«El viernes 20 de septiembre los movimientos populares celebrarán un simposio en el Vaticano «para celebrar el décimo aniversario de su primer encuentro con el Papa Francisco», el Papa no estará presente y sólo «se espera un mensaje». Tampoco aparece ningún rastro del simposio en los acontecimientos cubiertos por la oficina de prensa de la Santa Sede. Todo muy distinto de lo sucedido en los encuentros con los movimientos populares en los primeros años del pontificado. El primero de estos encuentros se celebró en Roma hace diez años, en octubre de 2014. El segundo en Bolivia, en Santa Cruz de la Sierra, en julio de 2015. El tercero nuevamente en Roma, en noviembre de 2016. Interminables discursos del Papa Francisco, de hasta treinta páginas cada uno, esbozando una especie de manifiesto político. En los dos primeros, en primera fila el presidente cocalero de Bolivia, Evo Morales, muy criticado por los obispos de su país pero haciendo gala de su confianza en el Papa.
Parece que algo empezó a ir mal a los ojos del Papa Francisco, debido principalmente a roces con uno de sus compatriotas argentinos, Juan Grabois, principal organizador de las reuniones . Grabois volverá a ser uno de los protagonistas más destacados, pero es precisamente su presencia la que lleva a Francisco a mantenerse alejado. Es consultor del pontificio consejo para la justicia y la paz, ahora absorbido por el dicasterio para el desarrollo humano integral, pero tras el tercer encuentro, en 2016, algo entre ambos empezó a deteriorarse. Una cuarta reunión en Caracas estaba prevista para octubre de 2017, pero fue cancelada debido al desastre en el que había caído Venezuela. Las hubo regionales, en California, del 16 al 19 de enero de 2017, el Papa Francisco leyó por videoconferencia un discurso en la línea de los anteriores. En la segunda reunión regional, celebrada en Cochabamba, Bolivia, los días 20 y 21 de junio, del Papa ni rastro.
El Papa Francisco estaba furioso cuando, en enero de 2018, en vísperas de su viaje al vecino Chile, Grabois lanzó un duro ataque verbal contra el presidente argentino Mauricio Macri. Los medios argentinos corearon que Grabois era un gran amigo del Papa y que el Papa pensaba como él. La conferencia episcopal argentina se vio obligada a responder a todo esto con una dura declaración de culpabilidad contra quienes usurparon su amistad con el Papa para hacer creer que él piensa igual. En 2020 el Papa Francisco volvió a recurrir a los movimientos populares, pero de forma muy personal, con una breve carta abierta. Meses después, en una carta autógrafa fechada el 1 de diciembre de 2020 enviada a un grupo de sus antiguos alumnos argentinos, hecha pública en su totalidad por los destinatarios, el Papa contó la verdad contra su ya no amigo “Dr. Grabois”: “El Dr. Grabois es miembro del departamento de desarrollo humano integral desde hace años. Respecto a lo que dice él dice (que es mi amigo, que está en contacto conmigo, etc.) te pido un favor, que para mí es importante. Necesito una copia de las declaraciones en las que dice estas cosas. Me será muy útil recibirlos».
Mensaje del Papa Francisco para la próxima JMJ, que se celebrará a nivel diocesano el 24 de noviembre. “En la peregrinación de la vida habrá inevitablemente desafíos que afrontar. En momentos de crisis “fallan muchas falsas esperanzas, demasiado pequeñas para nuestro corazón; se desenmascaran y, así, quedamos desnudos con nosotros mismos y con las cuestiones fundamentales de la vida, más allá de cualquier ilusión. Y en ese momento, cada uno de nosotros puede preguntarse: ¿en qué esperanzas baso mi vida? ¿Son reales o son ilusiones?”. “En estos momentos, el Señor no nos abandona; se vuelve cercano a su paternidad y nos da siempre el pan que revitaliza nuestras fuerzas y nos pone nuevamente en el camino».»