LA PRIMERA MUJER QUE SE SIENTE ROBOT

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Pío XI: el Papa todoterreno que revolucionó la Iglesia

LA PRIMERA MUJER QUE SE SIENTE ROBOT

Los argentinos seguimos dando sorpresas… campeones mundiales de fútbol… ya tenemos hasta un Papa, quien encabeza al peronismo, según escribe el arzobispo emérito de La Plata, Héctor Aguer, pero todavía algo más: hemos generado “la primera robot humanoide”, grosería de la mentira, según me entero por la nota de Miriam Esteban, en el Forum Libertas, desde este rincón de la pampa argentina, donde estoy rodeado de verdad.

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 De la verdad de un encargado, ansioso de saber y de transmitir lo que conoce, de un pensador telúrico, constructor de invernaderos, fabricante de facturas, no precisamente de panadería, porque excelentes chorizos, bondiolas, quesos de chancho, etcétera, salen de sus manos y de numerosos caballos, perros, gatos, todos de verdad; solo extraño a mi caballo Pegaso, muerto ya hace un año y a Rómulo, Remo y Mimí, los ñanduces amansados que se paseaban por las galerías que usaban para sus necesidades, porque en ellas no comían, para distinguinguirse de ciertos humanos que en sus manifestaciones y piquetes comían y defecaban en el mismo lugar.

Estoy disfrutando de una primavera muy florida, que reluce en los frutales, invadidos por abejas pecoreadoras que no pican, pues realizan en forma pacífica su trabajo,  con olores y sabores, con muchos días de sol cálidos y noches muy frescas, en las cuales el hogar de la chimenea con sus llamas me calienta adentro de la casa, mientras afuera, florecen la luna y las estrellas, todo de verdad.

Pero, extraño los retos cotidianos y las caricias no tan frecuentes de mi mujer, las visitas cotidianas de mi hija Isabel, la ayuda constante de Soledad y a mis nietos más próximos, Delfina,  capaz de arreglar mis desastres con la computadora y Segundo, mi compañero aquí en los días inolvidables de la plandemia en la cuarentena Azul.

También extraño las misas cotidianas de fray Pedro en la capilla, a mis amigos del Club, María y Miguel, Estela y Sandra, al Infip con mis conversaciones cotidianas con Rinaldín, Roulet y Juanita; al Instituto del Colegio, con la cátedra de Dardán, la estudiosidad y pesadez de Hernán, la severidad de Jose (fina) y los aportes de Silvia, desde su jubilación, Gabriela y la sagaz Marta, los intervalos lúcidos de Orieta y el aporte, fundamentalmente femenino, de los Cuerda-Helman.

Pero vuelvo al artículo del Forum Libertas, titulado “El delirio del transhumanismo” en el cual su autora, denuncia a este “movimiento que propone la mejora de los seres humanos mediante la manipulación biológica cibernética, que está tomando fuerza en nuestra sociedad”.

Y la gran figura, es la antes Rocío, hoy Rouse, joven argentina, “la primera robot humanoide”, que ha llevado su locura cibernética a un nivel que desafía las fronteras antropológicas. 

Rocío Buffolo manifiesta que se ha implantado un monochip  en la médula espinal con inteligencia artificial y emocional.

Y como escribe Miriam Esteban, esta corriente transhumanista “está trastocando la verdad de la naturaleza humana, la identidad y deja entrever el peligro de un futuro en manos del dios tecnología”. Al disolver la identidad, deshumaniza las relaciones interpersonales y subordina la naturaleza humana a la tecnología.

La conclusión de la articulista es terrible: “La posibilidad  trascender nuestras limitaciones biológicas… amenaza con hacer del hombre un dios de sí mismo”.

Otro dios que se incorpora a la feria de ídolos que pueblan nuestra vida contemporánea: el dinero porque ya el siglo pasado nos ha legado las grandes y lujosas construcciones en los edificios de los Bancos, que escribo con mayúscula para distinguirlos de los que se encuentran en las plazas y son más inofensivos; el sexo, materia de educación escolar y a veces de corrupción de menores como el sitio “Chau Tabú”, engendro de María Eugenia Vidal, avalado por Macri, gran inmoral, cuyos contenidos fueron revisados por la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (ver la declaración “Acerca de sitio web ChauTabú”, en “Doce años de declaraciones que no necesitan aclaraciones”, Infip, Buenos Aires, 2017, p. 209 y ss.).

Junto al dinero y el sexo, también son objeto de culto de latría, el poder, la democracia, la pobreza, los derechos humanos, a los cuales se agrega ahora, el trashumanismo.

Y todo esto es mentira, como ya lo denunció el papa Pío XI, en su encíclica Mit brennender sorge, dedicada al nazismo alemán, cuando escribió respecto a las nuevas idolatrías: “Si la raza o el pueblo, si el Estado o una forma determinada del mismo… tienen en el orden natural un puesto digno de respeto, quien los arranca de esta escala de valores terrenales, elevándolos a suprema norma de todo y divinizándolos con culto religioso, pervierte y falsifica el orden creado e impuesto por Dios, está lejos de la verdadera fe y de una concepción de la vida conforme a ésta” (Doctrina Pontificia, Documentos políticos, B.A.C., Madrid, 1958, pgs. 648/9).

 Excelente texto que parece dedicado al episcopado alemán de hoy, cultor de la democracia religiosa como criterio supremo de la política. ¡Qué claridad que contrasta con el magisterio de Francisco, confuso, ambiguo, casi siempre susceptibles de diversas interpretaciones!

Pío XI, aunque cometió errores, como en el caso de la Acción Francesa, engañado en su buena fe, fue un gran pontífice, de alto nivel, que hablaba cuando tenía que hacerlo y todos sabían a qué atenerse.

Ojalá que Dios nos ayude y tengamos pronto un papa parecido para saber a que atenernos.

Estancia San Joaquín, Azul,  octubre 2 de 2024.            Bernardino Montejano

Comentarios
1 comentarios en “LA PRIMERA MUJER QUE SE SIENTE ROBOT
  1. El personal se está volviendo majareta. Hay que ser imbécil para ir (como van algunos) contra la Biología. Solo les falta discutir la fórmula del ácido sulfúrico, los tres lados del triángulo o la definición de una encina. Antes esta gente estaba en manicomios; ahora tenemos a muchos ocupando el poder político. Vivimos un triunfo satánico en toda regla, que no sé cuánto durará, pero creo que esta es la definitiva batalla entre el Bien y el Mal, como profetizó el maravilloso libro de Benson «Señor del mundo».

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