Lecturas LXXVI: Sana Teología

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Joaquin Ferrer Arellano: Religión, Revelación y Fe. Compendio de Teología Dogmática en seis volúmenes. Volumen I. Fundamentos. Editorial Arca de la Alianza, s.l., s.a. (2015), 591 págs. Joaquín Ferrer Arellano es un sacerdote del Opus Dei de amplia bibliografía teológica. Toda ella solidísima. Ya con años emprende la redacción de lo que posiblemente quiera sea su legado. Un compendio de Teología Dogmática del que éste es su primer volumen y se anuncian cinco más. II. El misterio de los orígenes. III. El misterio de la Redención en clave trinitaria. IV. El misterio de l Iglesia. Su triple dimensión mariana, eucarística y petrina. V. María y José en el misterio de Cristo y de la Iglesia. VI. El misterio del más allá. La vida etern y el glorioso retorno del Señor. Estamos ante una reflexión sobre el depósito de la Revelación que me parece muy adecuada a nuestra época, realizada sin claudicaciones y con un lenguaje inteligible para nuestra época. Pero con ello no quier decir que se de lectura fácil y accesible a todos. El tema es complejo y no todo el mundo tiene la formación necesaria para adentrarse en él. Me parece muy interesante para los sacerdotes, tanto para los formados en una sana teología como para aquellos a quienes les dieron gato por liebre. Los primeros rememorarán lo que en su día estudiaron y los segundos, si tienen buena voluntad, hallarán aquí verdades que les hurtaron.  Quienes quieran insistir en sus errores que se abstengan de su lectura. Que no hará más que agudizar su bilis antieclesial. ¿Y los laicos? Creo que sería de muy úti lectura para todos aquellos que tengan alguna o algo más que alguna formación intelectual.  Quien no sepa nada de nada perdería el tiempo adentrándose en la lectura, de la que iban a entender muy poco. Este primer tomo tiene no poco de antropología y de filosofía y exige del lector una cierta preparación. Tampoco una licenciatura. Muchos seglares pueden beneficiarse de su lectura. Capítulos como los dedicados a la Resurrección, la evolución, la negación de Dios introducirán a lector en consideraciones que reclaman una guía para no perderse bien en imputs externos, abundantes,  o en exégesis propias voluntaristas derivadas de bases movedizas de nuestra propia ignorancia. Nuestra santa religión no es lo que se nos pueda ocurrir sino lo que el mismo Dios estableció. En el texto de Ferrer hay una guía muy segura. Ya luego está en la voluntad de cada lector el seguirla o no. Pero no todo lo que se le pueda ocurrir a uno, a lo que se les haya ocurrido a otros, es teología católica. Antes era muy claro lo que no lo era. Porque la Iglesia lo rechazaba. Hoy nos faltan esas seguridades. De ahí la importancia de lecturas confirmantes. La de Ferrer Arellano lo es.