| 10 agosto, 2023
Son exactamente las mías. Si las cambian, que jueguen con su puñetera madre.
https://www.infocatolica.com/blog/cura.php/2308100938-las-reglas-de-juego
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Conmigo, tampoco.
“No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.” (Lucas 8, 17)
Don González Guadix da en el clavo. Yo ayer en un comentario hacía ver que el cardenal Ghirlanda en vez de enredar cada vez más la madeja del Opus Dei debería ir a las basilicas romanas y ver cuántas personas se presignan al entrar. Es un detalle muy simple pero que muestra que los cristianos pierden el sentido de lo sacro y que hay que actuar. Estamos ante una situación calamitosa y en vez de centrarnos en la transmisión de la fe y la enseñanza del Catecismo a los fieles vamos empozoñando el agua que bebemos. No todo está perdido mientras haya sacerdotes como don González Guadix que en la penumbra pone luz. Lo importante es que no desfallezca.
Creer en la doctrina de la Iglesia como tal y hacer suyo de pe a pa el relato sobrenatural, muy, muy pocos lo hacen en España. Y, en su mayoría, ancianos. Entre los jóvenes, la cifra es irrisoria, por más que en algunos sobreviva como poso folklórico cultural (cofradías, JMJ) o atributo de clase social. El verdadero termómetro son las ordenaciones sacerdotales. La España católica es reflejo de la España vaciada, un país que se agota y muere poco a poco.
Yo esto lo veo a diario: familiares casados por la Iglesia porque «quedan muy bien las fotos», familiares que van a misa (pero aceptan la eutanasia, el aborto y el matrimonio sodomítico), familiares que no se casan, pero bautizan a los niños, familiares que bautizan a los niños, pero no les hacen la Primera Comunión, familiares ateos casados por la Iglesia, familiares que van a funerales y confiesan al salir que los funerales «son una bobada» y podría seguir hasta marzo del 2024. Y esto todo, sin salir de mi familia. Manda «carballo».