La indefensión de los acusados falsamente

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El sacerdote Custodio Ballester, que algo sabe de eso en sus propias carnes aunque no fue denunciado por cuestiones de abuso sino por otras en mi opinión irrelevantes, manifiesta algo sobre lo que uno lleva tiempo expresando su preocupación.  La indefensión de los sacerdotes en la Iglesia. Un expediente administrativo no puede sustituir a un proceso legal, la presunción de inocencia cambiarse por la de culpabilidad  y el obispo no puede cagarse de miedo ante cualquier acusación a un sacerdote sin valorar previamente si esa acusación se sostiene o no.

https://germinansgerminabit.blogspot.com/2019/07/la-iglesia-en-estado-de-excepcion-ii.html

Están en juego valores muy importantes para dejarlos sin garantía alguna. Y como muy bien dice mosén Custodio ello no implica ninguna benevolencia con los culpables. Los abusos sexuales tienen que ser barridos de la Iglesia. Pero con todas las seguridades de que ha habido abusos.

Comentarios
6 comentarios en “La indefensión de los acusados falsamente
  1. Abusos hay. Complicidades también, como ocultamientos y omisiones. Lo primero pasa en muchos estamentos, lo otro, solo ocurre entre algunos miembros de la jerarquía eclesiástica. ¿Que está pasando en la marina baja con parejas sacerdotales de hecho? Se han pensado que el pueblo de Dios es ciego, tonto y sordo. Continuamos creyendo a pesar de ellos. Pero por favor, no castiguen a los pueblos con estos ejemplares obesos y obscenos.
    Sobre el secreto de confesión; ya va siendo hora que a la Sociedad Sacerdotal De la Cruz se le pongan las pilas. Entre el “círculo” “la corrección fraterna” “la dirección espiritual” y la “confesión” no sabes ya quien te perdona. Si es el Padre, el Santo Padre, Nuestro Padre o realmente quien tiene autoridad: Dios por medio de la santa madre Iglesia.

    1. Sociedad Sacerdotal De la Cruz, uséase, Opus Dei.

      Del “círculo”, “la corrección fraterna”, “la dirección espiritual”, y la “confesión”, siempre, siempre, siempre, usar la confesión para hablar de cosas delicadas, nunca, nunca, nunca lo demás, pues además, no es lo suyo propio.

  2. En todo ámbito, y no solamente en acusaciones contra Sacerdotes u Obispos, Religiosos y Religiosas, las llamadas Redes Sociales, ejecutan antes que nada la culpabilidad de cualquier acusado. Se hacen coro, manifestaciones públicas, cartas en los medios y la bola de nieve crece y crece hasta llegar a los Tribunales de Justicia, los cuales se ven totalmente presionados por la opinión pública, expresada en la Redes Sociales.
    Se han convertido estos instrumentos en verdaderos jueces y partes, vulnerando la presunción de inocencia de miles y miles de personas.
    Una verdadera aberración para los llamados procesos judiciales, contaminados con el juicio de los no-jueces.

  3. En España el caso más dramático de acusación falsa contra sacerdotes ha sido el del grupo de Román, el párroco de Granada. Si la Audiencia Provincial se hubiese dejado arrastrar por el turbión mediático y por el coro histérico de ‘psicólogas’ forenses del «Yo sí te creo», hoy tendríamos a un inocente sepultado entre rejas hasta morir. La carta-bomba del frívolo Francisco (lamentada incluso por los letrados en la vista oral) y la vesania vocacional de los Vidal-Bastante no alcanzaron su terrible propósito en una España como la de hoy, únicamente porque Dios no quiso. Y estoy seguro de que Román es perfectamente consciente.

  4. Completamente de acuerdo. No es incompatible la presunción de inocencia con la severidad en la corrección cunado son hechos probados. Es frecuente que los sacerdotes más íntegros sean acusados falsamente y estimo que la Iglesia debe estar a su lado contra viento y marea. Al mismo tiempo es inconcebible que en la Iglesia se tape verdaderos delitos – en especial abusos a menores – y se despache cambiando al sacerdote de colegio o de parroquia o incluso con el envío a misiones, en lugar de ponerlos en manos de la justicia civil y expulsarlos de todo contacto con los fieles.

  5. Usted en su blog muchas veces ha cargado las tintas contra sacerdotes, sin tener en cuenta la presunción de inocencia.
    Sería bueno que los que se dicen católicos tenga más cuidado con aquello que dicen.

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