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La vida parroquial es dura. Sobre todo para los párrocos

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Jorge González Guadalix Jorge González Guadalix tiene larguísima experiencia de ello. Como muchos otros. La diferencia con esos otros está en que él lo cuenta. El Blog del párroco de la Beata Mogas es una síntesis a la vez realista y divertida, divertida al leerla en su pluma pero en verdad muy lamentable, de lo que, caricaturizado, pasa en tantas parroquias. Y lamentablemente en las parroquias que funcionan. Porque en las que no funcionan nadie dice nada. ¿A quién se lo van a decir? ¿Al cura que no está? ¿Al que está pero como si no estuviera? En los Blogs ocurre algo parecido. Hay lectores que creen que los Blogs son suyos y que tienen que decir lo que ellos piensan. Otros consideran que es un espacio libre donde cabe manifestar todo lo contrario de lo que sostiene el Blog. Y además se molestan si se les borra. Los afanes de apropiarse de lo ajeno, incluso en aquellos que abominan de la propiedad, González Guadalix lo cuenta con notable gracia y con suma caridad. Esperamos un segundo libro tan divertido como el primero. En el que se habrán visto retratados numerosos párrocos. O, mejor dicho, habrán visto retratados múltiples sucesos parroquiales. Curiosamente los críticos permanentes son los que nunca hacen nada. Salvo criticar. Una vez más Don Jorge los ha puesto en su sitio. Sin herir a nadie con su propio nombre. ¿Puede haber en la crítica algo de verdad? Pues es posible. Y tengan la seguridad de que el párroco, o el que lleva un Blog, en este caso ambas cosas coinciden en el mismos semoviente, Don Jorge González Guadalix, o en lo que mí me toque como Bloguero, y a la palabra semoviente no hay que darle otro significado que el de que se mueve por sí mismo, de que las críticas asumibles son tenidas en consideración. Si valen la pena. Las estupideces al maestro armero. Un Blog lo tiene más fácil. Con borrar las chorradas, o simplemente dejándolas, se termina el problema. Una parroquia es más complicada. Pero ya está bien de maestros Ciruela en los que tan pródiga es nuestra patria. Para ellos valgan como medicina los artículos de este párroco que verdaderamente los borda. Como éte: http://infocatolica.com/blog/cura.php/1502210119-feligreses-especialmente-pune

Comentarios
0 comentarios en “La vida parroquial es dura. Sobre todo para los párrocos
  1. Una lanza, y bien alta en favor de Guadalix!! Leo siempre que puedo su blog. Es amenisimo y da siempre en la diana. Tiene un humor genial y un sentido común en las pastoral que debían imitar, si eso fuera posible, la mayoría de los párrocos. Enhorabuena D. Jorge y siga así!

  2. Paco Pepe:

    Con todo respeto hacia ti, ¡faltaría más!, quiero puntualizar alguna cosita.

    De Jorge Guadalix destaco que escribe bien, ameno, ágil, concreto. Pero… da un aire de superioridad que pega bofetones en exceso. ¿Y si los fieles no responden? Es decir, si aplicamos sus «recetas» y no hay frutos, ¿qué? Porque algunos hemos currado en parroquias que eran desiertos y hemos trabajado y nos hemos deslomado sin ver resultado. Y no por ello puede venir este señor a darnos recetas como si nunca hubiéramos trabajado. Creo que se pasa.

    Y para ti, amigo mío, Paco Pepe, una corrección en el título: «sobre todo los párrocos». Pues según y cómo. Hay párrocos imbéciles, vividores y la parroquia la cargan sobre sus hombros los vicarios parroquiales, al igual que hay párrocos sufridísimos con vicarios parroquiales ineptos. Yo he pasado por ambas situaciones. ¿Por qué no algo más general? «Los sacerdotes en las parroquias…».

  3. Juanito: parece evidente que usted no puede ver a Don Jorge González Guadalix porque que de ocho comentarios cuatro sean suyos da la impresión de que tiene usted una fijación malsana. Y ya si sin venir a cuento para nada arremete contra el director de Infocatólica pues ¿qué quiere que le diga? ¿No le gusta esa web?., pues no entre en ella y vivirá más tranquilo. Le voy a dar un dato que seguramente le amargará la noche: Precisamente los Blogs de las dos personas que critica son los más visitados, con mucho, de Infocatólica. Y me consta que no son precisamente masoquistas quienes les leen tanto, aunque algunos haya.

