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Mama Antula

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Madre de la patria” y mujer empoderada en tiempos coloniales: la historia  de Mama Antula, la primera santa argentina - Infobae
SANTA MUY NUESTRA: MARÍA ANTONIA DE LA PAZ Y FIGUEROA
Hace unos años, participé en unas Jornadas sobre la Restauración de la Compañía de
Jesús, organizadas por la Universidad Nacional de Cuyo; mi aporte se tituló: “Un rey perjuro,
las enseñanzas de los jesuitas y un héroe indiano Sepé Tiarajú”, sin publicar todavía, porque
existen cosas que hoy no interesan.
Esto se vincula con la Madre Antula, a quien recuerdo en paralelo, porque mientras los
indios cristianizados lucharon contra españoles y portugueses en defensa de su honor y de sus
propiedades, fieles a las enseñanzas recibidas en las misiones, la nueva santa a su vez,
prolongó en el tiempo la obra de los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola.
Fue un apostolado extraordinario a lo largo de su vida, que llevó a Dios a decenas de
miles de ejercitantes y que concluyó con la construcción de la Casa de Ejercicios de la Avenida
Independencia en Buenos Aires, que tantas veces visité cuando era capellán de las monjas el
Padre Julio Meinvielle.
Como escribe el P. Contardo Miglioranza, su figura “tiene facetas tan notables, sus
enseñanzas son tan hermosas, sus vivencias de tanta actualidad, su vida tan interesante y
original, sus audacias tan incomparables que merecen ser conocidas y ojalá imitadas y
emuladas”.
En Buenos Aires se la recibe con frialdad, se le ponen obstáculos, la resisten, se dilatan
los permisos… pero ella es paciente y perseverante. Al fin pueden comenzar los Ejercicios y dar
sus frutos. Monseñor Malvar y Pintos, “un hombre de Dios, comenzó a apoyarla”, era tanto el
respeto que sentía por ella, que dispuso que ningún seminarista se ordenase, sin que primero
Mama Antula “certificase la conducta con que se hubiesen portado en los ejercicios”.
La nueva santa nació en Santiago del Estero en 1730 y murió en Buenos Aires el 7 de
marzo de 1799. Fue sepultada en la Iglesia de la Piedad según sus deseos.
A los 15 años ingresa en la beatería, un grupo de mujeres que colaboraba con los
ejercicios. Y como todo parece rebajarse en nuestra patria hoy, la Agencia Informativa Católica
de Argentina (AICA) nos dice que “puso en valor la dignidad femenina en épocas en las que las
mujeres vivían para ser madres o para ser monjas, no leían ni escribían y les estaba vedada
toda actuación social independiente de un hombre”.
“La futura santa desafió así las convenciones de la sociedad colonial y tuvo una
influencia crucial y postrera en el clima independentista de mayo de 1810”. Y es llamada “la
mujer más rebelde de su tiempo”.
La Agencia exhibe un analfabetismo histórico extremo ya que ignora a la reina Isabel la
Católica, por ejemplo, en el gobierno de la España peninsular y a Mencia Calderón, en sus
aventuras en las Españas americanas, que ponen en ridículo sus dichos; además, falta a la
verdad porque la nueva santa nada influyó en los sucesos de mayo.
Y para emporcar del todo las cosas el artículo de “La Prensa” de hoy, “Nombran a la
primera santa argentina” sin firma, recuerda que “en octubre de 2014, la entonces presidente
de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, declaró la tumba de Mama Antula, como
Sepulcro Histórico Nacional”. En la misma página el gobernador de Santiago del Estero
Gerardo Zamora, importante personaje de la desgracia política argentina, manifestó su
“inmensa alegría” por la proclamación de la nueva santa.
Cambalache otra vez… la Biblia junto al calefón… la santidad junto a la monumental
corrupción… todo mezclado.
Que Santa María Antonia Paz y Figueroa, interceda por nosotros para que Dios nos
ayude a salir de estos fandangos.
Bernardino Montejano
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1 comentarios en “Mama Antula

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