Ya no es un grito sin eco de esta cigüeña fruto de no se sabe qué taras mentales, las mías deben ser más que evidentes, sino reconocimiento general. La vida religiosa se muere. Y en epidemia sin tratamiento medicinal. Todo se va y sin terapia.
Hoy os traigo un artículo que no es mío ni de mis proximidades. Yo jamás habría llamado prior de una comunidad jesuítica al superior o al rector, pero salvo en eso, puramente accidental, la tesis es inexpugnable. Los jesuitas desaparecen de España. Y no como rarísima excepción. Se van por el sumidero como todos los demás.
A comienzos de 2017 quedaban en España unos novecientos setenta jesuitas. Fueron recientemente más de tres mil. Al año suelen fallecer más de sesenta, entran tres o cuatro novicios, de los que perdura como mucho la mitad, con lo que es muy posible que concluya este año con menos de novecientos jesuitas de los cuales la mitad tienen ya ochenta años o casi. Y el resto se les aproxima mucho.
Pues eso es lo que hay y lo que tienen. Casi cuatrocientos ancianos, que oran por la Iglesia y por la Compañía los que sepan lo que hacen, que no es poco, y otra mitad casi en camino de lo mismo. Pues ya me dirán cuál es el futuro. Si no intentan cambiarlo, la desaparición en muy breve plazo.
https://www.elconfidencial.com/espana/2018-06-17/jesuitas-salesianos-ordenes-religiosas-mueren_1579544/
Algunos no se enteran, o no quieren enterarse:
https://pastoralsj.org/creer/1930-mirando-hacia-el-futuro-en-la-vida-religiosa
los progrejesuitas se pusieron al servicio del demonio, y ahí los resultados, mas que merecidos. por ende nada que lamentar.
Convento Dominicano de Poznan -Posen- en Polonia:
https://poznan.dominikanie.pl/klasztor/mieszkancy/
Es la decadencia inevitable una vez que en el Vaticano II solemnemente se aceptó el Ecumenismo Interconfesional de la Interreligiosidad contraviniendo por mayoría de conciliaristas sinodales la Encíclica Mortalium animos de Pío XI fecha 6 enero 1928.
No son solo los jesuitas, es toda la teología católica que en la dialéctica religiosa se quedó sin fundamentación de sentido católico sagrado y sacralizador sin poder confrontar las teologías anglicanas y protestantes ya que por mandato o consigna de Juan XXIII, santo de la nueva serie posvaticanista, había que estar en lo que nos une y no en lo que nos separa, es decir la teología católica de facto quedaba relegada ya que es lo que nos separa.
El caso de los jesuitas ha sido nefasto, necesariamente castrador, para todas las demás órdenes o institutos religiosos de ambas modalidades femeninos o masculinos desde el momento en que Arrupe se apuntó a la sociología y se negó a facilitar que jesuitas ignacianos tuvieran sus propias casas para seguir siendo Orden Sacerdotal, comprobada la vía secularista profana desacralizadora del nuevo rumbo impuesto; en el que siguen los arrupitas que lo son además irrecuperables en la actualidad y que ya no tiene reconducción porque la impregnación descatolizadora protestante-anglicana ha llegado a tanto que ya no nos damos cuenta del desvío colosal. Hasta tanto ha llegado que Francisco se va a compartir amistades, dime con quién andas, con los del Consejo Mundial de iglesias. Diluir la Religión Católica que supone disolver los propios vínculos del Ecumenismo Católico en un solo Credo Católico unívoco como síntesis del Depósito de La Fe de la Revelación que Jesucristo hizo a sus Apóstoles y de la que nos dieron FE pública como notarios presenciales que fueron y albaceas testamentarios que nombró para dar cumplimiento a las cláusulas de su Nuevo y Eterno Testamento.
