La postergación, al parecer, del diaconado femenino en el Sínodo irrita al progresismo

Ha sido usted muy elegante al decir «salvar la cara». Cualquier compatriota del Gigenense habría dicho que está intentando salvar otra zona de la anatomía…

Eso sí: «madurar» nada. Ni fue, ni es ni será ni puede ser, aunque pongan el asunto a «madurar» en un invernadero de artificios. Mejor se dejen de jugar a ser Dios, porque le están tentando y no quiero estar en sus botines cuando el Señor les responda. Si se convierten y son fieles al Evangelio saldrán más bonitos en la foto (y salvando mucho más que la cara).

Saludo cordial.