| 14 octubre, 2023
Pero yo no la había conocido hasta hoy. Y además, un año después siguen siendo igual o más tontos, tontas y hasta tontes que un año antes. Pichote a su lado, Einstein.
Un tsunami es una desgracia que lleva el caos, la destrucción y la muerte a donde llega. Pues estos bobos, bobas y bohes se creen que es una bendición de Dios. íY si es sinodal, de la Santísima Trinidad en bloque!
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Aunque sin quererlo, la CONFER igual ha sido profética. Y después del Sínodo, con el tsunami, ha desaparecido la Igkesia.
Como memos no tienen precio.
Querido Paco Pepe: un gran escritor argentino Ignacio Braulio Anzoátegui escribía que había dos clases de tontos: los de los casos particulares que podían mejorar al entender su tontería y corregirse y los tontos/as por irresistible vocación universal que no tenían remedio porque la tontería eran ellos mismos. Como en este caso.
Lo más curioso es que la rica lengua española tiene una palabra, que es «maremoto», que hace totalmente innecesario el barbarismo.
Perdone, pero creo que son dos cosas distintas.
Maremoto es un terremoto en el mar, que puede producir un sunami (ola de bahía) o no.
El sunami es una ola que no se nota en alta mar pero que al acercarse a tierra se levanta y destruye. Esa ola se puede producir por un maremoto o por otra causa, como una avalancha, de orcas o nieve, por ejemplo, que caiga al mar.
De momento no está en el diccionario, pero creo que la Academia lo aceptará dentro de un tiempo. Tiene razón cuando dice que es un barbarismo, pues se trata de un extranjerismo no incorporado totalmente al idioma.
Lo cual no quita que sean tontes del tafanario, entre otras cosas porque la foto no tiene desperdicio. Se supone que son dos monjas y parecen dos modelos.
Así les va…camino de la destrucción total. Encima están encantados/as de conocerse. Soberbia pura y caminando(sinodalmente) hacia la irrelevancia más absoluta. Una pena.
Debe de ser algo así como «Tsunami Democràtic».
Está claro cuál es el modelo de religiosa que promociona la CONFER.
Este esperpento no sé si es para reír, para llorar o para… ¡salir corriendo y no encontrarse con ellas!