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La muerte en un pueblo pequeño

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Resultado de imagen de parroquias rurales

No es lo mismo que en una ciudad grande o grandísima. Donde no se entera nadie del fallecimiento salvo los muy allegados por familia y amistad.

González Guadalix ya ha tenido un entierro. Tal vez no sea el primero. Tendrá bastantes más. Y lo cuenta con su estilo habitual.

http://www.infocatolica.com/blog/cura.php/1803250521-enterrar-a-los-muertos-esta-m

Me parece una excelente catequesis sin pretensiones para tanto cura rural como tenemos en España. Santos, excelentes, buenos y discretitos. A los penosos  es inútil decirles nada.

Muchos no tendrán nada que aprender del párroco de Braojos, La Serna y Gascones porque esa es su práctica habitual. Bendita sea. Otros tal vez puedan aprovechar algo. Por eso os lo traigo.

Curas sin bautizos, o apenas, y de muchos funerales. Podría parecer triste vuestro ministerio. Sabéis muchos que no lo es. Y que es muy grato a Dios y muy consolador para quienes lloran.

No pocas veces se cierra una casa del pueblo. Otra más. Queda en ocasiones un viudo o una viuda todavía más abandonados de lo que ya lo estaban. Y más abandonados que cuando tenían compañía. Que no les falte la del cura. La necesitan. Y saben que Dios se lo va a pagar.

¿Cuándo te dimos de comer, de beber, te vestimos, te visitamos? Pues todas esas veces en las que el cura rural se hizo presente. Por amor a Dios y a los hermanos.

Maravilloso y desconocido ministerio de esos curas rurales que, tantos, se están ganando el Cielo. Y los que no, que seguro que los hay, para que lo reconsideren.

Comentarios
3 comentarios en “La muerte en un pueblo pequeño
  1. Mágnifica forma de acompañar en los entierros y funerales. Así es como se debe de hacer, y es raro encontrar sacerdotes que piensen como él. En Madrid la pastoral funeraria es absolutamente inexistente (Y digo pastoral funeraria porque debiera estar desligada de la pastoral de la salud, ya que no tienen nada que ver) Los sacerdotes de las parroquias que ofician funerales pierden una mágnifica ocasión de hacer catequésis y administran estos como si se tratase de una obligación, son actos fríos, nada reconfortantes para los dolientes y carentes de sentido humano y hasta cristiano. En Madrid la asistencia religiosa en los cementrerios publicos (dependientes del Excamilo podemita Barbero) es demencial y deshumanizada. Rouco empezó con esa manía de destinar a cementerios y hospitales a sacerdotes extranjeros, recien llegados de Africa, con otra cultura y otro idioma, que apenas son capaces de pronunciar las exequias en Español y ni siquiera el nombre del difunto. Mal favor hizo monseñor a sacerdotes que parecen extraterrestres y mucho peor a los familiares de los difuntos. Osoro no ha hecho nada para remediarlo y si entierras a alguien en la Almudena, ojala que te toque el diácono que hay, así por lo menos entenderás el evangelio. Me consta que al arzobispado y a la pdemita EMSF le han llegado muchas reclamaciones de estos actos deshumanizados de exequias. Una vez más mala herencia la de Rouco. No es santo de mi devoción, pero en este caso bravo por Gonzalez Guadalix!!!

  2. Pues no sabía yo que hay sitios donde el cura va al cementerio. En mi pueblo desde el Concilio el cura recibe al difunto en la puerta de la iglesia, dice el funeral y lo despide en la puerta.

    La homilía hubo un tiempo que era para asegurar que el difunto estaba en el Cielo. Ahora ya no, pero algún curo lo afirma en las homilías de las misas de la semana o de año.

    Los penosos no aprenderán y seguirán en su soberbia, que acabo de enterarme al leer a JM de Prada que es un pecado del espíritu mucho peor que los de la carne. Y los santos, pues tampoco, que lo hacen de sobra.

  3. España renunció a la procreación y ahora le pasan factura. Cuando murió Franco, hubo una explosión de algarabía, muchos le llamaron «el destape» de España. Comenzó una campaña intensiva de inmoralidad, a la que la Iglesia no dijo ni mú. Más bien organizó el desguace, bajo la experta batuta de Tarancón y el nuncio Dadaglio. Hoy día se importa la gente y se va llenando de negros y moros. Si no reaccionan , les espera un futuro nada halagador.

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