La revolución inminente en el episcopado español

Lo que va a llegar, como dijo Alfonso Guerra: no lo va a conocer ni la madre que lo parió. ¿A mejor? ¿A peor? Dios lo sabe. Pero todo es susceptible de empeorar.

Hoy tenemos una situación algo pasada pero asumible. Una diócesis vacante, Guadix, nadie entiende como es tan difícil cubrir ese obispado de escaso relieve, incluso con un nuncio como Fratini, otra, sede plena, pero en administración apostólica y dos con su titular pasado de fecha: Valladolid y Ávila. El arzobispado desde el 13 de abril de  2017 y la diócesis de Santa Teresa desde el 28 de mayo del mismo año. A Blázquez, a quien suelo llamar el inane por aplicarle un calificativo bondadoso, se me ocurren otros seguramente más descriptivos de sus carencias, es de temer que le prorroguen hasta que concluya su mandato de inane presidente de la Conferencia Episcopal. Con daño de la Iglesia española, de la archidiócesis de Valladolid, de la imagen arzobispal y hasta de su propia persona. Se le ve, además, envejecido, se va por el cuello de la camisa y  nunca tuvo mucha chicha para irse. Su voz, en cambio, al hacerse más imperceptible, chirría menos. Con lo que gana. En Ávila me temo que va a ocurrir lo contrario. Prisas, dicen, por dar un obispado, que no existen al parecer con otro ya obispo pero en la nada, que sin desmerecer al nuevo le da sopas con honda y hasta con catapulta, van a retirar, cierto que sin inmediateces impresentables, a uno de los mejores obispos de España que, caso no común, es querido de todos. No me parece malo el que está en boca de todos pero fácil no lo va a tener por la sustitución. No soy nadie para hacerte recomendaciones pero soy todo para hacer y decir lo que me da la gana. Que serás muy dueño de no seguir. Y yo de comentarlo. Sabes que no te tengo animadversión. Entra de la mano de quien te precedió y que tan bien lo hizo. Honrándole a él te honras a  ti mismo, aprendes y ganas. Y tiempo te quedará para ser tú con tus cualidades, que creo que las tienes.

Transcurrida esta leve interinidad llega el ciclón.

Ya en el año que comienza dentro de dos meses y medio escasos. El 27 de enero renuncia Braulio Rodríguez Toledo. Al día siguiente Vicente Jiménez, que lo ha hecho mucho mejor de lo que me esperaba, aunque fuera tan breve, Zaragoza.  El 8 de febrero, seguimos en un pañuelo, cumple los 75 años el arzobispo de Tarragona Pujol. Me parece, por ser moderado en la expresión y para evitarme reconvenciones de mi mujer, una cagarruta opusiana. Y creo que nadie podrá tenerme por un enemigo del Opus Dei en el que reconozco muchos valores. Pero cuando te manden, Pujol, a la… nadedad, que eso fue toda su vida, yo con Möet o hasta con Freixenet, que es el único catalán que compro.

El 28 de julio le toca a Burgos. Poco podrá disfrutar la archidiócesis castellana de un arzobispo que se sintió feliz allí y, lo que importa más, hizo feliz a su diócesis con su presencia permanente en ella. Castellano viejo él, más del ladrillo mudéjar que de los sillares roqueños, ha sabido conjugar lo que no siempre es fácil y tantas veces no conseguido. La felicidad personal del obispo con la de su pueblo. ¿Cuántas veces malograda! Me dicen que la de Don Fidel y sus fieles es total. Y prodigada por él. Que no hace visita pastoral. Es visita personal. En casa de unos amigos. en un pueblo burgalés, vi que entre las fotografías de sus hijos y de sus nietos había una de ellos con parte se su familia y el arzobispo en medio. ¿Y esto?, les pregunté. Me dijeron que fue en la visita pastoral y que en muchas casas del pueblo, bajo la televisión, o encima, hay una fotografía de Don Fidel con la familia. Pues no muchos obispos tendrán algo parecido. Dejaros retratar. Con selfies o con lo que sea. Si estáis en su casa de algún modo estáis en su corazón.  Que es donde tenéis que estar.

Ahora el de Tarazona. Preciosa ciudad, en la falda del Moncayo, con una catedral maravillosa de la que he hablado no hace mucho y que  a todos recomiendo visitar. El obispo actual, seguro que por breve tiempo, es el agustino recoleto Eusebio Hernández Sola, del que nada sé yo, y si algo supe no me acuerdo, ni la gran mayoría de los españoles. Si fue él quien concluyó  la restauración de su catedral, chapeau. El obispo presentará la renuncia el 29 de julio. Sería triste que a nadie le importara nada que se la aceptaran.

También presentará la renuncia el 23 de octubre el obispo de Canarias  Don Francisco Cases. Creo que es un obispo digno y al que los fieles tradicionalistas de Gran Canaria le deberían agradecer que en días no fáciles se presentara a celebrarles la misa por el modo extraordinario. No era fácil la diócesis de la Isla y creo que la llevó muy dignamente.

Queda por último de este año el onubense Vilaplana, que renunciará el 5 de diciembre, y que demasiado tarde me parece. Un progresista amariconado, por favor, sin ningún sentido sexual en el calificativo, más bien de quiero y no me atrevo mucho, que le defenestraron de Santander a Huelva, que ya es caída, y que aquí aprendió a ser más taimado pero igual de casposo. Que se lo digan por ejemplo a los amantes, engañados permanentemente, de la misa tradicional. Hay progres declarados pero que tienen la valentía de no ocultarlo, este Menteplana une a su querencia el disimulo de su cobardía. Cuanto antes se vaya más gana la Iglesia. E incluso él. Basura episcopal. Por supuesto que en mi opinión.

Y mañana o pasado, más. Que nos hemos quedado en el 2019. Y los que quedan.