La Iglesia de Jesucristo siempre perseguida y jamás vencida contra cuyas puertas los poderes del infierno no prevalecerán; pero sí que pueden como se comprueba, contra la Religión Católica única verdadera de esa Iglesia, singular no pluralista. Y en esas se está aunque las más de las veces ni seamos conscientes porque se prefiere más la gloria de los hombres que la gloria de Dios, más las consignas y mandatos de hombres que la obediencia de Dios por el camino que Cristo dejó consignado.
Se comprenderá que si Dios perdona todo, perdona siempre y perdona a todos, sin hacer reserva siquiera del pecado contra el Espíritu Santo; si todas la religiones lo son de salvación; si todos los humanos oramos al mismo dios; si ya no hay Economía de la Gracia ni Teología Sacramental operativa en que los Sacramentos son los lagares de fermentación en los que el Espíritu Santo nos clarifica nuestras meras actuaciones humanas convirtiéndolas en Gracia Santificante, la Religión Católica se queda en una religión más, profana, y nuestros sacerdotes reducidos a pastores protestantes, pastoral de pastores, insensiblemente sin enterarnos, aceptando premisas inadmisibles.
Ocurre que el Principio y Fundamento que San Ignacio formuló ha quedado sin vigencia: «Alabar y servir a Dios y MEDIANTE ESTO salvar el alma». Eso era para la conversión en los Ejercicios Espirituales. Ahora se nos dice que estamos salvados de antemano por derecho del hombre criaturas de Dios e hijos de Dios siendo Cristo «el preferido». Ya no tiene sentido ser sacerdote católico ni siquiera católico. Si acaso presidentes de comunidades al modo de los rabinos. A quedarse en filántropos, altruistas, buena gente , comprensivo, tolerante. Ya nada es verdad ni es mentira.
¿Puede extrañat a alguien lo que pasa? La primavera conciliarista necesariamente ha venido y nadie sabe cómo ha sido: prima Vera. Glaciación.
Bendito sea Dios. A menos basura, menos hedor.
Ricardo de la Cierva, en su libro “La infiltración”, describe con todo tipo de detalles el camino hacia el abismo en el que han caído los jesuitas. De la Cierva, sitúa en el “simposio Fe cristiana y cambio social el América Latina”, celebrada en el año 1972, en San Lorenzo del Escorial, España, donde se reunieron teólogos de la teología de la liberación, en la cual, prevaleció la tesis del ideólogo marxista padre Gustavo Gutiérrez, peruano.
La mayor parte de esos teólogos eran jesuitas y fue a partir de dicho Simposio celebrado en el Escorial, cuando adoptaron por mayoría el marxismo. Fueron por lo tanto los jesuitas quienes infiltraron el socialismo marxista, no solo en Sudamérica, sino en la mayor parte de la Iglesia. Por lo tanto, quienes piensen que, es una «casualidad divina» el hecho de que actualmente el Papa sea jesuita, o está muy equivocado, o todavía vive contando nubes como Rodríguez Zapatero.
No se puede detener la primavera en primavera, que dijo un cursi gilipollas. Pues eso mismo.
Ni a las mariposas azules que revolotean en torno al rostro seráfico del Pádre Ángel. Pero eso sí: a lo que yo nunca me ofreceré es a intentar detener a la mofeta de Franz…
Los jesuitas se van. Para no volver. Lo cual me llena de alegría. Mas, no cantemos victoria: los jesuitas quieren morir matando. De la mano de estos enemigos de Cristo, viene el islam más radical. Quieren que esa ese su legado y no el de San Ignacio de Loyola, al que detestan… No soy partidario de la eutanasia, aunque dado que los jesuitas en un editorial de «Razón y Fe» publicado en 2002 se mostraban abiertamente favorables a la misma, ¿no habría forma de que se les aplicase?
