Las Edades del Hombre en Aguilar de Campoo

Excelente la edición de este año. Que vimos ayer. Siento daros cuenta bastante tarde pues se clausura la exposición el mes que viene. Con lo que quedan pocos días y ya cortos. Desde Madrid unos 350 kilómetros por autopista hasta las puertas mismas de Aguilar. Recomiendo vivísimamente la visita a quienes podáis realizarla. Palentinos, burgaleses, cántabros y vascos lo tenéis a tiro de piedra.

La exposición tiene dos localizaciones la preciosidad románica de Santa Cecilia y la grandiosa colegiata. Un amplio aparcamiento gratuito situado entre ambas resuelve perfectamente ese problema. Lo recomendable es dejar el coche en el punto más próximo e Santa Cecilia, a la entrada del parking, visitar santa Cecilia, bajar, llevar el coche al extremo sur donde está la salida peatonal hacia la colegiata y luego recogerlo y salir de Aguilar. El camino, corto, del aparcamiento a la Colegiata permite descubrir a quienes no la conozcan una ciudad preciosa.

Santa Cecilia es una maravilla románica que ha quedado de dulce. Un acceso en zigzag evita el cuestarrón que era el modo de llegar antaño y que es en cambio recomendable para la bajada porque ataja. Pese a lo avanzado del año estaban todavía floridos muchos de los rosales que bordeaban la subida.

La torre de la iglesia en muy bella, románica total. El interior tiene los arcos ya levemente apuntados y unos capiteles bellísimos. El de la degollación de los inocentes es espectacular y parece realizado ayer mismo dado su estado de conservación. Supongo que habrán sido limpiados para el evento.

La exposición, en este recinto, tiene una serie de objetos de otras religiones y culturas, ciertamente curiosos e incluso algunos muy bellos, pero que en mi opinión no pintan nada aunque correspondan evidentemente a edades del hombre. Pero ya sabemos que está de moda lo interreligioso. Lo más espectacular el continente y, del contenido, un hermosísimo sagrario monumental, en torre,  original del monasterio de San Salvador de Oña, de finales del XVI, hoy en la iglesia de Campo de Villarcayo (Burgos).

Lo expuesto en la Colegiata de San Miguel tiene obras de extraordinaria belleza. Aunque en primer lugar quiero poneros de manifiesto la muy inteligente utilización del magnífico espacio que permite apreciar bellezas del mismo, naturalmente fijas y conseguir un óptimo aprovechamiento de la superficie jugando con la grandes columnas o mostrándonos hermosos ventanales góticos, además de un Llanto por Cristo muerto y el extraordinario retablo mayor que lucía bellísimo. De todas las numerosas escenas del mismo, espectaculares todas, me quedo con la preciosa Anunciación.

Muchísimo que ver y casi todo mereciendo la pena. Yo destacaría, además del retablo, cuatro Vírgenes románicas muy bellas, una Inmaculada de Alonso Cano, la presentación de la Virgen en el templo de Gil de Siloé, algunos capiteles románicos hermosos, el Crucificado de Victorio Macho y el de Manuel Pereira, con dos siglos y medio de diferencia, una pila bautismal románica verdaderamente espectacular, la más bella que vi en mi vida  en ese estilo, un objeto litúrgico que explica en el catálogo de la exposición un queridísimo y doctísimo amigo que es hoy uno de los más acreditados especialistas en el arte sacro en España, cuatro Evangelistas, del taller de Félix de Bigarny en los que las sillas y los escritorios, todos diferentes, sirven para un auténtico estudio mobiliario, una Santa Caralina de Gil de Siloé bellísima, Un San Sebastián del Greco verdaderamente notable al igual que una Asunción de Gregorio Fernández, un Salvador bendiciendo de Pedro Berruguete…

Como veis una exposición verdaderamente extraordinaria que sirve a la catequesis y a la estética y que no dejará indiferentes  a personas con creencias religiosas  ni a quien sin tenerlas sabe apreciar la belleza. Obra pues magnífica la que viene realizando la Iglesia de Castilla y León desde hace ya tantos años y que éste todavía supera a unos cuantos anteriores.

El Catálogo de la exposición, una vez más, excelente. En este sin embargo señalaré un defecto. Tras la introducción del presidente de la Junta de Castilla y León y la del obispo de Ávila, gran presidente de la Fundación Las Edades del Hombre, figura la del obispo diocesano. Y a mi, al de Palencia, Manuel Herrero, no me  gusta encontrármelo ni aunque sea en misa. Son cosas mías pero esto lo estoy escribiendo yo. Aunque también reconozco que ese borrón no hace desmerecer casi nada la belleza del Catálogo. Que además tampoco trae la fotografía del sujeto.

Y a comer. También excelentemente. El restaurante abarrotado. Un miércoles. Y es grandísimo. Parece que Las Edades del Hombre son también una bendición para los pueblos que las alojan.

Por último una curiosidad que igual algún lector me la explica. Aguilar de Campoo. Y Fernando Poo, Feijoo y ahora Celaa. ¿Por quée? Aunqur hoy se escriben sin acento. Antes me parece que lo llevaban.