Bernardino Montejano: Saint-Exupéry. Jardinero de hombres. Distal, Buenos Aires 2017, 435 pgs.
Bernardino Montejano, doctor en Derecho, profesor universitario, escribano muchos años, acaba de publicar una biografía del autor de El Principito que no dudo en calificar de extraordinaria y completísima. Fruto de muchísimas lecturas, de investigaciones propias y de una indudable y manifiesta pasión por el autor de quien se viene ocupando largo tiempo.
Y así nos deja un biografía que es a la vez histórica y psicológica. Sin duda detrás hay mucha relectura repensada una y otra vez con lo que nos muestra no sólo la trayectoria vital del hombre sino constancia clara de su alma. De ahí el gran valor del libro de Montejano. Mostrarnos un Saint-Exupéry completo.
Curiosamente el escritor francés ha sido devorado por su obra más conocída y genial. Soy un entusiasta de El Principito, me parece una de las grandes aportaciones del siglo XX a la Literatura, ha entusiasmado a millones de lectores y, sin embargo, apenas sabemos nada de su autor. Yo apenas que era francés, enamorado de los aviones y del desierto y desparecido en misión de combate en la II Guerra Mundial. Y para casi todo el mundo con un solo libro en su biografía aunque éste fuera extraordinario. Pues hay mucho más Saint-Exupéry como Montejano acredita. Y muy digno de ser conocido tanto en su trayectoria vital como en sus restantes obras y en su pensamiento.
Aristócrata en días en los que la institución había ya decaído mucho, y la fortuna familiar también, Saint-Exupéry quiso serlo personalmente en su vida y con plenitud. Riesgo, amistad, servicio, desprendimiento, colocar el pensamiento y las convicciones por encima del interés. elitismo personal compatible con un trato llano con todos los que se lo merecían y altivo con quienes no… Su vida, que no fue larga, constituye una apasionante y apasionada novela de aventuras en la que la existencia misma, tantos huesos quebrados y su misma muerte dan prueba de ello, hasta es posible que con aspectos de insensatez. Pero él no medía las cosas desde cálculos burgueses que, de haberlos seguido, le hubieran abierto todas las puertas. Porque conquistaba. A las mujeres también. O todavía más.
Los mandos de un avión y el desierto marcaron su vida. Con logros aeronáuticos más que notables y desde un alma noble que terminó de forjarse en la soledad sahariana que le hizo pensar y hasta redescubrir tantas cosas. No fue un colaboracionista de Vichy pero De Gaulle no le entusiasmaba nada. Eran dos yos incompatibles. Si bien mucho más generoso el de Saint-Exupéry. Seguramente por ser mucho más señor que el general. Murió sirviendo en combate a la “Francia Libre” y están descartadas hipótesis que circularon sobre un posible suicidio. Lo derribó un avión alemán.
Montejano hace además un acabado análisis de las otras obras, muy escasas ciertamente del autor, detenidamente del sustrato ideológico de El Principito, siempre me gustó más lo de Le Petit Prince, la traducción española creo que trivializa a tan gran personaje, y más todavía de su libro inacabado Ciudadela. Y de tan larga génesis. Refleja el último Saint-Exupéry y por tanto el más definitivo. El autor de la biografía lo disecciona cual forense acreditado. Todo en su libro es óptimo pero esta parte creo que refleja muy exactamente el Saint-Exupéry final.
Sus aproximaciones al Dios perdido de su juventud, nunca del todo, son notables. ¿Cuánto valen? Eso sólo lo sabe Dios y ya él. En eso no puedo entrar porque no lo sé. Lo que piensa Montejano no son estupideces beatas.
No me queda más que recomendaros vivamente la lectura del libro. Sobre todo a los admiradores de El Principito. Lo gozaréis. Los lectores de este Blog argentinos lo tienen muy fácil. Los españoles y demás sudamericanos, menos. Pero hoy en cualquier librería importante te traen un libro del extranjero. Este merece ser leído.
Solo como dato anecdótico, sin consecuencias prácticas: Llevo casi 50 años dedicado a leer y reflexionar sobre las obras y pensamiento de Saint-Exupéry, como resultado de un curso que recibí en la U. Católica de Valparaíso con el maestro don Luis López G. en 1969. En el año 2006 publiqué en Quito un modesto libro: «El Principito: el sentido de la vida», que ya lleva dos ediciones y una reimpresión; la segunda corregida y aumentada. No ha salido de las fronteras de mi país, salvo algún regalo personal. Desde 1980 he impartido seminarios sobre el tema en diversos lugares y a partir de 1991 en la Universidad San Francisco de Quito, donde soy profesor. Gracias por la noticia de la nueva biografía de Saint-Ex.
Mi mujer me dijo de novios que, si quería casarme con ella, tenía que leer el Principito, lo que hice con sumo gusto tanto por tan deliciosa lectura como por el premio que conllevaba y sigue conllevando. ¡ Gracias Saint-Exupéry !