiene la culpa? No culpemos a nadie pues todos somos culpables, ni el Obispo, ni el párroco, ni la monja, TODOS!!
    Será necesario que nos tomemos las cosas en serio de una vez por todas, sino cada vez habrá más desorientación y pesimismo. No es de extrañar que los templos no serán necesarios en el siglo XXII, verdad?

    1. No podría estar más de acuerdo contigo, Rafael PM.

      Uno de los puntos ‘cojos’ que le veo a la Iglesia Católica de hoy es el clero. Ese estamento de la sociedad que parece no haberse ‘despegado’ del primer nivel. Si recordamos aquellos libros de texto de ciencias sociales, donde se ilustraba muy bien los diferentes estamentos sociales de la era medieval, recordarán que en el primer nivel se encontraba la realeza, la nobleza y el clero. Mas, en el segundo nivel -por debajo del primero, que conste- se situaban los «bajos» (baja nobleza, los presbíteros de parroquia, los campesinos y esclavos). Dicen que ser sacerdote es la profesión más feliz del mundo; ¿Como no? Solo has que estudiar un poco y ser muy, pero que muy sumiso; porque como no lo seas, no les vales. Una vez llega el día de las órdenes, se le abren un abanico de posibilidades de la que antes no gozaba: a partir de ese día, se cobra un sueldo «pequeño», le dan una casa -que a veces son palacetes-, y la única preocupación es la de decir una misa diaria (fuera de los domingos), si en esa comunidad enviada a pastorear no hay más vida que las pobres viejecitas que nunca fallan. No están obligados a pagar un alquiler por vivir en casas rectorales, ni siguiera pagar la luz, el gas o el agua (como paga la parroquia…), solo la manutención personal, ya sea abastecimiento alimentario (según que lugares ya está servido, ya que existen algunos feligreses generosos que cocinan para el párroco), aseo personal y lo demás ya son caprichitos que cada uno pueda tener. ¡No les falta de nada! Eso si, que no les molesten a las 3:00 de la madrugada para una extrema unción, porque son capaces de poner tarifa nocturna -como los taxis-. A parte de esa pequeña cantidad mensual, se le añade un «sobresueldo» que nuca figura en ningún lugar: intenciones de muertos, algún que otro servicio (por eso de que la luz se tiene que pagar…), que de ningún modo son declarados. La pregunta es, ¿porque hay tan pocos sacerdotes hoy en día?, después de haber escrito todo esto, me han entrado ganas de llamar a algún seminario (por si cuela). En pocas lineas, ¡la vida resuelta!

      Siguiendo, el mismo clero se queja de que hoy en día la Iglesia (miembros bautizados en Cristo) es analfabeta. Refiriéndome a la poca o -en algunos casos- nula formación intelectual de los feligreses. No basta con el ir a misa diaria y rezar el rosario (que para muchos ya le viene grande y se piensan que tienen linea directa con el séptimo cielo. Y es que pobres, no han podido recibir más formación o no han querido recibirla. La cuestión está en que hoy en día, con esto de las nuevas tecnologías uno lee una gran cantidad de cosas referentes a muchos temas y barriendo para casa, muchos artículos de opinión como este blog. Es una manera de toparse con la realidad desde casa, sin ir más lejos. En definitiva, uno se siente enterado de muchas cosas que pasan. Esto, queridos, es un querer y no poder; los dirigentes eclesiales insisten en la formación intelectual de los fieles, por eso que dicen de «dar testimonio de nuestra fe», pero no hay cosa mas fea para el clero tener fieles formados; para ellos es una amenaza, pues en algún que otro momento, se puede ver cuestionado su ministerio clerical. Y no hablemos del tema de que hay dos tipos de sacerdocios en la Iglesia, porque solo con mencionarlo, ya les hacen callar por no liar más a la gente. Y es que no hay cosa más digna que ser Pueblo de Dios. Eso de que el sacerdocio clerical está al servicio del de los fieles, es un «girar la tortilla»; y eso, no les conviene a los primeros, porque pueden ser cuestionados. Y una vez en este estado, uno puede hacer y deshacer a su antojo; destinados a una comunidad a servir y resulta ver que la gran mayoría SE SIRVEN de la comunidad.

      ¡Ojo! no todos los curas, pero si la gran mayoría.

      Espero que más de uno que lea esto, ¡lo piense dos veces antes! ¡La fieles son cristianos, no borregos!

