Tiene ya ochenta años y dos meses. Y está viejito.
No puede ya votar en un Cónclave pero puede seguir rigiendo, es un decir, el arzobispado de Valladolid. Racionalmente no se entiende. Y eclesialmente tampoco.
La explicación que circula, vayan ustedes a saber si es verdad pero cuando ocurren cosas raras las explicaciones también suelen serlo, es que Blázquez postula de sucesor a Argüello pero que hay quien quiere que Argüello suceda a Osoro.
Publicar la renuncia de Blázquez sin que su auxiliar sea el sucesor, bien porque nombren a otro o quede sede vacante, era asegurar Madrid para Argüello en todos los comentarios.
Sea lo que sea, tomen una decisión ya y no mareen más la perdiz que ya no sabe si es pájaro o ranita de San Antonio.
¿Lo mejor en mi opinión? Que no me la ha pedido nadie. Pues me la reservo. No vaya a perjudicar.
¿Ha regresado ya el nuncio?
No parece que se vaya a aceptar pronto la renuncia a Osoro, ¿eso quiere decir que Blázquez va a seguir indefinidamente en Valladolid?
Blázquez está mucho mejor que Cañizares o que Omella. No tiene problemas de movilidad. Aunque es cierto que la situación es de récord.
Por cierto, Blázquez no permite que la Misa tradicional vuelva a celebrarse en Valladolid.
Pienso que Martínez Camino puede ser una gran candidato tanto para Madrid como para Valladolid.
Y todo derivado también por la inquietud existente entre los obispos españoles por las hazañas de la penosa y espantosa comisión de nombramientos episcopales que le nombraron al Nuncio. Los cuales siguen paralizados de manera inexplicable.