Así llaman a la candidatura de Omella. Se comprende que el aspecto del de Barcelona se haya deteriorado tan notablemente. Los suspiros se escapan de su boca de fresa, que perdido la risa, que ha perdido el color.
Y me he limitado a copiar la foto de RD, esa que dice lo del «hombre del Papa». No se sabe si para desacreditar a Omella, al Papa o a ambos. Porque vaya foto. Hace unas horas que vivo triste y es por la foto que tú pusiste, dicen que es la queja de Arana, perdón, de Omella, a RD.
Pues si en el obispado quieren quejarse, como el de Orihuela-Alicante por lo de la Santa Faz, no a nosotros, Omella, no a nosotros, sino sólo a Religión Digital la gloria.
Yo comprendo que el que asimilen a uno con Arana, hiele la sonrisa, demude el semblante, extienda la calva y atraiga años. Cuando sopla el Moncayo Zaragoza se acatarra y a Omella y a Arana les cogió en Zaragoza el viento. Que al parecer sigue soplando desatado.