Era una comunidad de carmelitas descalzas que languidecía en Medina de Rioseco. A comienzos de este siglo se trasladaron a Valladolid donde no pocos pensaron que se extinguirían en no poco tiempo. Pero no ocurrió así. Las vocaciones que a Rioseco no acudían aparecieron en Valladolid y la esperanza anidó de nuevo en el convento. Por los motivos que sean pensaron en alguna modificación del carisma y del hábito y la Iglesia lo autorizó. Y eso parece que crece en vez de morir. Seguro que hay fijistas que piensan que es mejor que mueran como eran a que vivan de un modo algo distinto y autorizado por la Iglesia. Evidentemente no me encuentro entre esos. No soy yo quien tiene que juzgar las decisiones de unas monjas siempre que estén avaladas por la Iglesia y no sean el sueño de verano de una superiora iluminada. Y sigue siendo absolutamente válido lo de por sus frutos los conoceréis. Maravillosas las antes clarisas de Lerma y hoy Iesu Communio. Y las clarisas de Soria y de Belorado que siguen como clarisas, Las religiosas de Santa María del Sagrado Corazón a las que sin duda Dios les inspiró separarse de una congregación francesa que se moría. Y las monjas de la Enseñanza de Talavera que en su día se apartaron de una Compañía de María que hacía agua por todos lados. Estas carmelitas samaritanas de Valladolid no parecen empezar mal. Encomendadlas a Dios para que no las deje de su mano. http://www.religionconfidencial.com/diocesis/carmelitas-samaritanas-Valladolid-cambiaran-habito_0_2501149890.html
Las carmelitas samaritanas de Valladolid
| 09 junio, 2015