Pues todavía son muchísimos en España novecientos jesuitas. Realmente para el daño que han hecho uno solo es demasiado, y algo parecido puede decirse de la mayoría de las otras órdenes. Si sólo tienen el nombre de religiosos, porque en general la pobreza la vive mucho más el clero secular que el regular, cuanto antes se extingan mejor, y que sobrevivan las ordenes donde de verdad haya vida religiosa. Una gran parte de la descristianización de España, por acción y por omisión se debe a las congregaciones religiosas dedicadas a la enseñanza. Por eso creo que todo esto es una noticia esperanzadora; lo preocupante sería que los arrupitas tuvieran vocaciones. En otro momento se podía temer por el decoro de los templos que cierren, pero dado que con sus actuales ocupantes están ya suficientemente secularizados y empleados para todo tipo de usos no creo que cambie mucho, bueno, quizá los nuevos dueños respeten mejor el patrimonio artístico que los actuales.
Cardenal Sebastián: «Muchos dicen que la Iglesia se extingue.Hoy vemos aquí que está llena de pujanza».Inconcebibles palabras de este demoledor personaje en la ordenación episcopal del nuevo purpurado Bocos.
Perdón por el detallito, pero no «se mueren». Las han MATADO con su incurable infidelidad, arrogancia e insistencia dolosa de décadas, los mismos que hoy abandonan los lugares escoltados por el desdén y la indiferencia. Decrépitos, a la chita callando y con la mística cesta vacía, rumbo al brumoso puerto del olvido, el yermo y la nada.
«Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos?»
(Jesús de Nazaret)
Al mismo tiempo, contemplemos las órdenes que tienen un aluvión de vocaciones, como por ejemplo Iesu Communio.
Y es que el Espíritu Santo sigue soplando, dónde le permitimos que lo haga, con nuestro libre albedrío.
No se seca la fuente.
Se secan las ramas que renunciaron hace mucho a su propia vida interior, su alimento espiritual y su fe primigenia
Oremus ad invicem
D. Pacopepe, pero si esa es la famosa primavera de la vida religiosa anunciada a vox populi desde el Vaticano II; fíjese si es verdadera primavera, que cuanto más la anuncian menos quedan. Lo que pasa es que se toma por tonto al pueblo porque no saben ver los frutos suculentos de la maravillosa decrepita primavera. Lástima, que para colmar el asunto, no les haya dado un temporal típico de la primavera, que les despejara las neuronas y vieran la realidad… Salvo que el propósito fuera lo que tenemos, que desapareciera la vida consagrada. Pues no creo que les salga gratis, tanto espiritual como material. Dios es Sumo Juez.
Recogen todos lo que han sembrado. Viven según el Evangelio??? NO. Son Caritativos y se preocupan de los preferidos de Cristo, los pobres???NO. Están muy preocupados por el poder y solo sirven al dinero y a sus pasiones??SI. Son fieles guardianes de la palabra de Dios y no siembran el error??? NO. Pues al Carrer!!! No se pierde nada porque desaparezcan. Si los ves por la calle y van vestidos que en vez de religiosos parecen quinquis. Quien que tenga vocación va dejar todo para parecerse a ese ganao. Y no hablo solo por los Jesuitas. Todos iguales. En diez años, todos serán historia. Y que no le echen la culpa a nadie porque ellos solitos se lo han buscado.
Los franciscanos podrían dejar MÉRIDA.
La nefasta gestión realizada por el guardián provocaría el cierre de la única comunidad franciscana de la baja Extremadura.
Cáceres, Guadalupe y El Palancar serán las únicas fraternidades en la tierra de San Pedro de Alcántara.
Deberían preguntarse por qué sigue habiendo -aunque menos- candidatos a entrar en los seminarios diocesanos, donde también se les exige el celibato y se supone que han de llevar una vida austera, aunque no hagan voto de pobreza.
Vosotros no espabiléis, no os vayáis a «adaptar al mundo», que detrás viene el demonio y la carne. Farsantes.
Sale tan rentable «adaptarse al mundo», que tiene gracia que andes llamando farsante a nadie.
Hermenegildo: A los Pastores de Confesiones y sectas Protestantes no se les exige el celibato y aún con las pastoras y avispas, tienen menos vocaciones que en el mundo católico. Los protestantes de Dinamarca, nación confesionalmente evangélica, son una ruina y no será por falta de
facilidades y dinero. Y liberalismo a tope.