La vaca del Eleuterio sorprendida en adulterio cantada por Javier Paredes.

Uno siempre se lleva sorpresas. Sabía que Javier Paredes contaba bien pero no que cantaba igual. Pues canta y cuenta.

http://www.hispanidad.com/los-premios-bravo-de-la-conferencia-episcopal-los-valores-evangelicos-y-la-vaca-del-eleuterio.html

Muy divertido. Y con una mala milk notable. Que suele hacer mucho más entretenidos los artículos.

Es verdad acreditada que las vacas tienen cuernos.  Y que estos son de muy distintos tipos, tamaños, procedencias… Siempre hubo unos que me parecieron especialmente penosos. Los cuernos que se pone uno a sí mismo. Y a veces hasta sin enterarse. Parece ser opinión general que quien lleva  cuernos consentidos es la más abyecta clase de los cornudos. Todavía mucho peor que la del que no se ha enterado que se los han  puesto.

Tras leer el artículo de Paredes, siempre tan moderado él, comprobé que su sofrosine, tan sofrosinado él, había llegado ya al punto de ebullición y que si Eleuterio llevaba cuernos, por su vaca, había que decírselo, por su bien. Y lo ha dicho.

Lean el artículo de Paredes. Por supuesto que si quieren, que aquí no se imponen obligaciones a nadie.  Y luego opinen, nuevamente si lo tienen a bien, de Eleuterio, su vaca, sus cuernos… ¿El barón por buey tenido? A mí tampoco me gusta. Quiero mitras sin cuernos. No cuernos con mitra. Y creo que no se necesitan más explicaciones para evitar que algún imbécil descubra que las mitras también tienen cuernos. Pero es que hablamos de otros, so bolo.

El mensaje está lanzado por Javier Paredes. Muy inteligible. Los «negaos» y los que se quieren hacer los «negaos» pues allá ellos. Avisados ya están. Los demás, también. Premios que no has de tocar, déjalos pasar. Por mi parte lo tengo clarísimo y quienes los conceden por su parte parece que también. Irritarse no conduce a nada o a algo peor. Lo normal, Javier, es que premien a los suyos, por lamentables  que sean. Convirtiendo todo en basura. Ya lo sabemos y seguiremos diciéndolo. Lo alarmante sería que entre esa patulea estuvieran… Pero no hay alarma posible. ¿Un premio Bravo a Aberasturi, Guadalix, Santiago Martín, Guillermo Juan, Javier Sánchez, Luis Fernando Pérez, Carmelo Lopez Arias, Gabriel Ariza, Bruno, Specola…? No va a ocurrir nunca pues cornudos y castrados, por supuesto que siempre en sentido metafórico, se sienten felices violados y con cuernos.  Que hay gente «pa to». Y en ambientes clericales si cabe más.

Pero, entremos cada uno por las puertas del modo que podamos, de frente o de perfil, quiero decirte, Javier Paredes, que tu artículo me divirtió mucho. Gracias, buen amigo.