| 01 abril, 2023
Una vez más, excelente.
https://www.religionenlibertad.com/video/146611/roma-mueve-momento-decisivo.html
Una vez más, excelente.
https://www.religionenlibertad.com/video/146611/roma-mueve-momento-decisivo.html
Leo con gusto todo lo que publica el padre Santago Martín; y no me refiero exclusivamente a este comentario de hoy. No le pidamos peras al olmo. Y no lo digo por la más que comprobada buena fe del padre. Hay una tendencia maximalista a pretender que las cosas son blanco o negro. Nunca lo son. Dejémonos de tontadas. Además, cada persona, dependendo del lugar que ocupa en el organigrama, tiene que manifestarse de una forma o de otra, si no quiere malograr lo necesario. Ne nada sirve quemar las naves pretendiendo una especie de purismo estéril. Y eso no significa que la tal persona no esté siendo honesta o que no esté diciendo la verdad. Al fin y al cabo, Pilatos, aunque sea de forma indirecta, tenía razón: la verdad depende de la perspectiva. Y, además, no conviene enseñar todas las cartas en la defensa de la verdad. Ya sé que para los maximalistas, para quienes creen que solo hay bien mayor y no contemplan la posibilidad del mal menor, esto puede ser indigerible. Es su problema y tendrán que madurar en ese aspecto. En la vida mundana, social, política, ideológica, no existe bien mayor, porque eso está reservado a Dios; solo existe mal menor. En todos los casos podemos elegir entre el mal menor, o jugar al bien mayor, nunca a nuestro alcance porque en ese caso entramos en el imperio de Satanás. A ver si nos enteramos. No me cansaré: el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones. Que es de lo que estoy hablando: las buenas intenciones NO BASTAN. Quien se crea que por sus buenas intenciones se va a salvar está errado. Mateo 7, 21. Colofón: para aquellos que piensan que el padre Santiago Martín no es suficientemente claro, hay que recordarle todo lo que antecede. El padre Santiago Martín es un santo de los que tanto echamos en falta. Necesitamos santos como el padre Santigao Martín. Nos sobran los populistas.