Nos lo cuenta un lector. Y esto no se para. Supongo que en este caso las dos ancianitas que quedaban llevaban su hábito. Que hay clarisas que ya no lo llevan o al menos lo llevan sin toca. Pues algo lo están haciendo muy mal cuando esta sangría no se corta. Y para unas con vocaciones Matapelo y Chámame Pepe a por ellas. Estamos ante una liquidación por derribo de la vida religiosay los responsables tan felices de haberse conocido. No es condición suficiente pero sí necesaria para intentar detener la hemorragia una patada en el cardenalicio y en el arzobispal trasero del prefecto y el secretario de la Congregación para los Religiosos. Con ese par de inútiles, y además malvados, sólo se va a la muerte.
Las clarisas se van de Pontevedra
| 26 marzo, 2015
“De modo que son inexcusables, porque habiendo conocido a Dios no lo glorificaron como Dios ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos y se oscureció su insensato corazón: presumiendo de sabios se hicieron necios …
Por eso Dios los abandonó a los malos deseos de sus corazones, a la impureza con que deshonraron entre ellos sus propios cuerpos: cambiaron la verdad de Dios por la mentira y dieron culto y adoraron a la criatura en lugar del Creador, que es bendito por los siglos. Amén.
Por lo tanto, Dios los entregó a pasiones deshonrosas, pues sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contrario a la naturaleza, y del mismo modo los varones, dejando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos de unos por otros, cometiendo torpezas varones con varones y recibiendo en sí mismos el pago merecido por sus extravíos. Y como demostraron no tener un verdadero conocimiento de Dios, Dios los entregó a un perverso sentir que les lleva a realizar acciones indignas , colmados de toda iniquidad, malicia, llenos de envidia, homicidio, riñas, engaño, malignidad; chismosos, calumniadores, enemigos de Dios, insolentes, soberbios, fanfarrones, inventores de maldades, rebeldes con sus padres, insensatos, desleales, desamorados, despiadados. Ellos, aunque conocieron el juicio de Dios – que quienes hacen estas cosas merecen la muerte – , no sólo lasa hacen, sino que defienden a quienes las hacen. “
Esto no es una descripción de lo que está pasando actualmente en la Iglesia, y de manera acusada en España por el abandono de Dios; es la transcripción de “Romanos 1-21 y ss.”.