La revolución inminente en el episcopado español (y III)

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No viene mejor el años 2022, en el que el Papa, si vive o ni ha renunciado, cumpliría 86 años. A las renuncias que se producirán en este se estarán acumulando nombramientos de las habidas en años anteriores con lo que será una continua sucesión de designaciones y ordenaciones.

El 13 de enero renunciará el arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez González pienso que cuando se la acepten no va a ser un día de consternación en Navarra. Tampoco de alegría. La noticia parará más bien inadvertida.

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El 27 de enero de 2022 día alegre en la Iglesia de España porque presentará la renuncia el obispo de Palencia, Manuel Herrero Fernández OSA, de lo peor  de nuestro actual episcopado. ¿Quedará, cuando se vaya, algún resto de catolicismo en aquella desgraciada diócesis?

El 18 de abril renunciará el obispo de Santander, Don Manuel Sánchez Monge, que creo que lo está haciendo muy dignamente.

El 26 de junio renunciará el de Tuy-Vigo, Luis Quinteiro Fiuza, al que me ha parecido ver últimamente con no buena salud.

El 7 de julio la presentará el obispo de Alcalá de Henares, Don Juan Antonio Reig Pla. En mi opinión uno de los mejores obispos de España.

El 14 de octubre el arzobispo castrense Juan del Río Martín

El 23 de octubre el obispo de San Feliú de Llobregat, Agustín Cortés Soriano, nombre que si se dice a sacerdotes que no sean de su diócesis no sonará nada a ninguno. Incluso catalanes.

El 26 de octubre le toca presentarla al obispo de Cuenca, Don José María Yanguas Sanz de muy poca proyección extradiocesana aunque creo que en su diócesis lo está haciendo muy aceptablemente.

Y el 20 de diciembre lo hará el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez Fernández, que últimamente parece empeorar.

Los partidos que tendrán que jugarse son ya 34 con sus correspondientes quinielas y 14 de ellas arzobispales.

Y llega el 2023 con seis renuncias más de ellas un arzobispo. Cuarenta diócesis que nombrar y  de ellas 15 arzobispales. Sólo quedarán dos arzobispo en España de los actuales, el arzobispo-obispo de Urgel y copríncipe  de Andorra, Vives, con caducidad el año siguiente, 2024, y el hoy de Oviedo Don Jesús Sanz Montes OFM, que no renunciará hasta el 2030

El 23 de enero presentará la renuncia el obispo auxiliar de Valencia, Javier Salinas Viñals, protagonista de un monumental escándalo como obispo de Mallorca

El 28 de enero renunciará el obispo dee Mallorca Sebastián Taltavull Anglada, en mi opinión de lo peor que tenemos aunque le supera el de Palencia.

El mismo día lo hará el arzobispo de Mérida-Badajoz Don Celso Morga Iruzubieta, aceptable

El 31 de mayo el obispo de Lérida, Salvador Giménez Valls, otro valenciano absolutamente prescindible  y de una cobardía para asumir sus responsabilidades en devolver lo que no es suyo que haría a Curro Romero en sus tardes más desafortunadas  un Rambo al lado de este obispillo.

El 24 de septiembre lo hará el obispo de Ciudad Real, Don Gerardo Melgar Viciosa, que ha heredado una diócesis que sus dos predecesores, Torija y Algora, dejaron muy tocada.

El 16 de diciembre le tocará al obispo de Segovia, César Augusto Franco Martínez que no es precisamente la alegría de la huerta.

Cinco años que van a ser un sin vivir en el episcopado español.

 

 

 

 

Comentarios
10 comentarios en “La revolución inminente en el episcopado español (y III)
  1. El obispo de Tui-Vigo está perfectamente y se hace presente cada día en la vida de la Diócesis. Creo que Castor se refiere a un tiempo, ya pasado, en el que tuvo un problema de salud, del que salió bien tras una operación.

  2. La diócesis palentina ejerce una devastación del catolicismo impresionante, bajo el cruel Don Manuel Herrero, perseguidor de sacerdotes, a los que expulsa, amenaza, defenestra y arrincona de manera agresiva y enfermiza mientras ensalza y eleva a curas comunistas sin fe

  3. Es decir que en cinco años se va a renovar o debería, más de la mitad del episcopado y todos, excepto unos cuantos, son absolutamente prescindibles e incluso algunos cuanto antes mejor.

    ¿Y la otra mitad que queda, con también prescindibles? Porque si de cerca de ochenta obispos, resulta que solo hay diez buenos, creo que se explican muchas cosas de lo que ocurre.

    Además de pedir a Dios sabios y santos sacerdotes, tendremos que pedir también por obispos santos, especialmente y sabios.

  4. Yo creo que el obispo de Tui-Vigo llegue a la edad canónica, cada vez esta peor, la diócesis esta en manos de sus vicarios, el obispo casi siempre desaparecido o en su casa recuperandose, el cancer le debiera a obligar a renunciar a la Sede pero ahí esta.

  5. Recomiendo la lectura de las relationes de los círculos menores del Sínodo sobre la tercera parte del IL, que se han publicado ayer. Especialmente las de los círculos hispánicos, que se pueden encontrar en el siguiente enlace:
    http://press.vatican.va/content/salastampa/it/bollettino/pubblico/2018/10/20/0769/01656.html#HispA
    La recomendación más significativa: menos sacramentos (¡literal!) y más «ardor y expresión». Como para plantarse allí y liarse a garrotazos con la escoria sinodal. Se iban a enterar así de lo que es «ardor y expresión». Panda de gilipollas.

  6. No hay ninguna revolución ni inminente ni de ninguna clase en ningún episcopado de sitio alguno. Elegir sin falta y durante medio siglo al menos a los peores, conlleva que ninguno muerda la mano que le da de comer porque no sabrían obtener sustento fuera de donde los han puesto a pacer.

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