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Un lector me dice que soy muy poco respetuoso

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Pues en parte puede tener razón. Porque en ocasiones, no pocas, soy muy poco respetuoso. ¿Aunque, los no respetados se merecen respeto?

Hay una vieja sentencia, creo que isidoriana, que dice Rex eris si recte facies. Pues a eso me atengo. Y sin aceptar que del Rey abajo, ninguno. Tampoco él. Los  únicos que merecen absoluto respeto para los católicos son  Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen. Y muy grande los santos y santas de Dios. Los demás, el que se hayan ganado.

Existe un respeto institucional pero es de tejas abajo. Que debe guardarse tanto en cuanto. Siempre que se lo merezcan y hasta con una pequeña contención, por el bien público, si el desmerecimiento es escaso.

No respeto lo más mínimo al Rey emérito que me parece una calamidad personal. a muchísimos miembros de Casas Reales, a infinidad de políticos, futbolistas, nobles, plebeyos, gente del corazón y de la farándula, profesores, escritores… Los hay corruptos, caraduras, de una vida moral impresentable a pelo o a pluma,  drogadictos…o  simplemente, nada. Muchos es igual lo que sean porque no son nadie aunque gocen de momentánea aparición en los medios. Que se empeñan en hacer noticia hasta de lo que no lo es. Perengana se separa de Mengano a los tres meses de contraer su tercer matrimonio. Y nadie sabe quien es ella o él.  Y los que lo saben son de una insuficiencia neuronal tan acusada que no merecen tampoco el menor respeto intelectual ni moral. No pocos terminan como juguetes rotos, olvidados de todo el mundo. Sólo entonces pueden merecer compasión ante su desgracia. Respeto, ninguno.

Y eso vale también en la Iglesia. Hay cargos, civiles o eclesiales, que por su relevancia deberían hacer en quienes los ocupan auténticos modelos de conducta. Reyes, presidentes de Gobierno, ministros, jueces, catedráticos, militares, títulos, sacerdotes, obispos, cardenales…

Pero si se empeñan en desprestigiarse dejando el cargo a los pies de los caballos no pueden reclamar respeto alguno porque ellos se han encargado de hacerlo imposible. Con gravísimo daño a la sociedad y a la Iglesia.

El cargo, por dignísimo que sea, no hace respetable a quien lo desempeña si esa persona se esfuerza en no serlo.

Y no me refiero sólo a delitos abyectos sino también a conductas impropias del cargo o empleo.

En este Blog se habla de la Iglesia y el sacramento o la designación no avalan todo. A lo más presuponen salvo prueba en contrario. La papolatría, obispolatría o sacerdotelatría no vienen impuestas por la religión. Por altos que sean esos ministerios. Quienes los desempeñan no voy a reclamar que sean santos pero sí que al menos sean dignos. Y que vivan conforme a lo que proclaman.

Porque hay mucho más que la asquerosa pederastia que tiene muchísima menos incidencia que la que los medios nos quieren presentar. Están también los libertinos, los amancebados con distinto o el mismo sexo, los ladrones, los peseteros, los vagos, los déspotas, los que desconocen la verdadera misericordia, los herejes, los mercenarios, los chulos, los desobedientes, los que socavan la fe y la moral de la Iglesia, los injustos…

No merecen respeto alguno cuando esas conductas son públicas y notorias. Y yo no se lo tengo. Sin meterme para nada en conductas puntuales que se resuelven en el confesonario. Aunque muy posiblemente los señalados no lo frecuenten mucho.

¿Me paso en la falta de respeto? Pues es posible porque uno no es ejemplo de nada. No voy a decir que el celo por la casa de Dios me devora. Aunque ciertamente me preocupa. Posiblemente bastante más que a algunos con los que me muestro irrespetuoso. El cabreo puede ser mal consejero y desatar la lengua más de lo conveniente. Y no niego que la tengo poco atada. Pero, en mi descargo, no como eximente aunque sí como atenuante, está lo que hacen y dicen curas, obispos y cardenales. Uno procura pararse ahí.

 

 

 

 

 

 

Comentarios
3 comentarios en “Un lector me dice que soy muy poco respetuoso
  1. Se le ha olvidado mencionar a los soberbios, que practican el primer pecado conocido.Pero de alguna forma van incluidos en los que menciona.

    Y en efecto, el respeto se gana y si no se gana, lo9s demás no te respetan. Es tan simple como eso. Debemos respetar a todos, como hijos de Dios, pero fuera de eso que cada uno soporte lo que merezca.

    En general dejamos de respetar a gentes por su cargo o posición en la sociedad. Y esto es lo que confunde, la persona con el cargo. No tengo por qué respetar a un cargo que hace cosas feas y a la persona que lo ocupa, me da igual porque si no lo ocupara no lo conocería de nada. No sé si consigo explicarme.

    Coincido con Carlos Núñez, las ideas serán o no respetables según sean ellas y lo bueno que aporten y las personas que sustenten ideas perversas, no tendrán más respeto que ese respeto básico debido a toda persona, pero serán merecedoras de desprecio por sustentar esas ideas. Lo contrario también vale. Las personas que sustenten buenas ideas serán más respetadas.

    De modo que , por mi parte, D. Fco José, siga respetando a los que lo merecen y a los otros, leña al mono, que es de goma.

  2. El pecado no se merece ningún respeto, sino el mayor odio; el pecador, si muestra arrepentimiento, propósito de la enmienda y repara el daño causado.

  3. La modernidad es una pseudoreligion llena de dogmas.
    Y uno de ellos, más falso que judas, es precisamente ése :Que todas las personas, y todas las ideas, son respetables.
    Y la gente se lo traga de modo acrítico, oyendolo repetir, como un mantra, millones de veces.
    Interesante tema, desmontar uno a uno los dogmas de la modernidad….

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