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De la imparable marcha a la muerte de los religiosos

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Todavía no me ha llegado el Annuario Pontificio de 2017 que está ya encargado, y que cuando  me llegue me permitirá contaros la marcha de los institutos religiosos, masculinos y femeninos, en el último año.

Catholic Hierarchy se ha hecho eco, con los últimos datos, correspondientes al 1 de enero de 2016, de las más importantes órdenes y congregaciones masculinas que continúan su caída en picado.

Los jesuitas, a 1 de enero de 2015 eran 16.740 y un años después habían descendido a 16.378. Se perdieron en un año 362 jesuitas continuando una línea imparable comenzada en el posconcilio. No es arriesgado suponer que hoy, un año tres meses y veinte días después han perdido ya el listón de los 16.000. Veinte mil menos de los que habían llegado a ser. Y de esos quince mil y muchos, todavía, dos o tres mil ajenos ya a todo ministerio.  Y otros tantos aproximándose. La situación de los españoles no es mejor. El pasado año dieron la cifra de 1.073 jesuitas españoles. Ignoro la fecha del dato. Pero si en 2016 fallecieron 69 jesuitas españoles y en lo que llevamos de este año 16 más, no es arriesgado suponer que son ya menos de mil. Y lo de antes, doscientos ya incapacitados o casi y otros tantos o más aproximándoseles . Pues ya me dirán el futuro.

Los salesianos arrebataron a los franciscanos el segundo puesto en el ranking. A 1 de enero de 2015 eran 15.270  y un años después ya sólo quedaban 15.033. Se dejaron 237 en la gatera. Es seguro que hoy son ya menos de quince mil. Meno pérdida anual que la de los jesuitas por lo que, de seguir a este paso los hijos de Don Bosco, en no muchos años pasarán a ser el instituto masculino más numerosos de la Iglesia pero también en constante declive.

También los franciscanos siguen descendiendo. De 13.632 han pasado a 13.553. La pérdida, comparada con los anteriores, es menor, 79 frailes. Casi como para que se feliciten.

También son buenos los datos de los Capuchinos, que ya nos consolamos con la nada. De 10.598 han pasado a 10.572. Sólo 26 frailes menos. Para una mascletá.

Y ahora, el milagro. Los Dominicos. Han pasado de 5.769 a 5.810. Cuarenta y un frailes más. Se me critican día sí y otro también, mis opiniones sobre los religiosos. Que si el hábito, la regla, la vida común, la oración, la ortodoxia… memeces de este pobre anciano anclado en el pasado e incapaz de interpretar los signos de los tiempos. Pues ahí están los dominicos, en caída picada hasta que en varios lugares decidieron en algunos lugares volver a ser dominicos. En Estados Unidos, en la provincia del Sur de Francia, en Polonia, donde nunca habían dejado de serlo… Y crecen. Cuarenta y un frailes dominicos más. Cuando todos disminuyen. ¿Y si yo tuviera razón?

España no es desgraciadamente uno de esos sitios. Aquí han apostado por morirse. Pues que ustedes se mueran bien. En un convento de

dominicas se me quejaba la priora de que no tenían vocaciones y que antes o después, más bien antes, aquello se cerraba. Quise animarlas con el ejemplo de sus hermanas de Estados Unidos y me respondió: Si esos frailes y esas monjas son malísimos. Nos lo acaba de decir Fray N OP. Pues, a morir, que son tres días. O mejor, a que las maten. Unos dominicos sin hábito y hasta sin oremus.

Comentarios
15 comentarios en “De la imparable marcha a la muerte de los religiosos
  1. ¿Quién fue aquel que dijo que cuando veía muchas vocaciones se le encendían las alarmas?… ¡ A ver! ¿Quien?…Justo, habéis acertado. Y además, obra en consecuencia. Donde descubre que algo funciona bien y hay muchas vocaciones, ahí está el para arreglarlo. Y toma medidas. ¡Vaya si las toma!

  2. Acabo de leer eso: un laico será superior general de la orden franciscana ( Francisco está buscando la posibilidad de llevar adelante este proyecto).
    ¿ esto es la solución, la intromisión de laicos en las órdenes religiosas? ¿ no están ya bastantes abiertos al mundo?

  3. por cierto, la vida religiosa muriendo, y a bergoglio, matapelo y chamame pepe solo se les ocurrió la fantástica idea de pisotear sin misericordia alguna una orden floreciente como los franciscanos de la inmaculada. que inteligencia colosal la de estos tíos!

