| 19 septiembre, 2022
Los párrocos los nombra y los cesa el obispo. No un grupo de seglares de la parroquia, animado o no por el interesado.
Los motines y huelgas parroquiales nunca son solución de nada.
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Aunque tampoco el gobierno del obispo debe ser arbitrario o caprichoso. Pero el modo de resistirlo no es negando la legítima potestad episcopal ni implantando un gobierno asambleario de la diócesis.
Mañana Alcalá. Administrador apostólico de Madrid.
La diócesis de Segovia se está convirtiendo, si no lo es ya, en un erial.
Se arregla rápido si el Pastor (obispo) se presenta a hablar con sus ovejas, dialogar, sinodalidad…..
Lo malo es que cuando hay jaleos ya no hay obispo, hay obispado