    2. Este comentario de Rafael PM, me suena haberlo leído en facebook.
      Me gusta la reflexión pero falta mucho que añadir.
      Yo me dedicaría más a denunciar los desmanes del parroco de Sa Vileta, otro iluminado, demasiado «amigo» de un arciprestre con tendencias un tanto afeminadas. Viajes continuos , merendolas, comidas y mucho gasto.
      Por otro lado un párroco que no expone los asuntos económicos. Que gasta en reformar un piso de la parroquia para que su papá, divorciado y con chamaca se instale en él. O que como el papá es un chapucillas , le ponga en nómina de la paroquia para ser el responsable de los servicios técnicos. ¿ Quién paga todo este dispendio?. Pues los feligreses.
      Por detalles como este, más lo que acontece a diario en el seminario, o todos los desastres del obispado son los que hacen que se tengan que cerrar iglesias, sencillamente porque la gente , que no es tonta, ve estas cosas.
      Pero bueno es más fácil callar y criticar en lugar de denunciar.
      INFOVATICANA, es valiente pues denuncia y dice las cosas como son, porqué precisamente esas cosas que se denuncian aquí son las que de no hacerlo están destruyendo a la iglesia.

  7. Madre de Dios!!! lo de esta pequeña tierra isleña no tiene cura… sólo un milagro podrá salvarla de tanta podredumbre y confusión (aunque la confusión viene de muy arriba…) Espero que esto pronto haga un crack, explote, y así, después, desde los escombros se pueda volver a reconstruir una Iglesia que, por desgracia, lleva ya mucho tiempo secuestrada por el progresismo y la doble vida. Dios nos coja confesados. Amén.

  8. Hay aspectos de las personas que tienen una proyección pública que muchos no llegan a entender. Y creo sinceramente que no es por mala voluntad sino por incapacidad intelectual y aptitud. Entre ellos se encuentran los sacerdotes especialmente los de nuestra Diócesis.
    1. Un sacerdote no se representa a si mismo y todo gesto, toda palabra la escuchan cientos de personas lo que debería implicar buenas dosis de prudencia y sentido común. Esto es aplicable también a los Srs. Obispos aunque olviden con frecuencia que fueron sacerdotes y piensen que fueron elegidos directamente por el Espíritu Santo. Muchos de ellos han pasado del realismo inicial a convertirse en seres iluminados carentes de todo sentido de la realidad.
    2.Cuando se acepta una responsabilidad en la iglesia se debería superar toda ambición personal primando sobre todo la responsabilidad. Antes de aceptar cualquier cargo el sujeto debería responderse a algunas preguntas :¿Soy competente para el cargo o solamente simpático, buena persona o un buen lameculos?. ¿Mi vida privada puede dificultarme y perjudicar a aquello a lo que represento?. ¿Soy capaz de actuar en conciencia y en órganos de gobierno decir aquello que creo justo o sólo aplaudir y jalear las propuestas del líder de la manada o macho alfa?
    3. Se ha instalado en nuestra Iglesia la cultura de la impunidad y de la confusión.
    Impunidad: Todo se puede hacer, todo se puede decir ya que no «pasa nada».
    Confusión: «Puedo vivir como el resto, como los demás». ¡Eso eso consiste la encarnación». Tolerancia significa que TODO es respetable no me vayan a acusar de ultramontano o intransigente.
    Pues bien: NO TODO es respetable! NO todo vale Y NO PUEDO VIVIR COMO LOS DEMAS! No existe vida privada cuando hay proyección pública y esta es y será sujeta a crítica.
    Lo que sucede Y SUCEDERA en Mallorca es lamentable. Aquí (Ay Mallorca pequeña Sicilia!) todos nos conocemos y conocemos nuestras miserias. Pero aquí sólo hay un culpable y es aquel que por INCAPACIDAD, DELIRIOS de GRANDEZA y me atrevería a decir poco amor a la IGLESIA lo permite, lo consiente y no enmienda. Y quien hace todo eso…¿no es acaso más culpable?

    1. Sí..aquí en Mallorca todo se premia: estar a favor del aborto o matrimonio gay (¿quien dijo eso por cierto?…¿no fue un responsable diocesano pequeñito, pequeñito y cargado de cargos a pesar de su «larga inteligencia y gran cultura?) o el estar arrepentido y perder carteras te puede conducir a ser responsable de una gran parroquia o, cargarse el Seminario Diocesano aunque antes hayas fracasado en todos las parroquias a las que hayas destrozado te puede afianzar mas en el cargo o, mantenerte como gran «vigilante» aunque tu vida privada sea la de una artista del Molino.
      Tienes razón Filántropo. ¡Qué desmierde!

  9. Y se supone que el obispo se rodea de lo mas selecto y excelente. La madre de Dios, si estos son los buenos prefiero ni imaginar a los malos.

  10. Si Mariano Gastalver es la mano derecha del obispo, que lo es, puede aplicarsele la cita evangelica: si tu mano te escandaliza, cortatela, mas vale entrar en la vida manco que ir al infierno con ambas.
    En esta isla la iglesia esta dejada de la mano de Dios, cada vez lo tengo más claro.

  11. El día que salga a la luz lo de Mariano, saldrá hasta en la BBC y el New York Times. Una de las situaciones más aberrantes, sacrílegas e insultantes existentes ahora mismo en España.

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