  4. Pues a mí me cae bien ese cura. Acostumbrados a un clero políticamente correcto lo que sorprende es que un cura escriba de forma que se le entiende todo. Lo que pasa es que hay mucha gente que anda escasa de sentido del humor. Los más molestos con él posiblemente sean otros curas a los que le sfastidia que alguien tenga inquietudes pastorales mientras ellos están aburridos todo el día.

  5. Pues yo estoy con Juanito. Ese señor Guadalix es insoportable mente ególatra. Hay cuatro virtudes de lasemana que carece absolutamente: humildad, moderación y elegancia. Resulta inexplicable que un señor tan fino y elegante como Cigoña tenga algo que adadmirar en este señor tan verborrágico e imprudente. Esa campechano que roza lo chabacano, ese vapuleo a diestro y siniestro y ese autoensalzamiento constante son la antítesis de lo que se puede apreciar en un pastor. Algo positivo? Pues parece ortodoxo pero qué menos.

  6. Maleducados hay en todas partes. Pero si se deja la opción de opinar en un blog hay que saberla respetar. Eso no significa que en algunos casos haya que censurar porque se traspasen los límites de la educación, pero, eso por desgracia, son los menos.

    Hay que saberla respetar porque se da la opción que nadie exige. Es decir el blogger libremente decide dejar un espacio para recibir comentarios, y al igual que, en una conferencia, el conferenciante cuando deja la opción de un turno de comentarios y preguntas no puede obligar a nadie a callarse sin una muy buena razón, el blogger tampoco debería hacerlo.

    La mayor parte de la veces ocurre que:

    – Alguien llame la atención al blogger porque se está excediendo en las formas – se le censura -.

    – Alguien rebate con mejores argumentos al blogger, que suele insistir en su error quedando en notable evidencia. – Se censura al comentarista y el blog se cierra a comentarios –

    – El blogger se despacha a gusto en cierto tema candente, lo que provoca una cascada de comentarios que apoyan el artículo sin medir las formas. El blogger lo tolera inicialmente, pero rápidamente se le va de las manos – El blog se cierra a comentarios -.

    El blogger cuando empieza a censurar, le coge el gustillo. Es fácil, es rápido, obtiene la aprobación de otros comentaristas… y además le dejan apostillar de forma irónica encima del comentario censurado. Porque, si puede haber comentarios que merecen la censura, ninguno justifica la humillación personal por el juicio de lo escrito y no publicado. ¿Soberbia?, ¿cobardía?, no sé, cada uno que se examine su conciencia.

    Obviamente todo eso tiene sus consecuencias. Lo que en principio es una herramienta para evangelizar se convierte en un medio para generar acritud, donde la caridad solo aparece con cuentagotas. Nadie es perfecto, y cuando uno se expone de forma pública, tiene que saber que es a él a quién le corresponde en primer lugar sobrellevar los defectos y limitaciones de los demás, en aras a conseguir el objetivo marcado, que es evangelizar.

    Y eso solo se puede hacer con caridad.

    Por supuesto, todos, TODOS los que escriben comentarios lo hacen cargando con sus limitaciones, defectos y pecados, como el propio blogger. Eso significa que los comentarios reflejarán esas actitudes, incluida, como no, la falta de luces. Pero la Caridad del blogger deberá saber reconducir, corregir, incluso salvar lo mejor de cada uno, y cuando no se pueda, pues el simple silencio.

    Pero cuando se censura a alguien, se le expulsa. Se le manda a la eme. Así de simple. Y cuando eso se hace dos o tres veces, la gente se suele rebotar y sale peor de lo que ha entrado. Cuando se hace de forma habitual – que es lo que se hace ahora – pues de forma lenta, pero constante, se genera animadversión en mucha gente de forma gratuita e innecesaria. Y el que podría haber salido con ganancia de la lectura de un artículo, sale triste, porque el blogger le ha censurado una chorrada y encima haciendo una gracieta.

    Eso no evangeliza, más bien lo contrario. Y sería una pena que esas actitudes no se corrigieran en una herramienta que ha sido una bendición de Dios.

  7. Guadalix es de una soberbia que echa para atrás. Sólo sabe hablar de sí mismo y de lo guay que es y lo bien que lo hace todo mientras que los demás don un desastre. Y ese estilo fingida mente campechano es atroz.
    No me explico como un señor tan elegante co mo Cigoña encuentra ni siquiera soportable ese blogspot, que es el colmo se la in elegancia. Se puede ser doctrinal mente sano y al mismo tiempo humilde, comedido y elegante. Ninguna de las tres virtudes recién mencionadas adornan a Guadalix.

