Diócesis de Terrassa: Diez años de vida diocesana. Diócesis de Terrassa, 2004-2014. Bisbat de Terrassa, Tarrasa, 2014, 278 pgs. Tarrasa es la diócesis más joven de España, junto a San Feliú de Llobregat, y está enclavada en la región más secularizada de España: Cataluña. Y sin embargo es un oasis en el desierto catalán. Alli hay vida eclesial, vocaciones y obispo. Alguien me podrá decir que obispos también los hay en las otras diócesis. Cierto. Pero insisto. En Tarrasa hay obispo que se nota. Y así lo nota la diócesis. Y lo peor para él, para el obispo de Tarrasa, es que también lo notan sus hermanos catalanes en el episcopado. Que en la comparación se ven como Cagancho en Almagro. Y eso no les gusta nada. Tarrasa no era ningún mirlo blanco cuando se creó. Con dos ciudades vecinísimas y rivales, Sabadell y Tarrasa, cinturón dormitorio de Barcelona, multiplicadas por el aluvión foráneo que la Iglesia catalanista no supo y no quiso absorber, era algo así como la diócesis de Getafe madrileña. Eclesialmente lo peor. Pues llegó un obispo charnego, aunque criado desde niño en Cataluña, y además toledano, lo que es todavía más difícil de perdonar, y en el erial comenzaron a brotar flores. Con resultados increíbles. En su seminario hay más seminaristas que en Barcelona, con millón y cuarto de habitantes frente a los más de dos millones y medio de la metropolitana, y más también que en el interprovincial que reúne a los seminaristas de las restantes diócesis catalanas. En el libro en cuestión, primorosamente impreso, se reflejan también otras muchas realidades eclesiales de la diócesis que verdaderamente está en eclosión. ¿Qué cuenta sólo lo bueno? Es posible y comprensible. La diferencia está en que en Tarrasa lo bueno es mucho y lo malo poco mientras que en otras lo bueno es muy escaso y lo malo sobreabunda. Si lo lógico imperara en la Iglesia, que sería de desear, el relevo de Sistach tenia un nombre obligado. Seguramente no será así y Barcelona se perderá el arzobispo que necesita y a Don José Ángel le harán un gran favor. No apartarle de su diócesis donde está feliz y haciéndolo de diez. Sería casi como pasar del Tabor al Calvario, salvando todas las distancias que se quieran. A mi me parece que no fichar a un Ronaldo, o a un Messi, que estamos en Cataluña, y además gratis, para traerse en su lugar a alguien de muchísimas menos cualidades y peor todavía si tiene ya treinta y cinco años, pues, qué quieren que les diga. Ya he dicho todo. Yo no hago las alineaciones. Pero luego tal vez silbe el estadio. Y alguno tal vez diga que los que pitan a Ancelotti son unos impresentables. No me atribuyáis conexiones que ho he hecho aunque el Madrid vista de blanco. Saiz Meneses tiene otra virtud, además de hacerlo muy bien como obispo. Pone de manifiesto los logros de su diócesis. Entiendo que hay obispos en España que no tienen nada positivo que manifestar, adiós Asurmendi, pero los que tienen algo deberían contarlo. Aunque sólo sea para darnos alguna alegría. Que nos las merecemos. Por pocas que sean. Que estamos ya hasta los cataplines de pagar memeces o incluso cosas contrarias a nuestra fe eclesial Mis felicitaciones a Tarrasa por tener un obispo así y a monseñor Saiz Meneses por ser un obispo así. Y el libro, un acierto de la diócesis. Que las diócesis suelen acertar cuando tienen buenos obispos.
Lecturas LXXIII: Un obispo que lo hace muy bien y además sabe lucirlo
| 12 marzo, 2015
La verdadera historia del Obispo de Tarrasa: http://germinansgerminabit.blogspot.com.es/2013/10/el-hospital-de-jose-angel.html
Según la doctrina oficial de los nacionalistas, es catalán todo el que vive, trabaja y ama a Cataluña. Me parece que el obispo Saiz Meneses cumple las tres cosas y por lo tanto es catalán. En cuanto a las etiquetas de progresista o conservador, hay mucho que matizar y no disputaremos sobre gustos. Pero lo que está claro es que si en Tarrasa lo está haciendo tan bien, caramba, que lo lleven de una vez a Barcelona. Mientras discutimos que si catalanes de pura cepa o no pura cepa, o que si progres o conservadores, la Iglesia se va apagando en Cataluña. Dentro de un tiempo ya no tendremos problema porque seremos residuales. Pero eso sí, habremos asegurado en Barcelona obispos con 8 apellidos catalanes. Requisito que, por cierto, tampoco cumple Martínez Sistach.
Entiendo la devoción que los sectores conservadores pueden tener por Mons Saiz pero a Mons Sistach lo debería sustituir un obispo catalán y más progresista.
Por increíble que parezca esas discriminaciones existen en Catalunya. Que una persona nacida en Cuenca pero que con 8,9 años llegó a la ciudad pueda ser Arzobispo de Barcelona es algo que el nacionalismo eclesial y político no pueden admitir.
Esas discriminaciones por desgracia se dan en Catalunya a día de hoy. Y como catalán que soy lo digo con gran pena.
El que Mons Saiz sea nacido en Cuenca es sin duda un problema para el ncionalismos catalán. Parece mentira pero es así.
Si este obispo, que es originario de Cuenca pero que lleva toda la vida en Barcelona, lo está haciendo tan bien, ¿dónde está el problema para que lo promocionen a Barcelona? Supongo que no será por su lugar de nacimiento, porque eso sería una discriminación que ya no es propia del siglo XXI.
Enhorabuena a Mns. Saiz Meneses y a la diócesis de Terrassa. Ojalá lo lleven a Barcelona y pueda hacer allí el trabajo que está haciendo en Terrassa.
Dios bendiga al obispo de Terrassa y a toda la comunidad diocesana. Noticias como ésta nos ayudan a mantener la esperanza viva.
Desde luego qué diferencia hay entre unos obispos y otros; ciertamente.
¿No le gusta Asurmendi?
Ya me parecía a mi que no podía gustarle un salesiano….
Cierto que don José Ángel Saiz Meneses, por su experiencia previa (fue obispo auxiliar de Barcelona un par de años) y por sus logros, parece candidato ideal para Barcelona. Peeerro…
peero…
peeero…
no olvidemos que el que un obispo sea bueno o muy bueno en una diócesis nada garantiza sobre su actuación en otra. Y en Barcelona tenemos dos ejemplos clarísimos: Marcelo González (excelente obispo antes en Astorga, excepcional después en Toledo, pero fracaso estrepitoso en Barcelona) y Ricardo Carles (excelente obispo de Tortosa pero se estrelló luego en Barcelona). Me da que con don José Ángel pasaría lo mismo. La clerigalla nacionalprogresista le recibiría de uñas, le haría la vida imposible, y no veo muy claro que pudiera con ellos. Porque aunque sean menos y más viejos, controlan todos los resortes de la diócesis, no lo olvidemos. Obviamente, también podría darse el caso contrario y que Saiz Meneses fuera en Barcelona lo que fue Suquía en Madrid y consiga salvar lo poco que queda allí de católico. Pero mientras tanto, opino que lo mejor es ser prudentes y esperar a ver qué pasa, sin hacer críticas por adelantado. Pienso también que el nombramiento de Omella se daba por seguro y sin embargo van pasando las semanas y nada de nada.