  4. Lo malo es que el Opus Dei, que no es una congregación sino una prelatura, parece que imita a los religiosos en esto, a pesar de las tres campanadas de san Josemaría Escrivá, que ya advertía sobre lo que no había que hacer. Pues bien, han enterrado las tres campanadas y se han dejado encantar por Bergoglio y sus cesiones al pensamiento único.

  5. Esta tarde, comentanco con un amigo de la Rioja, me decia que estos dias se decide la presencia de los Franciscanos en Santa Maria la Real de Najera, ahora solo quedan tres, y que parece que Liebana tiene los dias contados. Valvanera ya se da por cerrado. Lo ciertos es que los grandes muros de tantos monaterios y conventos esconden solo ancianos y muerte y poco a poco se cierran. Nadie llora, nadie lo quiere ver. Las informaciones de cosecha propia pecan de un triunfalismo increible y a los demas ya nos les importa porque son realidades muertas que nadie hecha de menos cuando cierran. Triste

  6. Sean novecientos o mil los jesuitas que todavía quedan en España, la mitad son mayores de 80 años y tan sólo un veinte por ciento menores de 65. Pongamos, ―siendo generosos― que el número de jesuitas «jóvenes» ―esto es, menores de 65 años― con destino permanente en nuestro país alcanza la cifra de 250 ―no me apetece ahora mismo dedicarme a revisar el listado de los jesuitas españoles que obra en mi poder, aunque tiempo habrá para ello― incluyendo los que aún no han sido ordenados. Y con el hándicap añadido de que muy pocos son menores de 40 años. El único noviciado cuenta con 9 aspirantes (¿cuántos se incorporarán en septiembre?). Queda, pues, visto para sentencia el futuro es España de la otrora esplendorosa Compañía de Jesús. Solo es cuestión de tiempo. El general Sosa, tan dado a reinterpretar, hará lo propio acelerando el inevitable declive de los jesuitas en todo el mundo. Dentro de 15 años aproximadamente, quien le suceda apagará la luz y certificará su total extinción o, como mal menor, su presencia e influencia serán meramente testimoniales.

    Ignoro cuál fue el mayor número de jesuitas que hubo en España. Lo que sí sé es que, según fuentes de la propia Compañía, en 1931 los jesuitas en nuestro país ascendían a 3.001 efectivos. Cabe preguntarse, pues: ¿qué circunstancias han sido determinantes para que, un siglo después, ―en 2031―, la Compañía de Jesús vea reducidos los 3.001 efectivos referidos a poco más de un centenar?

    (Johnny-Gin)

  7. Los dominicos españoles (ellas también) no durarán ni diez años.No hay uno que se salve.Son buenos para extras en películas de terror satánico.

  8. Luis: Lo que usted dice es muy fácil. Vea las ordenaciones anuales de jesuitas, franciscanos, salesianos, agustinos… que hay cada año es España y las del clero secular. Si debe haber algunas diócesis que ellas solas ordenan más sacerdotes que todas las órdenes y congregaciones juntas…

  9. Las Ordenes y Congregaciones históricas han APOSTATADO de sus Fundadores y tradiciones… un suicidio asistido.
    Y la autoridad eclesiástica persigue a los nuevos grupos o movimientos por «restauracionistas» y pelagianos…
    Un desastre…

  10. Sería interesante comparar la evolución de los institutos religiosos con la del clero diocesano para ver si la bajada es paralela o si la caída es mayor en éstos.

  11. La situación es lamentable, pero así lo quisieron,no? Abriéndose tanto al mundo, se han cerrado a Dios.
    Algunos dirán que los cambios del CVII no han tenido nada que ver, quizás, pero las fechas y las caídas en número hablan por sí solos.
    Y a otros religiosos más tradicionales y con vocaciones, les ponen trabas, o directamente los cierran a la fuerza.
    Me parece que buscan eso, la muerte un poco lenta para algunos, de los religiosos. Son una fuerza muy grande para la Iglesia, con mucho sacrificio, constante oración. Si perdemos esa fuerza, la Iglesia se debilitará cada vez más. Y los católicos de a pie somos más bien poco formados y flojos en la Fe.

  12. viendo la innegable muerte de la vida religiosa dentro de la iglesia, hay que decir que la tan cacareada primavera bergogliana ha resultado ser una gran estafa.

  13. La Compañía de Jesús ya nos tiene acostumbrados a esta tendencia a la baja. Si bien no ha sido tan grande como en otros años, (de 2007 a 2008, casi 500 jesuitas menos), nada da muestras de que esto vaya a parar. Y menos en España, donde no dan ninguna señal de concienciación sobre el problema. Y no hablemos de cambios.

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