  8. personalmente discrepo de Cigoña : no me gusta nada Guadalix ni en su manera de expresarse , ni en sus ideas , ni en el portal que escribe cuyo director tiene los modales de un matón de pueblo con dos copas de más . No me parece de recibo ese portal en que de una manera indirecta se critrica al Papa

  9. Magnífico artículo del P. Jorge González Guadalix, a quien leo siempre que puedo.

    En cuanto a mi experiencia concreta, como no me gusta en absoluto como gestiona mi parroquia el párroco —miembro de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, que no del Opus Dei, aunque se jacte de ser «de la Obra»— hace dos años que dejé de acudir a la misma, aunque le notifiqué por escrito los motivos de mi decisión. Dado que me ha retirado el saludo, no le debieron gustar las verdades que en dicha misiva le contaba, concernientes únicamente a la forma en que se comportó conmigo en las diferentes ocasiones que me dirigí a él en busca de acompañamiento y consejo, siendo incapaz de escucharme, pues cada vez que me emplazaba o no estaba en su despacho o tenía «cosas que hacer».

    Aunque no lo mencionase en mi escrito —el cual, una vez entregado al párroco lo mostré a diversos sacerdotes, algunos pertenecientes al Opus Dei, quienes no sólo no lo censuraron, sino que aplaudieron mi sinceridad y valentía— dicho párroco acude al templo para decir Misa a las 10 de la mañana para desaparecer inmediatamente, en algunas ocasiones para ir a jugar al frontenis, en otras dice él que para dar clases de religión (pobres alumnos), o acudir al obispado a «trabajar».
    Por la tarde debe de tocar siesta y sesión televisiva, para aparecer —cuando lo hace— a eso de las 20 horas por la parroquia donde «no tiene tiempo» de atender a casi nadie porque dice estar «muy ocupado».

    Y este no es que sea de los peores, porque por lo menos el templo permanece —o permanecía porque hace dos años que no voy— abierto todo el día a disposición de quien quiera visitar al Santísimo, porque practicar el Sacramento de la Reconciliación resulta imposible debido a que el párroco —quien va vestido de sacerdote, lo cual no se le puede negar— siempre se halla ausente.

    Si el ejemplo de este párroco, cuya presencia en el templo brilla por su ausencia no es nada edificante, mejor ni hablar de los jesuitas de, pongamos, la parroquia de Nuestra Señora de Belén en el barrio bilbaíno de Uretamendi, cuya la iglesia permanece cerrada a cal y canto (únicamente se dicen cuatro misas a la semana) y, en vez de evangelizar en un barrio humilde como lo es el aludido, sito en la periferia de la capital vizcaína, los jesuitas que moran en la casa conviviendo con musulmanes, —sita en dicho barrio pero alejada de la parroquia— cuyo superior es el hampón Vicente Marcuello Navarro se dedican a infectar la vida de los demás mediante el ejercicio del terrorismo espiritual con las personas —todas ellas vulnerables— a quienes «dirigen» espiritualmente. Por terrorismo espiritual debemos entender todo abuso religioso ejercido de modo consciente y deliberado, con premeditación, alevosía y ventaja sobre cualquier persona con el fin de dominarla, chantajearla, oprimirla, manipularla, esclavizarla; usar el nombre de Dios para obligar a una persona o un grupo de ellas a que piensen y vivan de determinada manera no sólo su fe y religión, sino toda su vida. Este terrorismo espiritual puede expresarse de manera burda (agresiva, violenta) o fina (hasta con cierta calidez afectiva).

    Una de las parroquias que más frecuento está regentada por los claretianos y últimamente acudo a Misa a una parroquia de los franciscanos por ser la más cercana a mi domicilio después de la que me corresponde y a la cual, como he explicado al principio, dejé de acudir voluntariamente.

    En fin, encontrar a Dios no es nada difícil para quien lo busca de corazón. Sucede, empero, que cuando intentas tratar con «intermediarios» como el párroco aludido o los jesuitas citados lo único que consigues es que te alejen de Dios: en el primer caso —que es el más frecuente— por dejadez del sacerdote y en el segundo, que es gravísimo, porque los jesuitas como Marcuello y sus sicarios y esbirros proponen la alternativa de salvación de Satanás, apartando a Cristo de su misión: «si me sigues a mí, todo será mejor, porque Dios lo hace todo más difícil».

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