| 23 enero, 2022
A este paso la desaparición general se va a adelantar todavía más.
https://www.elnortedecastilla.es/segovia/inminente-marcha-monjas-20220122214234-nt.html
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¿Y ante esta liquidación por derribo, los responsables del tinglado, inútiles absolutos, contraproducentes y perversos, Braz de Anís y Chámame Pepe, van a seguir en la mamandurria?
Que ruina. Que pena, Señor.
Creo que en este 2021 pasado y en lo que llevamos de 2022 son cuatro órdenes y congregaciones de vida contemplativa han abandonado Segovia: clarisas, juaninas, y ahora cistercienses y CSCJ.
No obstante, hay que destacar el cuidado que está poniendo don César en traer congregaciones femeninas de vida activa que están residiendo en casas parroquiales grandes en las que no viven ya los párrocos, caso de las Oblatas de María Inmaculada, Franciscanas de María Inmaculada o la Fraternidad Reparadora, en pueblos pequeños como Remondo, Escalona o Navares. Aún con estas presencias activas en la diócesis, que hacen mucho bien, es terrible que se vayan los contemplativos
Afortunadamente, quienes seguimos este grupo de Facebook, nos percatamos de que también existen las buenas noticias:
https://www.facebook.com/groups/272469242914221/?multi_permalinks=2058114387683022
El cardenal brasileño y el señor Rodríguez están muy bien donde están. ¿Me he vuelto loco? Creo que no, pero su labor tiene dos lados positivos: el primero es que no imagino qué harían en una diócesis y qué harían sus sucesores; el segundo es que están dejando morir a los moribundos sin alargar su agonía. Bien es cierto que, de paso, se están «cepillando» a los vivos. Otro lado bueno: el descrédito del brasileño hará que su papel en el cónclave sea el de un cero absoluto en la escala de Kelvin (-273). Quizá sea mejor que los católicos veamos más allá del presente y pensemos en lo «eterno». ¿No quedamos en que la Iglesia durará hasta el fin de los tiempos?
Actualmente, en la Iglesia católica, ha dejado de valorarse esta vida de entrega total al Señor, de pobreza, castidad, obediencia y donación incondicional al Altísimo. Es bien lamentable… Más es el fruto claro de una gran apostasía creciente dentro de las filas católicas. Hay que volver a la lectura serena y profunda de los santos Evangelios canónicos. No hay otro camino.
Hay crisis de vocaciones a la vida religiosa, al sacerdocio y al matrimonio.
Hay que convertir las parroquias en comunidades donde se viva la fe, se promocione la vocación a la santidad, se haga oración, se acompañe espiritualmente a los fieles, se celebren los sacramentos, especialmente la confesión frecuente y la asistencia a misa diaria, formación en la fe, lectura de la palabra de Dios.
Y entonces veremos los frutos.
Pues ¿quién no quiere vivir unido a Dios ya sea formando una familia, entregando su vida
como religioso o sacerdote?.
Independientemente del Covid, económicamente era inviable el monasterio ya que se vive de su huerta y de la venta de flores.
Dos noticias seguidas de ordenes o congregaciones que dejan Segovia es demasiado.