LECTURAS CXVIII: Un hermoso libro de un gran cardenal

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Cardenal Carlo Caffarra: No anteponer nada a Cristo. Reflexiones y apuntes póstumos. Prólogo de Juan Antonio Reig Pla, obispo de Alcalá de Henares. Homo Legens, Madrid, 2018, 232 pgs.

Precioso elenco de pensamientos de aquel gran cardenal que fue el fallecido arzobispo emérito de Bolonia. Tomados de homilías, discursos, catequesis del que fue sin duda una de las figuras más relevantes del Sacro Colegio. Y también uno de los cuatro firmantes de los Dubbia sin contestación por el Papa Francisco y cuyo silencio pesará cual losa en la biografía del Papa.

Los caminos de Dios son insondables en su infinita sabiduría y en muchos casos es hasta absurdo intentar interpretarlos. Pudiéndose llevar de este mundo a tantas mediocridades cardenalicias e incluso a elementos podridos del Sacro Colegio nos deja huérfanos de uno de los integrantes más insignes de aquella antaño tan ilustre corporación.

Para la laudatio del fallecido cardenal, el prólogo que con afecto y admiración le dedica el obispo de Alcalá de Henares, un equivalente de lo que fue Caffarra en el Colegio cardenalicio, Reig en nuestro episcopado. A su prólogo remito a los lectores y solo añadiré que lo suscribo cordial e íntegramente. Don Juan Antonio lo retrata desde el afecto y el conocimiento del cardenal fallecido.

Recomiendo vivamente su lectura que es a la vez instructiva en conocimientos en los que el cardenal era un maestro y de aprovechamiento espiritual que eso es lo que siempre pretendió Caffarra como gran experto en moral que era. Ciencia que no tiene otro sentido que el aumento de la gracia en los hombres. No es un saber empírico sino encaminado a la salvación y eso lo tenía muy claro el cardenal.

Libro pues recomendabilísimo y cuya lectura recomiendo vivamente al tiempo que felicito a la editorial por esta edición y todas las que viene realizando en poco más de medio año de actividad en esta segunda fase. Ha puesto en el mercado, con una frecuencia casi quincenal una serie de libros excelentes de algunos de los cuales me he hecho eco en el Blog. En Infovaticana tenéis la lista de libros publicados y todos son excelentes, o la inmensa mayoría. Os aconsejo la visita y posteriores asquisiciones.

Comentarios
4 comentarios en “LECTURAS CXVIII: Un hermoso libro de un gran cardenal
  1. Derriba a los poderosos y enaltece a los humildes

    Fray Christopher Daniel OP
    24 de Septiembre de 2018

    Como religioso, una de las partes más bellas de mi oración diaria es el canto del Magnificat en las Vísperas. De toda la vida me ha impresionado la humildad de la oración de Nuestra Santísima Madre. En lugar de aceptar la alabanza para Ella misma, Su «alma proclama la grandeza del Señor.»
    De hecho, toda esta oración procede de la actitud de humildad, tan propia de la Santísima Virgen. El único que la supera en humildad es Su Hijo Divino, que » siendo de condición divina, no juzgó un robo ser igual a Dios. Sino que se anonadó, tomando la condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre.
    Se hizo obediente hasta la muerte y una muerte de cruz.”
    (Filipenses 2: 6-7).

    Debo imitar a nuestro Señor y a Su Santísima Madre en Su humildad si, como ellos, deseo ser «levantado» y enaltecido.
    Sin embargo, en mi propia vida, a menudo siento que paso por un ciclo más o menos continuo que me impulsa a entregarme a mi soberbia y luego a «levantarme» nuevamente una vez que he aceptado que lo que me corresponde es ser humilde. Seguramente debe haber una manera que posibilite perseverar en la humildad en lugar de ceder una vez más al orgullo venenoso.

    Al comienzo de su libro, Alianza con Cristo: Un retiro cisterciense, Dom Eugene Boylan, OCSO examina la humildad y concluye que nos es imposible ser realmente humildes si antes confiamos en Dios. Su idea es que la humildad es una especie de vulnerabilidad, mientras que la soberbia en cierto sentido, es una autodefensa, aunque nada recomendable.

    Por supuesto, esto se remonta al primer pecado de la humanidad que se relata en el Génesis, cap. 3. La primera grieta introducida en la naturaleza humana es la insinuación de la serpiente de que Adán y Eva no pueden confiar realmente en Dios: Que Dios realmente no tiene en perspectiva lo mejor para ellos.
    Y, de hecho, el pecado de nuestros primeros padres fue un rechazo respecto a la dependencia de Dios en favor de una independencia en la que ellos mismos serían «como Dios.»
    Las consecuencias, por supuesto, son desastrosas. Lejos de una liberación, su «independencia» les revela vulnerables, se dan cuenta de su desnudez, que nunca antes les habían preocupado.
    El orgullo con el que buscan defenderse rápidamente abre un abismo en su relación con Dios y entre sí a medida que se produce el «juego de la culpa». Lejos de ser «como Dios,» su misma humanidad se ve deteriorada por su desordenado deseo de independencia.

    Por lo tanto, para ser verdaderamente humanos y tener vida en plenitud, no precisamos ser independientes. Más bien, a la luz de la Encarnación, podemos ver que estar verdaderamente vivo es conformarse a la humanidad perfecta de Cristo, y participar en su Filiación, por medio de la cual Él alaba eternamente al Padre.
    Sólo entonces podremos tener la confianza necesaria en nuestro Padre Celestial, incluso en medio de las pruebas y cruces de nuestra vida. Sólo entonces nos será posible abrazar cada momento con humildad y, a su debido tiempo, ser exaltados.

  2. Uno de los últimos ejemplares del gran Pontificado de Su Santidad Benedicto XVI, este Pontífice que sigue brillando como un Padre de la Iglesia. Que desde el Cielo nos encomiende a la misericordia del Altísimo.

  3. El año que viene sabremos si su sucesor, monseñor Zuppi, recibe el capelo o se le hace esperar, como a tantos otros.Pronostico un consistorio para el otoño de 2019 o el inicio de 2020, con media docena aproximada de púrpuras.

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