Es un titular de Sandro Magister en un artículo en el que señala no a todas las personas que comprometen gravemente el pontificado de Francisco y que han sido especialmente escogidas y potenciadas por él. El vaticanista nombra a McCarrick, Cupich, Tobin, Farrell, Danneels, Maradiaga, Peña Parra y Ricca pero se podría ampliar la lista. Todos con plomo en el ala y algunos verdaderamente asquerosos.
Uno puntualizaría levemente el titular del verdaderamente Maestro y no diría que no se libera sino que no quiere liberarse. Porque tanta elección de lo peor, y en casos de lo más abyecto, no se puede atribuir a mala suerte involuntaria sino a un gusto estragado. Y es inevitable no recordar el dime con quien andas y…
Esos, y otros como Montanaro, Baldisseri, Coccopalmerio, Hummes, Spadaro, Paglia, Trucho, Sánchez Orondo, Marx, Kasper…, la lista es demasiado larga, confirman como poco el malísimo gusto, pura evidencia en todo, del argentino, sino posiblemente algo más grave.
El padre Jorge no se libera de estos personajes, porque está haciéndo todo lo contrario: esta rodeándose y de podredumbre y basura moral porque le encanta estar entre esta escoria. Salvo honrosas excepciones, que las hay y bastantes, el Vaticano se ha convertido en una inmensa letrina o cloaca donde chapotea a gusto el hechicero Bergoglio y toda la jarca de canallas y vividores que lo adulan y pelotean. Pobre Iglesia nuestra.
“dime con quién andas, y te diré quien eres”: las abominables compañías de bergoglio evidencian la clase de tipejo que es bergoglio mismo.