Otras religiosas que han perdido el oremus y buscan fuera lo que mucho mejor tendrían dentro. Un Taller de Oración zen es un modernismo ajeno a la oración católica que no debían proponer unas monjas de nuestra Iglesia.
Esas «reparadoras» averiadas deberían comenzar por repararse a sí mismas pues están agonizantes. En 1973, cuando ya habían comenzado a sentirse los devastadores efectos del Concilio, quedaban 640 reparadoras, hace dos años, el 1 de enero de 202o, ya solamente eran 272 ancianas. Hoy, apenas superarán las doscientas y con una media de edad próxima a los 80 años que sin duda ha deteriorado su raciocinio empujándolas al zen.
Aunque tampoco es para alarmarse mucho con su estupidez orientalista porque supongo que a esa convocatoria zen no va a acudir nadie. Nadie que no precise una urgente reparación de su azotea.
Los Carmelitas descalzos llevan muchos años con cursos y talleres así. Comenzaron en Salamanca y luego en los cursos anuales en Segovia durante muchos años.
Pero…saben esas monjas lo que es la oración? Nota: no es introspección
https://www.elcomercio.es/sociedad/silencio-atronador-clausura-20211121094756-ntrc.html
Que contraste con San Pedro Cardeña.
Para los que quieran documentarse de la maldad y perversidad del ZEN, simplemente entren en Youtube y pongan: Cisne radio- Jaime Duarte- la maldad del Zen. En este blog, experto en practicas sobre la Nueva Era, recibirán cumplida y certera, a la vez de ortodoxa información. Y hablando de las Reparadoras, cuando hace años pertenecía a las Cuarenta Horas, daba infinita pena acercarse a esta comunidad y entrar a su capilla: Rezaban las vísperas y ellas mismas reservaban el Santísimo, sin piedad ninguna. Ayer sábado, paseando con mi hermana por la calle Fomento, al lado del Senado, le decía yo sobre el edificio este que menciono, un Palacete que les donaron a ellas y que hace unos años se lo vendieron al Estado, para ampliación del Senado. Creo que con el dinero de la venta, se compraron tres chalets en la Sierra, y a vivir de las rentas, bien fresquitas en verano y lejos del mundanal ruido. Si se van todas la la porra, cuanto antes, mejor; no atraen a nadie, no dan testimonio, y ahora, encima, para acabar de rematarlas, en manos de Pedro Botero y derechitas al abismo. Ellas se lo han buscado.
El zen es esencialmente incompatible con la vida cristiana:
https://www.infocatolica.com/blog/mirada.php/1408240345-15-que-el-zen-es-esencialment
Lo peor es que el capellán de estas religiosas de Cádiz, en lugar de corregirlas, ha anunciado el «taller de oración» desde el ambón.
Las reparadoras no tienen quien las repare. En diez años más, no habrá reparadoras que reparar.
De la necesidad se hace virtud, pero no sé si este es el caso, si el taller del zen sirve para tener una actitud Zen que significa ser plenamente consciente del momento presente y esto ayuda a liberar estrés, ansiedad, frustración e ira, concéntrandose en los pensamientos positivos y las acciones que ayuden a relajarse y a responder de una forma equilibrada a los problemas cotidianos, aparentemente esto no es negativo.
el taller zen es una perdida inútil de tiempo valioso, que se podría emplear mejor en la oración, el rosario o la lectio divina.
El panorama de esta comunidad religiosa en Cádiz es desolador. Son sólo cuatro o cinco religiosas mayorcísimas casi todas.
Estoy convencido que solamente con Santa Teresa, San Juan de la Cruz, San Juan de Ávila y una larga lista de españoles entre los que se podría incluir a San Ignacio, tendría suficiente. Eso no es obstáculo, para que crea que el Zen o el Yoga puedan ayudar en especial para la preparación de la oración en especial con técnicas de respiración, a pesar de que hay guías que considera que son prácticas que pueden resultar peligrosas e incluso hay <> orientales que afirman de que la práctica del Yoga acaba por apoderarse del individuo.